http://betisweb.com/docs/opinion.php?id=210
Sr. Manolo Ruiz de Lopera:
Le escribo la presente no con una pluma, ni en un papel. Le escribo la presente con sangre y en mi propia piel. Le escribo no con una mano, sino con el corazón. Le escribo sin pensar, con el alma.
Usted y yo nos conocemos, sabemos como pensamos. Usted sabe que siempre quise devolverle al Betis todo lo que me dio. Usted sabe que, pese a la cortedad de mis entendederas, siempre di lo mejor de mi mismo en esta empresa. Usted sabe que, primero fue mi sudor, luego cuando ese no fue digno de manchar tan grande emblema como es la camiseta, fueron mis torpes conocimientos. Nunca pude hacer por esa casa, todo lo que esa casa hizo por mi. En esa casa recibí educación, valores, sentimientos y una seguridad económica para el resto de mi vida.
Por eso, siempre me sentiré en deuda con el Real Betis Balompie. Un día del año 1986, casi le doy algo de lo que el me dio, pero no pude terminar ese empeño. En otra ocasión, no tan lejana y que creí no volvería a repetirse, lo devolví a su sitio. Bueno, colaboré, porque, ahí, quien de verdad lo hizo fue otro, al que usted también puso en la calle, quizá, por querer darle al Betis todo lo que recibió.
Por eso, no lo entiendo, no entiendo que es lo que pretende. Manolo, el Betis es algo más grande que nosotros mismos, algo que nos sobrevivirá y que tenemos el deber, de llevar incolume a los que nos sucedan. El Betis siempre nos da más de lo que todos le damos, es su desgracia, si los componentes de plantillas, cuadros técnicos, directivas... hubiesemos sido capaces, si quiera, de poner al Betis, donde el Betis tiene que estar, otro gallo hubiese cantado. Pero no hemos podido, Manolo y usted, el primero. Hemos sido incapaces de hacer que el Betis sea tan grande como su afición es.
Lo que ninguno habiamos hecho hasta ahora, Manolo, es creernos que el Betis era nuestro. Algunos, en su inmodestia, habían pensado que eran imprescindibles, pero era lo más. Creer que el Betis era suyo, Manolo, ha sido usted el primero... Y eso, para que lo sepa, eso, es mentira, porque el Betis es al Bético, como el aire al ser humano. El Betis es al Bético como la misa a los curas, como la partitura al músico, como el agua, a la vida. Sin el Betis, el Bético está perdido pues su norte ha desaparecido de la brújula y usted, Manolo, se ha quedado el norte de las brújulas de los béticos.
Los béticos no pretenden, no quieren, no aspiran más que a otra cosa que no sea la felicidad. Y usted, Manolo, les priva continuamente de esta cosa tan sencilla y tan grande. Los béticos no quieren un Betis campeón, aunque podrían tenerlo si sus gestores estuviesen a la altura, no quieren más que dignidad, seriedad, respeto y coherencia y no esta locura que usted les da. El Betis de hoy no tiene dignidad, no se respeta a si mismo ni se hace respetar por los demás, no es coherente con sus tradiciones, no es serio y eso, Manolo, es por su culpa, porque se ha creido que el Betis, en su locura, es de usted y se ha propuesto, por rencor, terminar con él pero, creame, eso es imposible.
No le voy a dar más la brasa, no le daré más la lata, reflexione, siempre estara a tiempo de hacerse a un lado y disfrutar de este club. Pienselo, hagalo por el Bético.
Un saludo .
Aqui lo tenéis leido por un comentarista de Estilo Betis.
http://www.megaupload.com/?d=SA5LFNYD
Sr. Manolo Ruiz de Lopera:
Le escribo la presente no con una pluma, ni en un papel. Le escribo la presente con sangre y en mi propia piel. Le escribo no con una mano, sino con el corazón. Le escribo sin pensar, con el alma.
Usted y yo nos conocemos, sabemos como pensamos. Usted sabe que siempre quise devolverle al Betis todo lo que me dio. Usted sabe que, pese a la cortedad de mis entendederas, siempre di lo mejor de mi mismo en esta empresa. Usted sabe que, primero fue mi sudor, luego cuando ese no fue digno de manchar tan grande emblema como es la camiseta, fueron mis torpes conocimientos. Nunca pude hacer por esa casa, todo lo que esa casa hizo por mi. En esa casa recibí educación, valores, sentimientos y una seguridad económica para el resto de mi vida.
Por eso, siempre me sentiré en deuda con el Real Betis Balompie. Un día del año 1986, casi le doy algo de lo que el me dio, pero no pude terminar ese empeño. En otra ocasión, no tan lejana y que creí no volvería a repetirse, lo devolví a su sitio. Bueno, colaboré, porque, ahí, quien de verdad lo hizo fue otro, al que usted también puso en la calle, quizá, por querer darle al Betis todo lo que recibió.
Por eso, no lo entiendo, no entiendo que es lo que pretende. Manolo, el Betis es algo más grande que nosotros mismos, algo que nos sobrevivirá y que tenemos el deber, de llevar incolume a los que nos sucedan. El Betis siempre nos da más de lo que todos le damos, es su desgracia, si los componentes de plantillas, cuadros técnicos, directivas... hubiesemos sido capaces, si quiera, de poner al Betis, donde el Betis tiene que estar, otro gallo hubiese cantado. Pero no hemos podido, Manolo y usted, el primero. Hemos sido incapaces de hacer que el Betis sea tan grande como su afición es.
Lo que ninguno habiamos hecho hasta ahora, Manolo, es creernos que el Betis era nuestro. Algunos, en su inmodestia, habían pensado que eran imprescindibles, pero era lo más. Creer que el Betis era suyo, Manolo, ha sido usted el primero... Y eso, para que lo sepa, eso, es mentira, porque el Betis es al Bético, como el aire al ser humano. El Betis es al Bético como la misa a los curas, como la partitura al músico, como el agua, a la vida. Sin el Betis, el Bético está perdido pues su norte ha desaparecido de la brújula y usted, Manolo, se ha quedado el norte de las brújulas de los béticos.
Los béticos no pretenden, no quieren, no aspiran más que a otra cosa que no sea la felicidad. Y usted, Manolo, les priva continuamente de esta cosa tan sencilla y tan grande. Los béticos no quieren un Betis campeón, aunque podrían tenerlo si sus gestores estuviesen a la altura, no quieren más que dignidad, seriedad, respeto y coherencia y no esta locura que usted les da. El Betis de hoy no tiene dignidad, no se respeta a si mismo ni se hace respetar por los demás, no es coherente con sus tradiciones, no es serio y eso, Manolo, es por su culpa, porque se ha creido que el Betis, en su locura, es de usted y se ha propuesto, por rencor, terminar con él pero, creame, eso es imposible.
No le voy a dar más la brasa, no le daré más la lata, reflexione, siempre estara a tiempo de hacerse a un lado y disfrutar de este club. Pienselo, hagalo por el Bético.
Un saludo .
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