Darder es un pedazo de futbolista. Pero negar que el Betis tiene más plantilla y mejores futbolistas que el Español, es negar lo evidente.

Precisamente al traer a un nuevo entrenador lo que buscamos es arreglar eso. El entrenador que venga, sabe lo que tiene el Betis de bueno y de malo, y yo creo que tiene mucho más de bueno que de malo.

Sigo confiando en que Puel o Cocu lleguen, la verdad.

Lo de Valverde me suena a

Me parece raro que no te hayan contratado para llevar la nueva campaña de abonados

Id a por Bordalás mismo,inútiles

Tengo MIEDO.

De ilusión estoy que rompo los ilusionómetros por debajo.

Sólo puedo desearte una pronta venta de Carvalho

Se puede decir que no me convence en un foro de opinión? o hay que aplaudir a todo lo que venga?

Yo de bueno al Betis actualmente le veo bien poco.
Pero bueno, me alegro de que lo veas con más optimismo que yo, que estoy totalmente asqueado.

El Betis de bueno tiene que la aficion da mucho dinero con sus abonos, que es un club saneado y que tiene jugadores de altisimo nivel.
De malo que la aficion te condena en pretemporada, que la directiva no esta al nivel que se le presupone a un club de primera y que somos el Betis, un equipo destinado al fracaso por costumbre.

El que llegue, sea Rubi o Pepito tiene que coger el equipo y trabajarlo. Olvidarse de la aficion, Serra, directiva y de su mujer si hace falta. Jugarsela a hacer lo que sepa hacer y fracasar o triunfar con su idea. Como venga uno que "se deje aconsejar" volvemos a la medriocridad. Y si, se que Setien hizo eso y esta en la venta. Pero Setien se equivoco el segundo año, por eso esta en la venta. Si hubiese sido flexible como el primer año o hubiese cambiado cosas, aqui seguia.

El entrenador del Espanyol, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', se ha consagrado como uno de los grandes protagonistas de la temporada blanquiazul, apostando por una idea de fútbol que ha conectado al equipo con la afición y ha permitido la clasificación europea de la entidad doce años después.

El técnico llegó al RCDE Stadium este verano, procedente del Huesca. El catalán, de 49 años, acababa de firmar el ascenso a Primera con la entidad oscense y afrontaba con ilusión el reto que le planteaba el cuadro perico. Lo hizo con una bajada de masa salarial y con la marcha de jugadores clave, pero con una sonrisa.

También, sobre todo, con las ideas claras. Rubi evidenció en su presentación su apuesta diáfana por el fútbol protagonista, ofensivo y atractivo. "Prefiero que el Espanyol gane 3-2 que 1-0", afirmó en su primera rueda de prensa. El preparador ha mantenido esta receta hasta el final y ha sacado de la apatía a la entidad.

Doce años después, los catalanes vuelven a Europa al acabar séptimos. Rubi siempre creyó en esta posibilidad. Creyó en el equipo incluso cuando a principios de 2019 el cuadro blanquiazul sumó cuatro puntos de 33 posibles y todas las alarmas se encendieron. Siguió trabajando, puliendo conceptos. Afinando la pizarra.

El 4-3-3 es su esquema táctico habitual, aunque a medida que avanzaban las jornadas, el preparador ha ensayado otro dibujo, el 5-3-2. Con laterales ofensivos, como no podría ser de otra forma saliendo de su libro de estilo. El equipo ha madurado hasta presentar un fútbol reconocible y vistoso.

Rubi siempre ha sacado pecho de su perseverancia. De la de todo el equipo. Se mantuvo firme en sus convicciones y el tiempo le ha dado la razón. "Me gustaría que estuviéramos orgullosos de tener una identidad", subrayó a principios de marzo, cuando la clasificación europea era poco más que una utopía.

El vestuario blanquiazul está encantado con el fútbol que ha implantado el nuevo entrenador, manteado por la plantilla tras ganar a la Real Sociedad. Y la afición agradece un estilo que se aleje del conservadurismo deportivo que han propuesto muchos de los entrenadores previos al de Vilassar de Mar.

Rubi, en el plano personal, se ha mostrado transparente. "No sé si me conocéis lo suficiente, pero siempre digo lo que pienso", comentó en su última rueda de prensa. Cercano, identificado con la entidad, donde militó como técnico y futbolista del filial, y comprometido con el éxito perico.

Hoy, doce años después de consolidar la clasificación europea después de la final de Glasgow, el entrenador es uno de los grandes activos del club y uno de los claros referentes de la afición del Espanyol. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2020 y la voluntad de liderar un proyecto que debe seguir creciendo.

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En ambos descensos, milagro no hizo, pero mejorar los números de los que le precedían sí, y visto algunos cambios de este año, ya es algo.