Las plusvalías por los traspasos de Ceballos y Pezzella, así como los pagos ordinarios, completarán el año próximo la deuda concursal
El Betis entró en concurso de acreedores en enero de 2011 y saldrá de manera definitiva en 2019. Lo hará cumpliendo de manera estricta el calendario de pagos pero acortándolo gracias a las plusvalías de las ventas de algunos de sus futbolistas. El caso de Pezzella es el último. El traspaso del argentino a la Fiorentina, valorado en diez millones de euros, dará el impulso definitivo a la liquidación de la deuda que ha venido soportando el club durante todas estas temporadas y que ha mermado su capacidad de maniobra. Con los abonos de los dos plazos habituales que restan de 2018 y 2019 así como el porcentaje correspondiente de las ventas de Ceballos y Pezzella, el Betis pone fin al concurso de acreedores.
La deuda actual del Betis en esta partida asciende en estos momentos a los 9.400.000 euros. Durante este mes de junio el club abonará 2.200.000 correspondientes a la cuota anual. En octubre se procede a pagar las cantidades correspondientes a las plusvalías generadas por los traspasos de jugadores del ejercicio anterior. El más importante fue el de Dani Ceballos. En el convenio estaba incluido que cada venta de futbolista que conllevara una plusvalía obligaba a la entidad a desviar el 25 por ciento neto de la misma para hacer frente la deuda con los acreedores. Como ya sucedió con las salidas de Beñat (nueve millones al Athletic) o Ndiaye (7,5 millones al Villarreal), de la operación de traspaso de Ceballos al Real Madrid, 3.500.000 euros deben ser destinados en octubre a la reducción de la deuda concursal.
A partir de ese momento se aplicará ya en junio de 2019 los 2.200.000 que cada ejercicio ha de afrontar el Betis como plazo fijo y ya en octubre el club abonará el 1.500.000 final para acabar con esta deuda. La venta de Pezella a la Fiorentina, que ejecutó la semana pasada la cláusula de compra después de la cesión por una temporada, deja una plusvalía superior a los seis millones de euros, por lo que el 25 por ciento de la misma sirve para completar esta partida y que el concurso del Betis sea de una vez por todas historia.
Estos pagos han ido mermando la capacidad de maniobra económica del club desde que en 2010 se presentó la solicitud de preconcurso, en 2011 se aprobó la entrada y en 2012 se confeccionó el calendario de pagos. Los 90 millones de euros que detalló la administración concursal en su amplio informe quedarán ya como un recuerdo negativo en la historia del club a partir de 2019, con lo que todos los ingresos por traspasos ya serán íntegros para el club y la entidad no tendrá que afrontar plazos de 2.200.000 euros cada mes de junio, con lo que ello supone.
El Betis estuvo estudiando en fechas recientes poder liquidar las cantidades pendientes del concurso a través de un préstamo con un banco asiático (japonés, según algunas fuentes) que también iba a incluir las cantidades correspondientes a la demolición y obra del Gol Sur, pero es algo que no se ha ejecutado hasta la fecha.
El Betis ha ido reduciendo de manera progresiva la deuda gracias a su acertada gestión económica en las últimas campañas. Cabe recordar que en 2013 la cantidad pendiente con los acreedores era de 46 millones, adelgazada hasta 20 en 2014 y a dieciséis en 2015. El club acumula ya siete ejercicios consecutivos con resultados positivos, con lo que ha ido resolviendo esta coyuntura que obligó a la convivencia durante un par de temporadas de las administraciones judicial y concursal en la gestión del Betis, algo casi sin igual en el fútbol español.
En Heliópolis han estado gestionando fuera del control directo concursal desde junio de 2012 aunque se mantenía una comisión de vigilancia con los principales acreedores. Las restricciones fueron liberándose y la entidad ha manejado sus cuentas siempre teniendo en cuenta la obligación de afrontar los pagos proyectados. En junio de 2015 liquidó su deuda con Hacienda, el principal acreedor por una cantidad de 30 millones, debido al convenio especial con la Agencia Tributaria.
La salida del concurso afectará de manera muy positiva al Betis de cara al control económico que ejerce LaLiga y a sus opciones de crecimiento en este sentido. El organismo que dirige Javier Tebas mantiene un tratamiento diferente a las entidades que están obligadas con el calendario vigente del concurso que a los que no. Las saneadas cuentas del club verdiblanco en los ejercicios recientes y la gestión de su consejo han sido elogiadas en varias ocasiones por el presidente de la patronal de los equipos del fútbol español y este paso permitiría para los verdiblancos un mejor escenario para futuras operaciones, ahora que pretende hacer movimientos más importantes en el mercado de fichajes y en inversiones en diferentes apartados.
