Empezaba DonLuí Olivé sus andanzas en el Betis de manera peculiar... De la mano del que le vendía las acciones y hasta ese mismo día no permitía ni nombrar a Gordillo en la radio entraba en escena...
Uno decía que vendía, otro que compraba... Si aceptamos pulpo como animal de compañía y en esos días un tal Paul así lo demostraba, podíamos pensar... Vaya, pues sí, pues ahora sí... pero...
Trajo tantos puentes tendidos que parecía Venecia y no Sevilla a donde había recalado tan curioso empresario. No quería hablar de dinero y soltó que a un tal Ruiz le había ya abonado 2,1 millones de euros y la operación estaba tasada en 16 aproximadamente. El CSD no sabía nada, y los empresarios escondidos no tenían ni idea de un pequeño matiz, que a un tal Ruiz, a la sazón dueño de esos papelitos, lo estaban investigando por algo gordo, gordo. Su proyecto era ilusionante, pero poco explicaba del mismo y posteriormente iba desgranando perlitas que casi emocionaban a los béticos de lo fácil que parecía y lo difícil que un tal Ruiz lo había puesto durante tantos años...
Manos tendidas a béticos de toda la vida, a la oposición, al que pasaba por delante y no al busto porque este carece de manos. Pero los de la oposición, qué gente más mala, desconfiaban, sin papeles, sin saber qué hace, quién es y a qué juega no van a perder el tiempo ni con DonLuí ni con nadie. Los béticos de toda la vida se resumen en un segundo entrenador que viene a trabajar y un tal Cuqui que como currículum muestra una genealogía bética bética.
Todo son buenas palabras, de hecho desaparecen del "escalafón" personajes familiares y no por ello con una buena reputación entre los béticos. Se van como si nunca hubiesen existido, no los echan de menos ni los que llegaron a tenerlos como ídolos. Desaparecen sin más, sin ruido, sin molestias... Cuántas empresas quisieran tener despedidos de esta calaña.
Por supuesto se habla a boca llena de un club libre donde todos pueden opinar y ya los periodistas se temen lo peor. La oposición ya es la de siempre, la que quiere acabar con el Betis. Los empresarios escondidos siguen muy escondidos... Promete una junta y ya no existe. Los de siempre, a los que se ha añadido por coptación o como sea esa palabra, el tal Olivé, siguen ahí, no se sabe en qué limbo bético pero no se ha ido ninguno. Es lo más llamativo, viene alguien que dice que es nuevo y aquí no se va nada más que el que se lo lleva calentito.
Pero... Ahora que todo vuelve a ser de nuevo lo que era, los opositores unos destructores, el consejo es el que manda (ay que me da la risa), estamos en segunda y... bueno, el juzgado es verdad que ha cambiado muchas cosas, por lo menos incluso ya no pagamos 1200 euros por guardar las camisetas de los 90. Cuánto me acordaré esos niños béticos en Cataluña, defendiendo la camiseta del Betis, ganándole a todo un Barcelona y sujetándose las calzonas con la mano porque le estaban grandes...
En fin, que ahora que este consejo puede hacer historia vuelve la histeria... Qué tendrá ese palco para que se mueva menos que los sillones de scay blanco de las oficinas??? Ellos sabrán lo que hacen y cómo lo hacen... Si siguen defendiendo a quien, en su condición de imputado, deberían denunciar y con ello provocar que el Betis vaya en caida libre o son, por una vez, consecuentes con ese cargo que ahora no saben para qué sirve porque hasta por declaraciones ante la guardia civil han demostrado que no son más que estorbos con sitios de privilegio.
Y dicen que la oposición es destructora...
Pd.: Hasta siempre Mompa... has sido honesto, has hecho lo que te han mandado...
Uno decía que vendía, otro que compraba... Si aceptamos pulpo como animal de compañía y en esos días un tal Paul así lo demostraba, podíamos pensar... Vaya, pues sí, pues ahora sí... pero...
Trajo tantos puentes tendidos que parecía Venecia y no Sevilla a donde había recalado tan curioso empresario. No quería hablar de dinero y soltó que a un tal Ruiz le había ya abonado 2,1 millones de euros y la operación estaba tasada en 16 aproximadamente. El CSD no sabía nada, y los empresarios escondidos no tenían ni idea de un pequeño matiz, que a un tal Ruiz, a la sazón dueño de esos papelitos, lo estaban investigando por algo gordo, gordo. Su proyecto era ilusionante, pero poco explicaba del mismo y posteriormente iba desgranando perlitas que casi emocionaban a los béticos de lo fácil que parecía y lo difícil que un tal Ruiz lo había puesto durante tantos años...
Manos tendidas a béticos de toda la vida, a la oposición, al que pasaba por delante y no al busto porque este carece de manos. Pero los de la oposición, qué gente más mala, desconfiaban, sin papeles, sin saber qué hace, quién es y a qué juega no van a perder el tiempo ni con DonLuí ni con nadie. Los béticos de toda la vida se resumen en un segundo entrenador que viene a trabajar y un tal Cuqui que como currículum muestra una genealogía bética bética.
Todo son buenas palabras, de hecho desaparecen del "escalafón" personajes familiares y no por ello con una buena reputación entre los béticos. Se van como si nunca hubiesen existido, no los echan de menos ni los que llegaron a tenerlos como ídolos. Desaparecen sin más, sin ruido, sin molestias... Cuántas empresas quisieran tener despedidos de esta calaña.
Por supuesto se habla a boca llena de un club libre donde todos pueden opinar y ya los periodistas se temen lo peor. La oposición ya es la de siempre, la que quiere acabar con el Betis. Los empresarios escondidos siguen muy escondidos... Promete una junta y ya no existe. Los de siempre, a los que se ha añadido por coptación o como sea esa palabra, el tal Olivé, siguen ahí, no se sabe en qué limbo bético pero no se ha ido ninguno. Es lo más llamativo, viene alguien que dice que es nuevo y aquí no se va nada más que el que se lo lleva calentito.
Pero... Ahora que todo vuelve a ser de nuevo lo que era, los opositores unos destructores, el consejo es el que manda (ay que me da la risa), estamos en segunda y... bueno, el juzgado es verdad que ha cambiado muchas cosas, por lo menos incluso ya no pagamos 1200 euros por guardar las camisetas de los 90. Cuánto me acordaré esos niños béticos en Cataluña, defendiendo la camiseta del Betis, ganándole a todo un Barcelona y sujetándose las calzonas con la mano porque le estaban grandes...
En fin, que ahora que este consejo puede hacer historia vuelve la histeria... Qué tendrá ese palco para que se mueva menos que los sillones de scay blanco de las oficinas??? Ellos sabrán lo que hacen y cómo lo hacen... Si siguen defendiendo a quien, en su condición de imputado, deberían denunciar y con ello provocar que el Betis vaya en caida libre o son, por una vez, consecuentes con ese cargo que ahora no saben para qué sirve porque hasta por declaraciones ante la guardia civil han demostrado que no son más que estorbos con sitios de privilegio.
Y dicen que la oposición es destructora...
Pd.: Hasta siempre Mompa... has sido honesto, has hecho lo que te han mandado...
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