Y lo más gracioso de todo es que al Barsa le ganamos en su campo jugando al CONTRAGOLPE, no al gilitoque como ayer.
Estamos aguantando a un entrenador que no cambia porque no le sale de los co jones reconocer que se está equivocando, su cabezonería y orgullo nos está perjudicando y nadie es capaz de decirle nada, al contrario, todos a darle la razón como a los locos.
Estamos aguantando a un entrenador que no cambia porque no le sale de los co jones reconocer que se está equivocando, su cabezonería y orgullo nos está perjudicando y nadie es capaz de decirle nada, al contrario, todos a darle la razón como a los locos.
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