«Me gusta que me comparen con Capi, pero yo no soy lo importante»
Escrito por Ramón Román
Lunes 26 de Julio de 2010 07:25
Tras el triángulo que le tocó vivir en verano con Levante y Córdoba, está ilusionado como un niño con un Jabulani. Vive casi en una nube, como explicó a ABC de Sevilla, contando los días para poder debutar con el Ruiz de Lopera repleto, «como la grada que llenaron en El Helmántico, que hacía retumbar todo el campo». Salva Sevilla confía en devolver todo lo que el Betis ha apostado por él y en no defraudar a los que lo comparan con Capi por posición, por juego y por sonrisas y amabilidad ante los medios, algo raro en estos tiempos…
—La verdad, es un orgullo que me comparen con él…
—Pero esas vitolas son complicadas de llevar a veces, ¿no?
—Pues sí, sobre todo porque Capi ha demostrado cómo es como futbolista y como persona. Espero que no me pese. Somos parecidos, pero aquí lo importante es el equipo, no qué vaya a hacer Salva Sevilla a nivel individual. Lo vital es lograr el ascenso. Por todos. Por el equipo, por el club y, sobre todo, por la afición.
—Pero, dígame entonces, ¿cómo es Salva Sevilla?
—Pues… Es complicado definirse… Puedo jugar más adelantado, más retrasado, tengo llegada, golpeo bien a balón parado… Eso sí, lo que no me va a faltar son las ganas y la fuerza para trabajar.
—¿Qué tal le ha recibido el equipo?
—Fenomenal. Me han acogido genial y eso es fundamental para funcionar bien a nivel individual y en equipo. A todos nos cuesta llegar nuevos a un equipo, pero aquí todo es distinto.
—Y todo eso con lo que está cayendo…
—Pues la verdad es que tenemos que estar al margen y pensar que sólo somos jugadores de fútbol, que lo nuestro es el balón. Lo institucional se sale de nuestro ámbito.
—Su verano tampoco ha sido habitual. ¿Cómo ha vivido todo lo de su fichaje?
—Bastante tranquilo. Desde que salió esta opción sólo quería jugar en el Betis, a pesar del precontrato que tenía ya firmado con el Córdoba. Así se lo dije a Joseba (se refiere a su representante) y, a partir de ahí, él ha sido el que ha movido todo. No quería saber nada del resto. Sólo quería firmar por el Betis y apareció la posibilidad de pasar por Valencia... (Risas).
—¿Y se ha encontrado el club que esperaba?
—Sí, en lo deportivo, sí. Vengo a jugar y a dar lo máximo.
—¿Podrá recuperarse el equipo del golpe que supuso no subir?
—Espero que sí. Fue un golpe duro para ellos porque al empatar en Salamanca se les hacía difícil. Pero debemos olvidar todo y empezar fuerte desde el principio, demostrando que somos el Betis y que tenemos que estar arriba como sea.
—¿Cómo juega un futbolista un partido así, con tu equipo y con el del futuro enfrentados?
—En aquel momento no sabía nada del Betis, sólo los rumores que me habían contado. Me debía al Salamanca y tenía que dar lo máximo para salvarlo. Ahora, fíjese, jugaremos contra ellos en la Copa…
—Un partido especial…
—Claro. Muchísimo. Me rodearán muchos compañeros, recuerdos… Ha sido el club en el que he madurado como futbolista y también como persona.
—¿Más que el Sevilla Atlético?
—Sí, ahí era más joven, más inexperto. Fueron buenos años, sobre todo por los compañeros, por lo que aprendí, pero maduré en Salamanca.
—Por eso espera que su afición no le eche en cara ese pasado, ¿no?
—Espero, espero, porque soy un profesional y ahora me debo al verde y al blanco.
—¿Cómo lleva la pretemporada?
—Nos dan caña, sí. (Risas). Es lo normal, hay que cargar las pilas. Pero tenemos muchas ganas por empezar. Desde la primera jornada los puntos valen igual y tenemos que demostrar que queremos estar arriba rápido.
—Pero la concentración se hace pesada, ¿no? ¿Se vive o se soporta?
—Se vive y se soporta. El año es muy largo y hay que trabajar ahora. Este grupo hace que tu llegada sea mucho más fácil.
—Se ha reencontrado con Mel, con el que coincidió en el Poli Ejido…
—Lo cierto es que coincidimos poco, unas dos o tres semanas. Yo era muy joven, salía de la cantera y buscaba una salida para tener minutos. Ahora es distinto. He jugado cuatro años en Segunda, he mejorado y he aprendido mucho. Es una situación totalmente distinta, pero me alegro de volver a coincidir con él. Es un gran técnico.
—¿Qué tal fue su debut ante el Atlético? ¿Cómo se sintió?
—Pues me sentí bien, con muchas ganas y ante una afición tan impresionante como ésta. El año pasado no pude jugar con el Salamanca porque estaba sancionado y estoy deseando poderles demostrar todo el fútbol que llevo dentro. ¿Sabe una cosa?
—Dígame.
