http://www.betisweb.com/poker/?p=411
Parece lo mismo, pero no lo es...
Querer ver al Betis puede llevar a pensar que lo importante es lo inmediato, que nunca es el momento para nada porque siempre estaremos estorbando o la pretemporada, o el comienzo de liga, o las navidades o el final. Siempre estaremos estorbando y no nos preocupamos que bajo esa superficie "deportiva" pueda estar resquebrajándose todo lo que es el Betis.
Querer al Betis puede tener como consecuencias que querer ver al Betis tenga que perder su protagonismo. Lo hemos visto estos años. Querer al Betis puede implicar tener que tomar sacrificios muy dolorosos, puede significar que haya que pensar en el Betis más allá del "ahora no es el momento" para pensar que siempre es el momento.
Tenemos equipo, lo tenemos, y debe ser así para los que están y para los que pudieran estar. Es la responsabilidad de cualquier bético que se precie. Pero igualmente importante, sino más, es plantear el presente del Betis en base a su pasado, si hubiese algún tipo de responsabilidades dolosas para la entidad, y su futuro, sin dolernos prendas en la toma de decisiones, sin pensar en asustaviejas, en oportunistas o en miedos de no creernos importantes como béticos.
El Betis, si quiere subsistir sin rémoras que vivan de él mientras todos pagamos religiosamente cualquier desmán que nos quieran imponer, necesita de la responsabilidad del bético, capaz de decir a quien sea que con el Betis no se juega y si se hace... se le pueda mostrar sin miramientos la puerta de la calle.
Querer ver al Betis es, en definitiva, algo relativamente sencillo, uno paga un abono y tiene un asiento desde el cual ver al equipo. Querer al Betis implica sacrificios que el bético debería ser capaz de soportar, por bien de una filosofía de vida que tiene como escaparate ver al Betis, pero en sus almacenes todo un mundo de sentimientos.
Parece lo mismo, pero no lo es...
Querer ver al Betis puede llevar a pensar que lo importante es lo inmediato, que nunca es el momento para nada porque siempre estaremos estorbando o la pretemporada, o el comienzo de liga, o las navidades o el final. Siempre estaremos estorbando y no nos preocupamos que bajo esa superficie "deportiva" pueda estar resquebrajándose todo lo que es el Betis.
Querer al Betis puede tener como consecuencias que querer ver al Betis tenga que perder su protagonismo. Lo hemos visto estos años. Querer al Betis puede implicar tener que tomar sacrificios muy dolorosos, puede significar que haya que pensar en el Betis más allá del "ahora no es el momento" para pensar que siempre es el momento.
Tenemos equipo, lo tenemos, y debe ser así para los que están y para los que pudieran estar. Es la responsabilidad de cualquier bético que se precie. Pero igualmente importante, sino más, es plantear el presente del Betis en base a su pasado, si hubiese algún tipo de responsabilidades dolosas para la entidad, y su futuro, sin dolernos prendas en la toma de decisiones, sin pensar en asustaviejas, en oportunistas o en miedos de no creernos importantes como béticos.
El Betis, si quiere subsistir sin rémoras que vivan de él mientras todos pagamos religiosamente cualquier desmán que nos quieran imponer, necesita de la responsabilidad del bético, capaz de decir a quien sea que con el Betis no se juega y si se hace... se le pueda mostrar sin miramientos la puerta de la calle.
Querer ver al Betis es, en definitiva, algo relativamente sencillo, uno paga un abono y tiene un asiento desde el cual ver al equipo. Querer al Betis implica sacrificios que el bético debería ser capaz de soportar, por bien de una filosofía de vida que tiene como escaparate ver al Betis, pero en sus almacenes todo un mundo de sentimientos.
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