Ante el momento clave, histórico con mayúsculas, que vive nuestro querido y centenario Real Betis Balompié, surge alguna voz que plantean con temor un hipotético escenario en el que “Por Nuestro Betis” actuara como un despótico nuevo mayoritario, y ello no es que sea improbable, es que es objetivamente imposible, como se deduce claramente de los puntos siguientes:
1º Por Nuestro Betis no es, evidentemente, una persona física, ni una entidad mercantil con propietario, sino una asociación democrática y abierta, lo que significa de antemano que su directiva emana de una asamblea de asociados, ante la que ha de rendir cuentas y a cuyas directrices debe atenerse; y que cualquier bético puede asociarse y pasar a ser miembro de dicha asamblea decisoria, e incluso muy habitualmente asistir a las mismas, preguntar, sugerir y criticar sin tan siquiera ser socio.
2º PNB no tiene ni se ha planteado nunca tener ni una sola acción de la SAD en propiedad, sino que aglutina y lidera un acuerdo de sindicación en el que pequeños accionistas, asociados y simpatizantes, se integran voluntariamente agrupando sus títulos, de los que siguen siempre siendo propietarios y cuyos derechos conservan en todo momento. Todo el poder que PNB tiene o pueda tener es “prestado” por los béticos.
3º Los accionistas, reunidos en asamblea, deciden las posturas que se van a defender con sus acciones, pueden desmarcarse de ellas asistiendo personalmente a las juntas y votando directamente en detrimento del pacto y, por supuesto, pueden retirar su sindicación en cualquier momento. Todo ello significa que los accionistas sindicados están depositando su confianza en PNB cada día, y PNB tiene que esforzarse por merecer esa confianza cada día, si no quiere que se le retire ese “poder prestado”
4º El crecimiento o retroceso de PNB y su fuerza va a depender en todo momento del grado de satisfacción y confianza que vaya generando en los béticos, y se irá haciendo mas potente no en la medida de que adquiera más “poder en propiedad” sino en la de que vaya sumando la voluntad de más béticos, a los que haya convencido con su actuación diaria, de modo que mientras más crezca, más vigilada estará. PNB no se le puede en ningún caso ir de las manos al beticismo, porque si el beticismo le volviera la espalda se desinflaría como un globo pinchado.
Tú, bético, quizá estés en tu derecho de quedarte esperando una solución aportada por terceros, pero si permaneces al margen que en ningún caso sea por miedo, por que la asociación de béticos de base que nació para fiscalizar la buena marcha del Real Betis Balompié, está destinada inevitablemente, por su propia esencia y estructura, a ser ella misma objeto de la más directa e intensa fiscalización que pueda pensarse: la dependencia diaria del aprecio, el apoyo y la confianza de cientos de béticos.
Cientos de voluntades, miles de acciones, se hallan ya “apiñadas como balas de cañón”, prestas a la defensa de un Betis mejor y de los béticos. ¿Te vas a quedar mirando?
Jueves 29 de julio de 2010
Restaurante Juliá-Los Monos
19:30 Acto de sindicación
20:30 Asamblea abierta
1º Por Nuestro Betis no es, evidentemente, una persona física, ni una entidad mercantil con propietario, sino una asociación democrática y abierta, lo que significa de antemano que su directiva emana de una asamblea de asociados, ante la que ha de rendir cuentas y a cuyas directrices debe atenerse; y que cualquier bético puede asociarse y pasar a ser miembro de dicha asamblea decisoria, e incluso muy habitualmente asistir a las mismas, preguntar, sugerir y criticar sin tan siquiera ser socio.
2º PNB no tiene ni se ha planteado nunca tener ni una sola acción de la SAD en propiedad, sino que aglutina y lidera un acuerdo de sindicación en el que pequeños accionistas, asociados y simpatizantes, se integran voluntariamente agrupando sus títulos, de los que siguen siempre siendo propietarios y cuyos derechos conservan en todo momento. Todo el poder que PNB tiene o pueda tener es “prestado” por los béticos.
3º Los accionistas, reunidos en asamblea, deciden las posturas que se van a defender con sus acciones, pueden desmarcarse de ellas asistiendo personalmente a las juntas y votando directamente en detrimento del pacto y, por supuesto, pueden retirar su sindicación en cualquier momento. Todo ello significa que los accionistas sindicados están depositando su confianza en PNB cada día, y PNB tiene que esforzarse por merecer esa confianza cada día, si no quiere que se le retire ese “poder prestado”
4º El crecimiento o retroceso de PNB y su fuerza va a depender en todo momento del grado de satisfacción y confianza que vaya generando en los béticos, y se irá haciendo mas potente no en la medida de que adquiera más “poder en propiedad” sino en la de que vaya sumando la voluntad de más béticos, a los que haya convencido con su actuación diaria, de modo que mientras más crezca, más vigilada estará. PNB no se le puede en ningún caso ir de las manos al beticismo, porque si el beticismo le volviera la espalda se desinflaría como un globo pinchado.
Tú, bético, quizá estés en tu derecho de quedarte esperando una solución aportada por terceros, pero si permaneces al margen que en ningún caso sea por miedo, por que la asociación de béticos de base que nació para fiscalizar la buena marcha del Real Betis Balompié, está destinada inevitablemente, por su propia esencia y estructura, a ser ella misma objeto de la más directa e intensa fiscalización que pueda pensarse: la dependencia diaria del aprecio, el apoyo y la confianza de cientos de béticos.
Cientos de voluntades, miles de acciones, se hallan ya “apiñadas como balas de cañón”, prestas a la defensa de un Betis mejor y de los béticos. ¿Te vas a quedar mirando?
Jueves 29 de julio de 2010
Restaurante Juliá-Los Monos
19:30 Acto de sindicación
20:30 Asamblea abierta
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