La verdad es que, fobias aparte (yo no lo soporto ni como periodista, ni lo que representa, ni su pandillita de personajes infames como el tal Sostres), me sorprende la capacidad de un barcelonista confeso de toda la vida para, junto a otra serie de arrimados de la misma cuerda, pasar a convertirse en un "bético de pro" [sic]. Alucino pepinillos, de veras. La aproximación de este señor al Real Betis es la misma que de la de taaaaantos señoritos que nos ven como un reducto folclorista del que tirar sólo y exclusivamente por la posición que les da una institución de este calado, ni más ni menos. Carlos Herrera no sabe ni quién es Luis del Sol, lo que pasa es que "hacerse" del Betis le era lo más cómodo tras abjurar de su Barça de su vida por la deriva política de ambos. Nada más.
Y lo de que midamos su implicación, beticismo o amor por el club en función del dinero que se deja, disculpad que lo diga, pero me parece terriblemente ingenuo. Si gasta un kilo es porque tiene mucho más y, desde luego, no es a fondo perdido. A ver si me presentáis al tío que ha salido del fútbol empobrecido, que yo no lo conozco. O al que haya metido pasta en esto por amor al arte más allá de los que lo hicieron con toda la buena voluntad en el 92 o a los pequeños accionistas que se han rascado el bolsillo en el tramo barato esta vez.
Me alegro de que se pueda dejar tantísimo dinero en el fútbol, pero a mí desde luego este tío no me representa en lo más mínimo. Lo de la bufanda del Sevilla y las múltiples interpretaciones del hecho es que creo que no merece la pena ni comentarlo. De lo más lamentable que he visto en esto del fútbol y la política en mi vida. Qué pena que salpicara al Betis un hecho tan terriblemente criaturil.
Y lo de que midamos su implicación, beticismo o amor por el club en función del dinero que se deja, disculpad que lo diga, pero me parece terriblemente ingenuo. Si gasta un kilo es porque tiene mucho más y, desde luego, no es a fondo perdido. A ver si me presentáis al tío que ha salido del fútbol empobrecido, que yo no lo conozco. O al que haya metido pasta en esto por amor al arte más allá de los que lo hicieron con toda la buena voluntad en el 92 o a los pequeños accionistas que se han rascado el bolsillo en el tramo barato esta vez.
Me alegro de que se pueda dejar tantísimo dinero en el fútbol, pero a mí desde luego este tío no me representa en lo más mínimo. Lo de la bufanda del Sevilla y las múltiples interpretaciones del hecho es que creo que no merece la pena ni comentarlo. De lo más lamentable que he visto en esto del fútbol y la política en mi vida. Qué pena que salpicara al Betis un hecho tan terriblemente criaturil.
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