El paso al frente que ha dado en un momento tan delicado para el equipo me parece de jugador grande, con galones. Más aún cuando nunca ha sido un jugador por el que este entrenador sintiera debilidad precisamente.
Está demostrando compromiso, que esto le importa y le duele, y con jugadores así tan sólo puede uno quitarse el sombrero. Si encima el tío es bueno y puede marcar diferencias con nosotros, pues además es obligatorio cuidarlo y mimarlo para que esté lo más agusto posible y el máximo de tiempo aquí.
Verlo buscar el regate, la línea de fondo, el disparo, la arrancada de la moto y palante a puerta es una gozada, es un oasis de fútbol entre tanto marasmo absurdo de pases hacia ninguna parte.
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