Clemente podrá caer como el culo, cómo es en mi caso, pero en la frase que da título al post tiene razón.
La bética es una afición muy fiel, que le gusta mucho darse golpes en el pecho y que cree que el hecho de ir al campo en masa es sinónimo de apoyo.
Sin embargo es verdad que a la mínima o se escuchan pitos ( bien a todo el equipo o al jugador de turno al que se le haya cogido manía) lo.que no ayuda ni al jugador en cuestión ni al equipo, o hay un runrún en la grada que tampoco ayuda en nada.
Eso sí, con nada que nos den hacemos la ola. Cómo afición somos bipolares, queramos asumirlo o no.
La bética es una afición muy fiel, que le gusta mucho darse golpes en el pecho y que cree que el hecho de ir al campo en masa es sinónimo de apoyo.
Sin embargo es verdad que a la mínima o se escuchan pitos ( bien a todo el equipo o al jugador de turno al que se le haya cogido manía) lo.que no ayuda ni al jugador en cuestión ni al equipo, o hay un runrún en la grada que tampoco ayuda en nada.
Eso sí, con nada que nos den hacemos la ola. Cómo afición somos bipolares, queramos asumirlo o no.
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