Venga quien venga no habrá unanimidad (yo no quiero ni a Abelardo ni a Bordalás, por ejemplo); venga quien venga su suerte dependerá de los resultados y de la plantilla confeccionada. Es un debate un tanto absurdo, un que pase el siguiente y hasta la próxima situación complicada.
Hay que seguir mejorando la plantilla para competir efectivamente en las competiciones en que estemos. El resto, todo bastante estéril.
Hay que seguir mejorando la plantilla para competir efectivamente en las competiciones en que estemos. El resto, todo bastante estéril.
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