En primer lugar, decir que no sé si este es el lugar apropiado para el post, pero me gustaría que estuviése aquí para que lo puediésen leer aquellos miembros del Consejo de Administarción del real Betis Balompié que estuviéren al tanto de este foro, por ser el área del mismo más frecuentado.
Al Consejo de Administración con toda la educación y el respeto:
Utilizo este medio para expresar lo que siento ya no solo como bético sino también como persona. Con esta declaración no deseo el mal de nadie ni que nadie pueda desearlo.
Todos sabemos que es una situación bastante difícil de nuestra historia, que quizás el origen de todo haya sido una ley injusta fracasada, hecha inicialmente con la intención de evitar el endeudamiento progresivo de los clubs deportivos, en la que no se tuvieron en cuenta la esencia de los mismos, es decir, la cultura, la tradición y la afiliación a unos sentimientos fuertemente arraigados al devenir de estas insituciones que han vivido y son parte de la historia de todas nuestras vidas y la de nuestros antepasados. Se obvió que como consecuencia de aquello, detrás de cada acción, como parte de las SAD, contendría ese intangible de nuestro fútbol y que se permitiría entonces que este título como tal, fuese susceptible de venderse y comprarse, y en consecuencia ese intagible también. Pero ahora la afición Bética y el Beticismo lo ha vivido de la manera más intensa y personal, con la apropiación por una persona (legalmente justa) de lo que antes era de todos. Tenida en cuenta la posición que ustedes ostentan gracias a esta desacertada decisión del fútbol español, independientemente de sus participaciones o no, de lo culpables o no que se sientan, acepten de una vez el fracaso. Un consejo de administración es un equipo, y en un equipo ganan todos o pierden todos. Si alguno de ustedes no se considera culpable es igual de fracasado aún solo por haber permanacido en el consejo y haber aceptado las decisiones y los perjuicios hechos al Betis. La solución a todos los problemas del Betis (ojo, que no son los resultados ni que estemos en segunda) es fácil y algunos de ustedes la han tomado ya. Si no consideran dimitir no pongan más trabas a la justicia legal y de la vida, y dejen convocada la junta que quieren una buena parte de los accionistas y el beticismo y que les corresponde. Si fuése el caso de que algunos de ustedes estuviéren recluidos por miedo a la justicia tendrían que aceptar de una vez ya, que está debe ser justa e imparable y dejar de perjudicar ya al beticismo con tantos obstáculos. Al final caerán los culpables por la justicia o tendrán que irse avergonzados. Recuerden que los béticos y el resto de accionistas no vamos a permitir un consejo fraudulento y corrupto; y que un consejo cuya gestión ha generado la duda de tener que ser investigada en los juzgados, independientemente de la no existencia de sentencia condenatoria alguna, no se merece ni debe ser la del Betis, por principios estatutarios y por dignidad.
Como habéis podido observar, ya ni siquiera remito al sentimiento verdiblanco, ya únicamente me remito a la dignidad de lo que es ser persona de bien, a lo que es tener principios, y a lo que es dar sentido al verdadero éxito personal y profesional del ser humano.
Ahora, si después de haber leído todo esto consideran que deben seguir en su empeño, de la misma manera, deberemos todos los béticos y accionistas respetarlo, pero cuando salga la verdad, la justicia nos dará lo que ustedes y todos nos merecemos.
Gracias.
Al Consejo de Administración con toda la educación y el respeto:
Utilizo este medio para expresar lo que siento ya no solo como bético sino también como persona. Con esta declaración no deseo el mal de nadie ni que nadie pueda desearlo.
Todos sabemos que es una situación bastante difícil de nuestra historia, que quizás el origen de todo haya sido una ley injusta fracasada, hecha inicialmente con la intención de evitar el endeudamiento progresivo de los clubs deportivos, en la que no se tuvieron en cuenta la esencia de los mismos, es decir, la cultura, la tradición y la afiliación a unos sentimientos fuertemente arraigados al devenir de estas insituciones que han vivido y son parte de la historia de todas nuestras vidas y la de nuestros antepasados. Se obvió que como consecuencia de aquello, detrás de cada acción, como parte de las SAD, contendría ese intangible de nuestro fútbol y que se permitiría entonces que este título como tal, fuese susceptible de venderse y comprarse, y en consecuencia ese intagible también. Pero ahora la afición Bética y el Beticismo lo ha vivido de la manera más intensa y personal, con la apropiación por una persona (legalmente justa) de lo que antes era de todos. Tenida en cuenta la posición que ustedes ostentan gracias a esta desacertada decisión del fútbol español, independientemente de sus participaciones o no, de lo culpables o no que se sientan, acepten de una vez el fracaso. Un consejo de administración es un equipo, y en un equipo ganan todos o pierden todos. Si alguno de ustedes no se considera culpable es igual de fracasado aún solo por haber permanacido en el consejo y haber aceptado las decisiones y los perjuicios hechos al Betis. La solución a todos los problemas del Betis (ojo, que no son los resultados ni que estemos en segunda) es fácil y algunos de ustedes la han tomado ya. Si no consideran dimitir no pongan más trabas a la justicia legal y de la vida, y dejen convocada la junta que quieren una buena parte de los accionistas y el beticismo y que les corresponde. Si fuése el caso de que algunos de ustedes estuviéren recluidos por miedo a la justicia tendrían que aceptar de una vez ya, que está debe ser justa e imparable y dejar de perjudicar ya al beticismo con tantos obstáculos. Al final caerán los culpables por la justicia o tendrán que irse avergonzados. Recuerden que los béticos y el resto de accionistas no vamos a permitir un consejo fraudulento y corrupto; y que un consejo cuya gestión ha generado la duda de tener que ser investigada en los juzgados, independientemente de la no existencia de sentencia condenatoria alguna, no se merece ni debe ser la del Betis, por principios estatutarios y por dignidad.
Como habéis podido observar, ya ni siquiera remito al sentimiento verdiblanco, ya únicamente me remito a la dignidad de lo que es ser persona de bien, a lo que es tener principios, y a lo que es dar sentido al verdadero éxito personal y profesional del ser humano.
Ahora, si después de haber leído todo esto consideran que deben seguir en su empeño, de la misma manera, deberemos todos los béticos y accionistas respetarlo, pero cuando salga la verdad, la justicia nos dará lo que ustedes y todos nos merecemos.
Gracias.
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