Los momentos previos a la cena del equipo fueron movidos en el hotel de concentración. Luis Oliver se reunió, en primer lugar, con Melli, acompañado del entrenador, Pepe Mel, y de uno de los agentes del jugador, Julio Llorente.

La salida del defensa al Tenerife parece cuestión de horas, pero anoche no acabó de cerrarse. En principio, el acuerdo entre todas las partes está cerrado, pero aún faltaba el sí definitivo del Betis, que depende del presidente, José León. Melli se marcharía al conjunto canario con la carta de libertad, aunque perdonando las cantidades que se le adeudan de la pasada temporada y del año de contrato que le restaba en Heliópolis.

El siguiente paso correspondió a Sergio García. El delantero fue llamado a capítulo en una mesa donde se encontraban el propio Oliver, junto a sus dos hombres de confianza, Paquete Higuera y Paco Santamaría, además del nuevo gerente que lo acompañó en su visita a La Manga. "Hablan mucho desde el Espanyol. Pero es verdad que está todo muy avanzado con ellos, aunque se ha metido un club por medio. ¿Cesión? No beneficia al Betis, aunque te ahorres la ficha, porque se puede lesionar el jugador…", manifestó Oliver sobre este asunto. La idea de Sergio García ha sido siempre la de marcharse al conjunto espanyolista, donde incluso renunciará a parte de lo que gana en el Betis. Y es que los 2,5 millones de euros brutos de su contrato son inalcanzables para casi todos.

Un caso parecido es el de Mehmet Aurelio, al que Oliver considera lejos de Heliópolis. "He hablado con Bernardo (Schuster), que es amigo mío, para que se lo lleve, pero la ficha de tres millones de euros brutos asusta. Él lo quiere, pero veremos si es posible", apuntó el consejero.

Diferente es la situación de Emana, que sigue a la espera de definir su futuro. "Esperamos algo, pero aún no hay nada. Podríamos aguantar su ficha", manifestó Oliver.