Los jugadores también sufren el efecto del fiasco bético. No sólo es que no vayan a cobrar las primas prometidas (50.000 euros para cada uno), sino que tendrán problemas para percibir las cantidades que se les adeuda a muchos, bien en mensualidades, bien en los pagarés de final de año. Pero esta situación se acentúa en algunos casos, ya que hay futbolistas como Fernando Vega cuyos nuevos emolumentos dependían de si había retorno a Primera. El lateral arahalense renovó y amplió su contrato con el Betis el pasado mes de febrero con un aumento en su sueldo intermedio, que se completaría sólo cuando se concretara el ascenso. El contrato, de cuatro temporadas, recogía esa cláusula en la que el futbolista confiaba en el retorno a la máxima categoría y el club se guardaba las espaldas para no incrementar en exceso el dinero a destinar para sueldos si no había éxito deportivo.
Sin embargo, esto sólo sucedió con Fernando Vega, puesto que otro jugador renovado este año, Arzu, no tiene esa cláusula en el nuevo contrato, según fuentes cercanas al futbolista nazareno. Un paisano suyo, Rivas, sí podría tener opciones de continuar en este caso. Ya tuvo el central una conversación reciente con Lopera en la que el máximo accionista le emplazó a otra charla próxima para analizar su futuro, aunque parece complicado que continúe ya que en el club se había consensuado que su etapa bética había concluido. El Recreativo puede ser su destino. Capi ya se despidió y no va a continuar, de hecho se especula con su retirada del fútbol en activo. Mientras, la cesión de Carlos García concluye y la no consecución del ascenso hace desaparecer la obligación de la compra del central por dos millones. La primera intención del Betis es negociar a la baja otra cesión hasta que haya ascenso y entonces, una compra a menor precio. Sunny, evidentemente, volverá al Valencia tras su catastrófica cesión.

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