El Norte de Castilla
La diana de las quiebras
Los trabajadores afectados por la extinción de empleos culpan a la gestión del empresario navarro Luis Oliver de su situación
Luis Oliver, en marzo del 2006, en los juzgados de Cartagena por un presunto delito societario y falsedad documental. / EL NORTE «Nos hemos sentido engañados por Luis Oliver», protestan los trabajadores afectados por la extinción de empleos de Santa Teresa SL Materiales de Construcción. Atribuyen al empresario todos los males que han azotado a esta compañía familiar con más de cincuenta años de trayectoria en el sector hasta desembocar en el cese de la actividad y en 34 despidos.
El empresario abandonó el barco con un agujero de unos 10 millones de euros, estiman los afectados. Basta con echar un vistazo a las hemerotecas para observar que el cierre de la planta de La Lastrilla es sólo una muesca más en la culata de sus gestiones, que han dejado un reguero de 'cadáveres' empresariales, tanto en la industria como en el mundo futbolístico, donde llegó a presidir algunos clubes.
De hecho, la última noticia que se tiene de él es que la policía croata está investigando el traspaso del que fuera jugador del Jerez, Igor Musa, en el año 2002, según publica un el diario 'Jutarnji list'. La orden -según xerezmania.com- ha sido emitida por la Interpol, que sospecha que el equipo andaluz, con Luis Oliver en la presidencia, emitió cheques sin fondos para pagar la indemnización al equipo croata del que procedía el jugador.
En Murcia
Recientemente, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia, María Dolores de las Heras, ha ordenado el embargo cautelar de bienes y derechos de los administradores «de derecho y de hecho» que la firma Conducciones Hidráulicas y Carreteras (CHC) tenía en el momento de declarar la situación de quiebra, así como de los que tuvo en los dos años anteriores. Luis Oliver estuvo ligado a esta empresa, que declaró el concurso voluntario de acreedores dos meses antes que Santa Teresa SL. Uno de los 18 implicados en el embargo cautelar es un testaferro de Oliver, señalan los trabajadores segovianos.
El empresario navarro sobre el que llueven las críticas ya estuvo sentado en el banquillo del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena, en marzo del 2006, como promotor del equipo de fútbol Cartagonova por un presunto delito societario y de falsedad documental.
Otra muesca fue la empresa cántabra Grúas Canduela, cuyos 45 trabajadores terminaron en la calle después de que asumiera su administración. Con posterioridad, la Inspección de Trabajo abrió un expediente por un posible fraude de ley.
En el caso de Santa Teresa SL, es complicado entender cómo una compañía con una facturación de unos 1,6 millones de euros termina cerrando apenas dos años después de lograr cifras record. El primer curso de la gestión de Oliver al frente de la fábrica supuso un relevante aumento de la actividad, con unas «facturaciones impensables», relatan los afectados.
«No dio la cara»
Los ex empleados arremeten contra el empresario y su actitud durante la crisis. «Casualmente dejó la empresa dos días antes de que se declarara el concurso de acreedores», comentan. Fernando Fons, uno de los hombres de confianza de Oliver, pasó entonces a ser el administrador, sin embargo apenas hubo comunicación con los empleados ni con los delegados de empresa, se quejan los representantes.
Para ilustrar la forma de actuar de estos gestores, los afectados comentan cómo Fons «se escaqueó» el pasado viernes, cuando se comunicó al personal de la planta segoviana el fallo judicial que resolvía la extinción de los empleos. «No dio la cara», apostillan.
http://www.nortecastilla.es/20080612...-20080612.html
La diana de las quiebras
Los trabajadores afectados por la extinción de empleos culpan a la gestión del empresario navarro Luis Oliver de su situación
Luis Oliver, en marzo del 2006, en los juzgados de Cartagena por un presunto delito societario y falsedad documental. / EL NORTE «Nos hemos sentido engañados por Luis Oliver», protestan los trabajadores afectados por la extinción de empleos de Santa Teresa SL Materiales de Construcción. Atribuyen al empresario todos los males que han azotado a esta compañía familiar con más de cincuenta años de trayectoria en el sector hasta desembocar en el cese de la actividad y en 34 despidos.
El empresario abandonó el barco con un agujero de unos 10 millones de euros, estiman los afectados. Basta con echar un vistazo a las hemerotecas para observar que el cierre de la planta de La Lastrilla es sólo una muesca más en la culata de sus gestiones, que han dejado un reguero de 'cadáveres' empresariales, tanto en la industria como en el mundo futbolístico, donde llegó a presidir algunos clubes.
De hecho, la última noticia que se tiene de él es que la policía croata está investigando el traspaso del que fuera jugador del Jerez, Igor Musa, en el año 2002, según publica un el diario 'Jutarnji list'. La orden -según xerezmania.com- ha sido emitida por la Interpol, que sospecha que el equipo andaluz, con Luis Oliver en la presidencia, emitió cheques sin fondos para pagar la indemnización al equipo croata del que procedía el jugador.
En Murcia
Recientemente, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia, María Dolores de las Heras, ha ordenado el embargo cautelar de bienes y derechos de los administradores «de derecho y de hecho» que la firma Conducciones Hidráulicas y Carreteras (CHC) tenía en el momento de declarar la situación de quiebra, así como de los que tuvo en los dos años anteriores. Luis Oliver estuvo ligado a esta empresa, que declaró el concurso voluntario de acreedores dos meses antes que Santa Teresa SL. Uno de los 18 implicados en el embargo cautelar es un testaferro de Oliver, señalan los trabajadores segovianos.
El empresario navarro sobre el que llueven las críticas ya estuvo sentado en el banquillo del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena, en marzo del 2006, como promotor del equipo de fútbol Cartagonova por un presunto delito societario y de falsedad documental.
Otra muesca fue la empresa cántabra Grúas Canduela, cuyos 45 trabajadores terminaron en la calle después de que asumiera su administración. Con posterioridad, la Inspección de Trabajo abrió un expediente por un posible fraude de ley.
En el caso de Santa Teresa SL, es complicado entender cómo una compañía con una facturación de unos 1,6 millones de euros termina cerrando apenas dos años después de lograr cifras record. El primer curso de la gestión de Oliver al frente de la fábrica supuso un relevante aumento de la actividad, con unas «facturaciones impensables», relatan los afectados.
«No dio la cara»
Los ex empleados arremeten contra el empresario y su actitud durante la crisis. «Casualmente dejó la empresa dos días antes de que se declarara el concurso de acreedores», comentan. Fernando Fons, uno de los hombres de confianza de Oliver, pasó entonces a ser el administrador, sin embargo apenas hubo comunicación con los empleados ni con los delegados de empresa, se quejan los representantes.
Para ilustrar la forma de actuar de estos gestores, los afectados comentan cómo Fons «se escaqueó» el pasado viernes, cuando se comunicó al personal de la planta segoviana el fallo judicial que resolvía la extinción de los empleos. «No dio la cara», apostillan.
http://www.nortecastilla.es/20080612...-20080612.html
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