Originalmente publicado por Renaldo
Ver Mensaje
Hola a todos. Soy aficionado del Deportivo (y no me siento hermano de ningún sevillista, por cierto).
Estaba leyendo por saber cómo recibíais a Sidnei y me ha llamado mucho la atención este mensaje, que además es de un usuario de Coruña. No es cierto en absoluto lo que dice en la segunda frase. Por supuesto que ha habido críticas para todos: el equipo ha hecho 29 puntos. Es lo normal. Pero habría que ver qué críticas se han hecho a cada uno. No es lo mismo para todos.
Por aclarar los casos que menciona el compañero. Lucas Pérez fue víctima de su paso anterior por el Deportivo, quizá a un nivel superior al que realmente tiene. No hizo pretemporada con el Arsenal, llegó bajísimo de forma y le costó mucho cogerla. Cuando lo hizo aportó, pero se vio arrastrado por un equipo lamentable y no tuvo fortuna de cara al gol. Las críticas para él son, por un lado, de gente que le utiliza como arma arrojadiza contra la directiva actual (ha sido un poco su jugador franquicia, su mejor fichaje); por otro, para los que esperaban al mismo Lucas que metió casi 20 goles. Pero si se revisan sus estadísticas está claro que ha sido de lo poco 'decente' en un año penoso. Más allá de que otros deportivistas compartan o no esta opinión, de lo que no cabe duda es de que no está bajo sospecha por su vida nocturna.
A Mosquera se le echa en cara un bajón evidente desde que renovó y se hizo con un gran contrato. Por cierto, pasó exactamente lo mismo con Sidnei: sonó fuerte el Valencia, se les retuvo con renovaciones a nivel figura... y adiós. Su nivel cayó en picado. Pero nadie acusa a Mosquera de haber pegado el bajón por su vida nocturna. Con Çolak, por último, sus problemas son más bien de mala conducta. La tuvo en los entrenamientos, en viajes del equipo... y sí, también le gusta salir, pero nada comparado con Sidnei.
A Sidnei se la pela por completo. No hacía falta salir para verle de fiesta: él mismo publica en sus stories de Instagram fotos de sus viajes y sus excursiones nocturnas, cubata en mano. Le da igual. Si tiene un día libre, tira para Ibiza o Lisboa (ambos destinos los tendrá ahora un poco más a mano) y fiesta que se mete al cuerpo. Si hace falta, contrata avión privado para ello (hablo con conocimiento de causa, no lo digo por decir). Si tiene entrenamiento a las 10, puede estar fácilmente a las 5 o 6 subiendo cosas a sus redes sociales. Ya veréis que es un tipo difícil de abordar, es de muy pocas palabras y va constantemente con un aire empanado, como en su mundo. Quizá su problema este año en Coruña fuese que le hayan quitado a uno de sus compinches habituales, Luisinho. Aunque también os digo que Rolan pasó cuatro días en Coruña hace una semana, antes de irse al Leganés, y los cuatro salió de fiesta... con Sidnei. Está documentado para quien sepa buscar en Twitter. A poco que pueda localizar otro elemento aficionado a la noche en la plantilla del Betis, tardará un minuto en irse de juerga. Lo que no es, es conflictivo: no pega gritos, no arma jaleo, no se pelea con compañeros. Pero por eso es tan difícil llamarle al orden, porque al final no hace más que lo que le sale de las narices en su tiempo libre. Y si le hablas, pues casi parece que no escucha. Escucha sólo al Dj que tiene pinchando en su cabeza, creo yo.
Ahora, como futbolista, es un privilegiado. Lo tiene casi todo para ser un central formidable, capaz de jugar en casi cualquier equipo de la Liga fuera de los tres más grandes. Es rápido, maneja el balón que da gusto verlo, en este sentido perfecto para Setién. Pero con su ritmo de vida es difícil mantener la concentración en un campo de fútbol y a él le cuesta cada vez más. No transmite tener ambición, interés o constancia de ningún tipo. Su otro punto flaco es la autoridad: no es un jefe de área. Necesita alguien al lado que grite, que ordene, si puede ser que le mantenga concentrado. Si le toca mandar a él, el equipo se cae. Sidnei, también en este aspecto, va absolutamente a su bola.
Mi impresión personal es que no le gusta mucho el fútbol profesional. Fue en busca de un buen contrato y lo consiguió en el Deportivo, a partir de ahí se ha dedicado a otras cosas. Fijaos que en su día Benfica pagó 7 millones (que entonces era mucha pasta) por ficharlo de Brasil... y se lo quitaron de encima en cuanto pudieron. En el Espanyol dejó buena impresión (jugó 18 partidos entre Liga y Copa), entre sus aficionados no desagradaba la idea de seguir con él, pero su director deportivo (no sé si era Perarnau) ni siquiera se lo planteó. Siempre ha pasado algo con él porque insisto, sus condiciones naturales son de defensa de altísimo nivel.
Todo pasa porque Setién lo enganche al fútbol. Me parecería milagroso, porque Sidnei es tan críptico, vive tan encerrado en su burbuja, que no se me ocurre cómo se puede captar su atención. Ya veréis las ruedas de prensa (o seguidle en Instagram). Pero bueno, supongo que si alguien puede sacar algo de él, ése es Quique. No sé cuántos años le firmáis, supongo que tres o más, este factor no me invita a ser optimista. Desde luego, conociendo todo lo que conozco de él, yo no le ficharía por 5-6 millones ni de broma. Pero también es verdad que no es el primer caso de jugador que parece acabado y de repente, sabe Dios por qué, resucita.
Ponedle una bética guapa de novia, que lo mantenga en casa, que le coma la cabeza con el equipo, y tendréis mucho ganado. Si sigue de picaflor... nada evitará que salga cada noche en busca de otra flor.
Un saludo y mucha suerte para la temporada. Tenéis un equipazo y un superentrenador. Ojalá os vaya de cine.
Comentario