Mateo González.
El Betis entró en concurso de acreedores en enero de 2011 y saldrá de manera definitiva en 2019. Lo hará cumpliendo de manera estricta el calendario de pagos pero acortándolo gracias a las plusvalías de las ventas de algunos de sus futbolistas. El caso de Pezzella es el último. El traspaso del argentino a la Fiorentina, valorado en diez millones de euros, dará el impulso definitivo a la liquidación de la deuda que ha venido soportando el club durante todas estas temporadas y que ha mermado su capacidad de maniobra. Con los abonos de los dos plazos habituales que restan de 2018 y 2019 así como el porcentaje correspondiente de las ventas de Ceballos y Pezzella, el Betis pone fin al concurso de acreedores.
La deuda actual del Betis en esta partida asciende en estos momentos a los 9.400.000 euros. Durante este mes de junio el club abonará 2.200.000 correspondientes a la cuota anual. En octubre se procede a pagar las cantidades correspondientes a las plusvalías generadas por los traspasos de jugadores del ejercicio anterior. El más importante fue el de Dani Ceballos. En el convenio estaba incluido que cada venta de futbolista que conllevara una plusvalía obligaba a la entidad a desviar el 25 por ciento neto de la misma para hacer frente la deuda con los acreedores. Como ya sucedió con las salidas de Beñat (nueve millones al Athletic) o Ndiaye (7,5 millones al Villarreal), de la operación de traspaso de Ceballos al Real Madrid, 3.500.000 euros deben ser destinados en octubre a la reducción de la deuda concursal.
A partir de ese momento se aplicará ya en junio de 2019 los 2.200.000 que cada ejercicio ha de afrontar el Betis como plazo fijo y ya en octubre el club abonará el 1.500.000 final para acabar con esta deuda. La venta de Pezella a la Fiorentina, que ejecutó la semana pasada la cláusula de compra después de la cesión por una temporada, deja una plusvalía superior a los seis millones de euros, por lo que el 25 por ciento de la misma sirve para completar esta partida y que el concurso del Betis sea de una vez por todas historia.
Estos pagos han ido mermando la capacidad de maniobra económica del club desde que en 2010 se presentó la solicitud de preconcurso, en 2011 se aprobó la entrada y en 2012 se confeccionó el calendario de pagos. Los 90 millones de euros que detalló la administración concursal en su amplio informe quedarán ya como un recuerdo negativo en la historia del club a partir de 2019, con lo que todos los ingresos por traspasos ya serán íntegros para el club y la entidad no tendrá que afrontar plazos de 2.200.000 euros cada mes de junio, con lo que ello supone.
El Betis estuvo estudiando en fechas recientes poder liquidar las cantidades pendientes del concurso a través de un préstamo con un banco asiático (japonés, según algunas fuentes) que también iba a incluir las cantidades correspondientes a la demolición y obra del Gol Sur, pero es algo que no se ha ejecutado hasta la fecha.
El Betis ha ido reduciendo de manera progresiva la deuda gracias a su acertada gestión económica en las últimas campañas. Cabe recordar que en 2013 la cantidad pendiente con los acreedores era de 46 millones, adelgazada hasta 20 en 2014 y a dieciséis en 2015. El club acumula ya siete ejercicios consecutivos con resultados positivos, con lo que ha ido resolviendo esta coyuntura que obligó a la convivencia durante un par de temporadas de las administraciones judicial y concursal en la gestión del Betis, algo casi sin igual en el fútbol español.
En Heliópolis han estado gestionando fuera del control directo concursal desde junio de 2012 aunque se mantenía una comisión de vigilancia con los principales acreedores. Las restricciones fueron liberándose y la entidad ha manejado sus cuentas siempre teniendo en cuenta la obligación de afrontar los pagos proyectados. En junio de 2015 liquidó su deuda con Hacienda, el principal acreedor por una cantidad de 30 millones, debido al convenio especial con la Agencia Tributaria.
La salida del concurso afectará de manera muy positiva al Betis de cara al control económico que ejerce LaLiga y a sus opciones de crecimiento en este sentido. El organismo que dirige Javier Tebas mantiene un tratamiento diferente a las entidades que están obligadas con el calendario vigente del concurso que a los que no. Las saneadas cuentas del club verdiblanco en los ejercicios recientes y la gestión de su consejo han sido elogiadas en varias ocasiones por el presidente de la patronal de los equipos del fútbol español y este paso permitiría para los verdiblancos un mejor escenario para futuras operaciones, ahora que pretende hacer movimientos más importantes en el mercado de fichajes y en inversiones en diferentes apartados.
Mateo González.
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