—Provoqué una tarjeta para no jugar ante el Castellón y poder estar ante el Betis. El problema es que nevó, el partido se suspendió y tuve que cumplir sanción contra el Betis. Y me quedé sin jugar en el Ruiz de Lopera. Ahora tendré cuatro años para poder disfrutar de campo y afición…
—Por cierto, hágame una lista de deseos para la temporada…
—¿Además del ascenso? Salud y fuerzas para ponerle las cosas complicadas al entrenador. Es lo básico para disfrutar…
Escrito por Ramón Román
Lunes 26 de Julio de 2010 07:25
Tras el triángulo que le tocó vivir en verano con Levante y Córdoba, está ilusionado como un niño con un Jabulani. Vive casi en una nube, como explicó a ABC de Sevilla, contando los días para poder debutar con el Ruiz de Lopera repleto, «como la grada que llenaron en El Helmántico, que hacía retumbar todo el campo». Salva Sevilla confía en devolver todo lo que el Betis ha apostado por él y en no defraudar a los que lo comparan con Capi por posición, por juego y por sonrisas y amabilidad ante los medios, algo raro en estos tiempos…
—La verdad, es un orgullo que me comparen con él…
—Pero esas vitolas son complicadas de llevar a veces, ¿no?
—Pues sí, sobre todo porque Capi ha demostrado cómo es como futbolista y como persona. Espero que no me pese. Somos parecidos, pero aquí lo importante es el equipo, no qué vaya a hacer Salva Sevilla a nivel individual. Lo vital es lograr el ascenso. Por todos. Por el equipo, por el club y, sobre todo, por la afición.
—Pero, dígame entonces, ¿cómo es Salva Sevilla?
—Pues… Es complicado definirse… Puedo jugar más adelantado, más retrasado, tengo llegada, golpeo bien a balón parado… Eso sí, lo que no me va a faltar son las ganas y la fuerza para trabajar.
—¿Qué tal le ha recibido el equipo?
—Fenomenal. Me han acogido genial y eso es fundamental para funcionar bien a nivel individual y en equipo. A todos nos cuesta llegar nuevos a un equipo, pero aquí todo es distinto.
—Y todo eso con lo que está cayendo…
—Pues la verdad es que tenemos que estar al margen y pensar que sólo somos jugadores de fútbol, que lo nuestro es el balón. Lo institucional se sale de nuestro ámbito.
—Su verano tampoco ha sido habitual. ¿Cómo ha vivido todo lo de su fichaje?
—Bastante tranquilo. Desde que salió esta opción sólo quería jugar en el Betis, a pesar del precontrato que tenía ya firmado con el Córdoba. Así se lo dije a Joseba (se refiere a su representante) y, a partir de ahí, él ha sido el que ha movido todo. No quería saber nada del resto. Sólo quería firmar por el Betis y apareció la posibilidad de pasar por Valencia... (Risas).
—¿Y se ha encontrado el club que esperaba?
—Sí, en lo deportivo, sí. Vengo a jugar y a dar lo máximo.
—¿Podrá recuperarse el equipo del golpe que supuso no subir?
—Espero que sí. Fue un golpe duro para ellos porque al empatar en Salamanca se les hacía difícil. Pero debemos olvidar todo y empezar fuerte desde el principio, demostrando que somos el Betis y que tenemos que estar arriba como sea.
—¿Cómo juega un futbolista un partido así, con tu equipo y con el del futuro enfrentados?
—En aquel momento no sabía nada del Betis, sólo los rumores que me habían contado. Me debía al Salamanca y tenía que dar lo máximo para salvarlo. Ahora, fíjese, jugaremos contra ellos en la Copa…
—Un partido especial…
—Claro. Muchísimo. Me rodearán muchos compañeros, recuerdos… Ha sido el club en el que he madurado como futbolista y también como persona.
—¿Más que el Sevilla Atlético?
—Sí, ahí era más joven, más inexperto. Fueron buenos años, sobre todo por los compañeros, por lo que aprendí, pero maduré en Salamanca.
—Por eso espera que su afición no le eche en cara ese pasado, ¿no?
—Espero, espero, porque soy un profesional y ahora me debo al verde y al blanco.
—¿Cómo lleva la pretemporada?
—Nos dan caña, sí. (Risas). Es lo normal, hay que cargar las pilas. Pero tenemos muchas ganas por empezar. Desde la primera jornada los puntos valen igual y tenemos que demostrar que queremos estar arriba rápido.
—Pero la concentración se hace pesada, ¿no? ¿Se vive o se soporta?
—Se vive y se soporta. El año es muy largo y hay que trabajar ahora. Este grupo hace que tu llegada sea mucho más fácil.
—Se ha reencontrado con Mel, con el que coincidió en el Poli Ejido…
—Lo cierto es que coincidimos poco, unas dos o tres semanas. Yo era muy joven, salía de la cantera y buscaba una salida para tener minutos. Ahora es distinto. He jugado cuatro años en Segunda, he mejorado y he aprendido mucho. Es una situación totalmente distinta, pero me alegro de volver a coincidir con él. Es un gran técnico.
—¿Qué tal fue su debut ante el Atlético? ¿Cómo se sintió?
—Pues me sentí bien, con muchas ganas y ante una afición tan impresionante como ésta. El año pasado no pude jugar con el Salamanca porque estaba sancionado y estoy deseando poderles demostrar todo el fútbol que llevo dentro. ¿Sabe una cosa?
—Dígame.
—Provoqué una tarjeta para no jugar ante el Castellón y poder estar ante el Betis. El problema es que nevó, el partido se suspendió y tuve que cumplir sanción contra el Betis. Y me quedé sin jugar en el Ruiz de Lopera. Ahora tendré cuatro años para poder disfrutar de campo y afición…
—Por cierto, hágame una lista de deseos para la temporada…
—¿Además del ascenso? Salud y fuerzas para ponerle las cosas complicadas al entrenador. Es lo básico para disfrutar…
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