La juez: «No se van a permitir más coacciones»
SANTIAGO SALAS DE VEGA / Sevilla, diario El Mundo, edición impresa
La sorprendente 'ayuda' de la Fiscalía a Lopera descoloca a la acusación: «Fue casi más lejos que la propia defensa» / Considera incluso la opción de querellarse contra ella por prevaricación / Alaya amonestó cuatro veces al abogado de Lopera por su actitud
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«Casi fue más lejos que la misma defensa de Lopera». El sorprendente papel que volvió a jugar el Ministerio Fiscal, uno de los querellantes, durante la declaración que prestó el dirigente del Betis el pasado miércoles ha descolocado a la acusación, las plataformas de la oposición.
Todo se destapó durante la vistilla posterior al interminable interrogatorio de Lopera, en la que la juez que instruye el caso, Mercedes Alaya, escuchó qué medidas cautelares proponían las partes. Después de que la acusación detallase las suyas -intervención judicial del Betis, congelación de las acciones de Farusa o embargo de las cuentas del imputado-, ésta vio cómo todas se estrellaban contra un muro inesperado: el de la Fiscalía.
Las dos cartas más fuertes que descubrió ésta fueron su negativa a que se adoptase cualquier tipo de medida cautelar y la de la solicitud, en tal caso, de una fianza a los demandantes (se llegó a sugerir una cifra en torno a los 12 millones de euros). Cuando Por Nuestro Betis dijo que ellos aceptarían, incluso les cuestionó que tuvieran fondos para hacerlo: «(La Fiscalía) Se opone a las medidas interesadas por las tres asociaciones querellantes, al considerar que contienen peticiones no fundadas en derecho», argumentaron textualmente.
Por supuesto, la defensa de Lopera, encantada con el escenario que se le acababa de presentar, se añadió presta «al riguroso y fundado» informe de la Fiscalía. Y recordó que no es el mejor momento para una intervención judicial del Betis... porque estamos en plena pretemporada (¡!): «La medida de la administración judicial solicitada podría provocar gravísimos daños y perjuicios a terceros ajenos a la causa y a la propia entidad del Real Betis por las especiales circunstancias que en todos los clubs de fútbol se producen entre el final de una temporada y el principio de la siguiente».
Tampoco a la juez Alaya debe haberle hecho ninguna gracia el último giro copernicano de la fiscal encargada del interrogatorio. Se trata de la misma que se cargó con un informe de apenas medio folio el primer examen de los peritos, pidiendo que se anularan esos presuntos delitos cometidos por Lopera hasta el año 98 porque, a su juicio, habrían prescrito. Aquello ocurrió a finales de abril.
Dos semanas después, Alaya fue contundente. Desestimó en un auto íntegramente esa petición por «realizar una serie de alegaciones sorprendentes, y cuanto menos extravagantes, solicitando expresamente que se declare la prescripción de los hechos anteriores al 19 de marzo de 1998 a tenor de las penas señaladas para los delitos que se investigan» en la causa.
La juez no se cortó. «Causa asombro» que se pida esa prescripción «de unos hechos que vienen siendo investigados desde hace casi dos años», puesto que el auto que extendía la investigación al año 1993 tiene fecha de 4 de junio de 2008. «El asombro es aún mayor si recordamos que dicho auto, que fue recurrido por el Ministerio Fiscal, lo fue por motivos absolutamente ajenos al periodo de investigación ampliado». Y el bofetón final: «(...) No es más que el colofón de la postura de enfrentamiento dialéctico y procesal y de nula colaboración que ha tenido dicho Ministerio Público en la presente causa con el Juzgado Instructor».
La reacción de Alaya provocó que la Fiscalía corrigiese su repentina postura... hasta ahora, justo en la declaración de Lopera como imputado, cuando inesperadamente ha vuelto a abrazarla.
Este asunto ha hecho que el resto de plataformas querellantes considere incluso hasta la opción de presentar una querella por prevaricación contra el Ministerio Fiscal, alternativa que siguen estudiando, empujados por la actitud desconcertante e «irresponsable» de éste.
La ayuda de la Fiscalía espoleó a la defensa de Lopera, con la que la juez tuvo también varios encontronazos durante el interrogatorio, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso EL MUNDO. En su transcripción se detallan las repetidas intervenciones del abogado del dirigente -José María Calero, que junto con Alfredo Flórez, ambos ex fiscales, éste último fiscal jefe de Sevilla durante dos décadas, está dirigiendo su defensa- interrumpiendo la declaración con sus protestas y perturbando a la juez, y por supuesto las llamadas al orden por parte de ésta, hasta cuatro se reflejan. En la última de ellas, Alaya ya es tajante: «No se le va a permitir que siga coaccionando a este órgano jurisdiccional».
La juez tenía previsto emitir ayer el auto en el que detallaría -o descartaría- las medidas cautelares a tomar de entre todas las propuestas por la acusación, pero retrasó su decisión «hasta hoy o incluso al lunes», según pronostican los abogados de las plataformas. «Que se esté retrasando es buena señal. Significa que la señora juez está sopesando todas las opciones y estudiándolas todas. Si tuviese claro que no, ya se hubiera sabido», se refiere Cayetano García de la Borbolla, de Por Nuestro Betis.
Lopera también aprovechó ayer la espera para acercarse a la juez. «Ya agradecí personalmente a la jueza su trabajo riguroso, su esfuerzo y su trato exquisito, y quiero ahora hacerlo públicamente», ensalzaba en un comunicado que emitió. También había, claro, alabanzas para la Fiscalía «por su riguroso trabajo para aclarar todos los hechos». Sobre eso, él y Alaya se ve que no piensan igual.
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¡Viva el Betis libre!
