Dicen que es el jugador más rápido del mundo con balón después de Bale.
Se quemó la cara en Navidades con un cohete.
Le detuvieron por no parar ante los guardias de seguridad de un centro comercial con el coche.
No le convocaron para el mundial.
Se ha peleado con su club.
Todo esto en el último año.
En principio, para Setién sería como para Drácula ver el Cachorro en el puente a la ida.
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