Un Betis vulgar, recordando por momentos a su peor versión en Getafe, no mereció ganar un partido que perdió en dos minutos. La desconexión en el inicio de la segunda mitad mató a un equipo, que, tras la entrada de Lo Celso, mejoró, pero sin ser suficiente para poder rescatar un punto en los minutos finales. Volvió la volubilidad en el Betis de Setién tras la histórica victoria en el Camp Nou.

Con esta irregularidad es muy complicado aspirar a unos puestos que el Betis, con esta plantilla, debería al menos rondar. Hoy el equipo de Setién fue inferior en el global, pero, sobre todo, en la primera media hora de la segunda mitad que fue donde se resolvió todo. La desconexión tras el primer gol y el mal partido de piezas básicas (Guardado, Canales y Bartra) y de jugadores que entraban como Feddal, fueron dos puntos clave para entender una derrota que es demasiado dolorosa y deja al Betis en una posición bastante decepcionante por no decir ya, crítica.

La primera parte del Betis fue el resumen más claro de la temporada. Dominó la posesión, pero no el partido. Las llegadas más claras, y las únicas, fueron, claro, del Villarreal. Solo Pau y el poco acierto de los jugadores amarillos provocaron que el Betis no se fuera perdiendo al descanso. Un Betis que volvió a olvidarse de disparar a puerta y se fue al descanso con uno o dos tiros muy mansos y demasiado fáciles para Asenjo.

Las causas de este Betis se pueden encontrar, obviamente, en que su jugador más acertado e inspirado en generar acciones ofensivas, estaba en el banquillo. El equipo de Setién debería no cargar tantas responsabilidades en el argentino, pero es que sin él en el campo el Betis no encuentra el camino al área rival. Hoy el doble interior, Guardado – Canales, fracasó y no dotaron de profundidad al equipo. Él que, si lo hizo, y estuvo más que acertado, fue Carvalho que desde la posición de pivote fue el jugador más inspirado del equipo hasta la salida de Lo Celso y Sergio león.

Sin verticalidad o sin generar ocasiones de gol, por mucha posesión y por muy bien que la gestiones, el rival no se va amedrentar. Al Betis le cuesta generar ventajas en posiciones ofensivas sin los pases y regates de Lo Celso. El doble interior Guardado Canales es demasiado posicional y solo los regates de Joaquín crearon situaciones de peligro para el Betis. Porque hoy Junior no estuvo acertado en facetas ofensivas y Francis, que jugó un buen partido, volvió a fallar en lo más importante, en la toma final de decisiones.

Pese a todo el Betis se fue al descanso con un empate. Algo que no duraría ya que un error en las marcas en un balón parado, que venía de otro error de marcas en otro córner que salvó Pau, hizo que el Villarreal se adelantase. Un Villarreal que se liberó de todas las dudas que tenía a partir de ese gol y volvió a encontrar otro en la jugada posterior. En dos minutos el Betis ya tenía una losa casi insalvable de dos goles, a su rival más crecido que nunca esta temporada y unas sensaciones de juego que no eran muy positivas para al menos, pensar en una posible remontada.

Salieron Tello, Lo Celso y Sergio León y el Betis mejoró. Mejoró muchísimo. La posesión se convirtió en vertical. El equipo encontró camino por los carriles y la conexión lo Celso – Carvalho dio unos síntomas bastante positivos. El equipo de Setién lo intentó y sumó buenos minutos de juego, una calidad de reacción que no se vio en Getafe, por ejemplo. Y seguramente sea la noticia más positiva dentro de la negatividad que se va a vivir esta semana.