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16 Jul 2010, 08:14
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SANTIAGO SALAS DE VEGA / Sevilla, diario El Mundo, edición impresa
La sorprendente 'ayuda' de la Fiscalía a Lopera descoloca a la acusación: «Fue casi más lejos que la propia defensa» / Considera incluso la opción de querellarse contra ella por prevaricación / Alaya amonestó cuatro veces al abogado de Lopera por su actitud
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«Casi fue más lejos que la misma defensa de Lopera». El sorprendente papel que volvió a jugar el Ministerio Fiscal, uno de los querellantes, durante la declaración que prestó el dirigente del Betis el pasado miércoles ha descolocado a la acusación, las plataformas de la oposición.
Todo se destapó durante la vistilla posterior al interminable interrogatorio de Lopera, en la que la juez que instruye el caso, Mercedes Alaya, escuchó qué medidas cautelares proponían las partes. Después de que la acusación detallase las suyas -intervención judicial del Betis, congelación de las acciones de Farusa o embargo de las cuentas del imputado-, ésta vio cómo todas se estrellaban contra un muro inesperado: el de la Fiscalía.
Las dos cartas más fuertes que descubrió ésta fueron su negativa a que se adoptase cualquier tipo de medida cautelar y la de la solicitud, en tal caso, de una fianza a los demandantes (se llegó a sugerir una cifra en torno a los 12 millones de euros). Cuando Por Nuestro Betis dijo que ellos aceptarían, incluso les cuestionó que tuvieran fondos para hacerlo: «(La Fiscalía) Se opone a las medidas interesadas por las tres asociaciones querellantes, al considerar que contienen peticiones no fundadas en derecho», argumentaron textualmente.
Por supuesto, la defensa de Lopera, encantada con el escenario que se le acababa de presentar, se añadió presta «al riguroso y fundado» informe de la Fiscalía. Y recordó que no es el mejor momento para una intervención judicial del Betis... porque estamos en plena pretemporada (¡!): «La medida de la administración judicial solicitada podría provocar gravísimos daños y perjuicios a terceros ajenos a la causa y a la propia entidad del Real Betis por las especiales circunstancias que en todos los clubs de fútbol se producen entre el final de una temporada y el principio de la siguiente».
Tampoco a la juez Alaya debe haberle hecho ninguna gracia el último giro copernicano de la fiscal encargada del interrogatorio. Se trata de la misma que se cargó con un informe de apenas medio folio el primer examen de los peritos, pidiendo que se anularan esos presuntos delitos cometidos por Lopera hasta el año 98 porque, a su juicio, habrían prescrito. Aquello ocurrió a finales de abril.
Dos semanas después, Alaya fue contundente. Desestimó en un auto íntegramente esa petición por «realizar una serie de alegaciones sorprendentes, y cuanto menos extravagantes, solicitando expresamente que se declare la prescripción de los hechos anteriores al 19 de marzo de 1998 a tenor de las penas señaladas para los delitos que se investigan» en la causa.
La juez no se cortó. «Causa asombro» que se pida esa prescripción «de unos hechos que vienen siendo investigados desde hace casi dos años», puesto que el auto que extendía la investigación al año 1993 tiene fecha de 4 de junio de 2008. «El asombro es aún mayor si recordamos que dicho auto, que fue recurrido por el Ministerio Fiscal, lo fue por motivos absolutamente ajenos al periodo de investigación ampliado». Y el bofetón final: «(...) No es más que el colofón de la postura de enfrentamiento dialéctico y procesal y de nula colaboración que ha tenido dicho Ministerio Público en la presente causa con el Juzgado Instructor».
La reacción de Alaya provocó que la Fiscalía corrigiese su repentina postura... hasta ahora, justo en la declaración de Lopera como imputado, cuando inesperadamente ha vuelto a abrazarla.
Este asunto ha hecho que el resto de plataformas querellantes considere incluso hasta la opción de presentar una querella por prevaricación contra el Ministerio Fiscal, alternativa que siguen estudiando, empujados por la actitud desconcertante e «irresponsable» de éste.
La ayuda de la Fiscalía espoleó a la defensa de Lopera, con la que la juez tuvo también varios encontronazos durante el interrogatorio, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso EL MUNDO. En su transcripción se detallan las repetidas intervenciones del abogado del dirigente -José María Calero, que junto con Alfredo Flórez, ambos ex fiscales, éste último fiscal jefe de Sevilla durante dos décadas, está dirigiendo su defensa- interrumpiendo la declaración con sus protestas y perturbando a la juez, y por supuesto las llamadas al orden por parte de ésta, hasta cuatro se reflejan. En la última de ellas, Alaya ya es tajante: «No se le va a permitir que siga coaccionando a este órgano jurisdiccional».
La juez tenía previsto emitir ayer el auto en el que detallaría -o descartaría- las medidas cautelares a tomar de entre todas las propuestas por la acusación, pero retrasó su decisión «hasta hoy o incluso al lunes», según pronostican los abogados de las plataformas. «Que se esté retrasando es buena señal. Significa que la señora juez está sopesando todas las opciones y estudiándolas todas. Si tuviese claro que no, ya se hubiera sabido», se refiere Cayetano García de la Borbolla, de Por Nuestro Betis.
Lopera también aprovechó ayer la espera para acercarse a la juez. «Ya agradecí personalmente a la jueza su trabajo riguroso, su esfuerzo y su trato exquisito, y quiero ahora hacerlo públicamente», ensalzaba en un comunicado que emitió. También había, claro, alabanzas para la Fiscalía «por su riguroso trabajo para aclarar todos los hechos». Sobre eso, él y Alaya se ve que no piensan igual.
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¡Viva el Betis libre!
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16 Jul 2010, 08:14
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