El Betis trata de renegociar los pagos a los jugadores pero éstos se niegan

Que la permanencia en Segunda va a suponer problemas financieros en el Betis es una obviedad, pero estaba por ver cómo reaccionaría el club en el apartado económico nada más perpetuar su drama y los jugadores han sufrido las primeras consecuencias. El lunes era el día pactado para que los futbolistas pasaran por la sede heliopolitana para hacer las liquidaciones de la temporada y recoger los clásicos pagarés que serían abonados a final de año. Es una práctica habitual en el Betis hacer entrega de los emolumentos de esta manera, pero es que el club sorprendió a los futbolistas al proponerles un pago diferido en mucho más tiempo. Las dudas asaltaron a los profesionales, que hicieron las pertinentes consultas y se negaron en redondo tras hablar entre ellos. En principio, todos están citados de nuevo para mañana para solucionar esta divergencia que no debe pasar a mayores pero que es fiel reflejo de cómo está teniendo que funcionar hoy en día la entidad verdiblanca.

El caso es que el Betis suele liquidar los contratos de los futbolistas de cada temporada con pagarés con fecha de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del mismo año. Ahí, antes de 2011 en este caso, es cuando cobran íntegramente sus contratos incluyendo todos los conceptos posibles. Con esta fórmula de vencimiento posterior el club se garantiza retrasar los pagos para poder hacer frente a otros más perentorios y especular con ellos durante el verano, ya que es práctica habitual con Lopera que los futbolistas que quieran marcharse a otro equipo durante la apertura del mercado estival tengan que renunciar a estas cantidades si su voluntad de salir es muy evidente. Es una carta que se guarda el máximo accionista para cualquier negociación sea o no positiva. Esta forma de pago es casi exclusiva del Betis en el fútbol nacional pero todos los futbolistas que llegan al club heliopolitano la asumen porque es norma de la casa y sólo ha habido problemas puntuales en este sentido con los que no han leído lo que firmaron en su día.

La novedad del lunes estriba en que el club ha tratado de postergar aún más allá del final del año estos pagos con una renegociación que no ha llegado a los frutos esperados por la entidad. Y es que los futbolistas hablaron entre ellos y se negaron en redondo tras consultar en la misma mañana del lunes con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el sindicato que les defiende. Haber acordado con el Betis este pago tan diferido sería concederle un privilegio a la entidad ya que los futbolistas no podrían denunciar los impagos hasta mucho tiempo después. De hecho, por esta práctica, el Betis se beneficia de que en verano no haya recursos ante la AFE por falta de abonos.

En principio, mañana volverá a producirse el desfile de jugadores y representantes por las oficinas del club para tratar de solucionar este asunto y recibir las liquidaciones que les corresponden según lo que tienen estipulado en sus contratos. Hay malestar en la plantilla porque a algunos les ha obligado a retrasar sus vacaciones y porque la simple idea de la renegociación por parte de la entidad no hace más que evidenciar las dificultades económicas por las que ésta pasa y que el verano será durísimo para todos los que tienen relación con el club heliopolitano.

Reunión del consejo
Tal y como informábamos ayer, en el club se estaban produciendo movimientos extraños y la parálisis respondía a una reunión en el consejo de administración en la noche del lunes tras la cual no se tomó ninguna decisión. No hay unanimidad de opiniones en el seno de la directiva bética y se han dado unos días para reflexionar y aclarar conceptos. Hay algunos consejeros que abogan por dimitir, pero otros continúan enrocados en torno a Lopera, quien sigue sin mostrar atisbo de autocrítica, defendiendo que no ha hecho nada mal en estas temporadas. Está previsto que en los próximos días haya movimientos dentro del consejo, aunque estos anuncios pocas veces han sido concretados en los últimos tiempos, desgraciadamente.