Con el país entero unido por la fiesta del fútbol, los béticos asisten a otra lanzada más al Real Betis Balompié
LUIS CARLOS PERIS | ACTUALIZADO 09.07.2010 - 01:00
CONTINÚA el alborozo porque Puyol le daba la razón al pulpo Paul, se canta y por Canaletas se hace la ola porque Barcelona es española, todo el país bulle como si los sanfermines se hubiesen salido de sus límites pamplonicas, como si toda España fuese una inmensa calle de la Estafeta, los pronósticos para la final no hacen más que multiplicar esta alegría y, sin embargo, el bético anda sumido en una tristeza que se combina con la rabia de comprobar cómo uno que ronea de bético ha consumado su enésima traición cuando el tiempo galopa inexorable camino de un 14-J que debería poner las cosas en su sitio definitivamente.
Ríe España y llora el Betis, ese Real Betis Balompié centenario que escribió su historia a sangre y fuego sin saber que también esa historia contaría con capítulos tan ominosos como los que vive desde el malhadado año 1992 en que un desaprensivo sin alma lo secuestró. Y ese secuestrador dice ahora que ha liberado al Betis cuando lo único que ha hecho es ponerlo en unas manos igual de poco recomendables. No quiero, por favor, decir que el susodicho Luis Oliver, con sus ricitos en la nuca y su sobredosis de gomina, sea peor que el odiado secuestrador, pues empeorar la imagen del susodicho es imposible, pero sus antecedentes son para tocarse la ropa.
Lo único que merece una semisonrisa es que ese cómplice de nuevo cuño, uno más, le haya dicho a Lopera que es un ditero de tres al cuarto y que llevaba el club con una libreta. Menos da una piedra mientras el encartado decía que sólo catorce estaban contra él, como si los sesenta mil que se echaron a la calle hace un año no hubiesen existido. Rabia da que en este tiempo de gozo futbolero, al pobre Betis le toque llorar sin poder disfrutar de lo que el equipo de todos está gritándole al mundo entero. Sino indudable de un club vapuleado desde dentro para estupor de una ingente masa de fieles que llora impotente, de pura rabia mientras el resto, toda España, ríe.
Fuente: http://www.diariodesevilla.es/articl...odo/betis.html
LUIS CARLOS PERIS | ACTUALIZADO 09.07.2010 - 01:00
CONTINÚA el alborozo porque Puyol le daba la razón al pulpo Paul, se canta y por Canaletas se hace la ola porque Barcelona es española, todo el país bulle como si los sanfermines se hubiesen salido de sus límites pamplonicas, como si toda España fuese una inmensa calle de la Estafeta, los pronósticos para la final no hacen más que multiplicar esta alegría y, sin embargo, el bético anda sumido en una tristeza que se combina con la rabia de comprobar cómo uno que ronea de bético ha consumado su enésima traición cuando el tiempo galopa inexorable camino de un 14-J que debería poner las cosas en su sitio definitivamente.
Ríe España y llora el Betis, ese Real Betis Balompié centenario que escribió su historia a sangre y fuego sin saber que también esa historia contaría con capítulos tan ominosos como los que vive desde el malhadado año 1992 en que un desaprensivo sin alma lo secuestró. Y ese secuestrador dice ahora que ha liberado al Betis cuando lo único que ha hecho es ponerlo en unas manos igual de poco recomendables. No quiero, por favor, decir que el susodicho Luis Oliver, con sus ricitos en la nuca y su sobredosis de gomina, sea peor que el odiado secuestrador, pues empeorar la imagen del susodicho es imposible, pero sus antecedentes son para tocarse la ropa.
Lo único que merece una semisonrisa es que ese cómplice de nuevo cuño, uno más, le haya dicho a Lopera que es un ditero de tres al cuarto y que llevaba el club con una libreta. Menos da una piedra mientras el encartado decía que sólo catorce estaban contra él, como si los sesenta mil que se echaron a la calle hace un año no hubiesen existido. Rabia da que en este tiempo de gozo futbolero, al pobre Betis le toque llorar sin poder disfrutar de lo que el equipo de todos está gritándole al mundo entero. Sino indudable de un club vapuleado desde dentro para estupor de una ingente masa de fieles que llora impotente, de pura rabia mientras el resto, toda España, ríe.
Fuente: http://www.diariodesevilla.es/articl...odo/betis.html
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