Respuesta: Ya esta bien de dar las gracias, parecemos tontos
El beticismo es una masa, una masa sana, complaciente y generosa. Lo cual es sin duda una virtud en ocasiones y un defecto crónico en otras. A mí personalmente lo de saltarse al campo siempre me ha parecido de niños, no me gusta, pero tampoco voy a enjuiciar actos ridículos cuando la mayor parte de los que se saltan son críos (canis, niñatos y carajotes aparte, que los hay en todas partes). Esos chavales que se saltan y aplaudan a futbolistas de medio pelo, son el beticismo del futuro. Yo también he sido niño, chaval y niñatillo y he aplaudido con fervor a futbolistas que no lo merecían tan sólo por hacer alguna filigrana o meter un gol. Hoy somos los béticos ya maduros, adultos y asqueados los que tenemos que militar para acabar con la dictadura. Por favor, dejad que los niños y chavales encuentren la ilusión en lo que sea porque sin ilusión estamos perdidos. Son el futuro, y con el Betis arrastrándose ante el Palamós en segunda hace ya muchos años me emocionaba al acercarme a Merino II... Punto aparte merecen aquellos hombres y mujeres hechos y derechos afectados por la enfermedad de la mitomanía, pero eso si es más difícil de arreglar. Yo tengo ilusión en el 14 de julio y en ver mi Betis digno y libre. Un chiquillo tiene ilusión en ver correr a Odonkor y le da las gracias por su esfuerzo, bueno, el caso es no perder la ilusión. No soy padre pero algún día me gustaría tener niños, y sólo espero no tener que ver como pierden interés por el Betis, si ellos en su sentimiento noble e ingenuo se sintieran emocionados aunque sólo sea por hacerse una foto con Fernando Vega pues tragaría saliva y 'palante', que con lo demás ya tenemos bastante. El problema no es la afición ni la actuación de una marea de sentimientos béticos confundidos, el problema es EL MALDITO BONAPARTE QUE NOS DIRIJE. ¡VIVA EL BETIS LIBRE!
El beticismo es una masa, una masa sana, complaciente y generosa. Lo cual es sin duda una virtud en ocasiones y un defecto crónico en otras. A mí personalmente lo de saltarse al campo siempre me ha parecido de niños, no me gusta, pero tampoco voy a enjuiciar actos ridículos cuando la mayor parte de los que se saltan son críos (canis, niñatos y carajotes aparte, que los hay en todas partes). Esos chavales que se saltan y aplaudan a futbolistas de medio pelo, son el beticismo del futuro. Yo también he sido niño, chaval y niñatillo y he aplaudido con fervor a futbolistas que no lo merecían tan sólo por hacer alguna filigrana o meter un gol. Hoy somos los béticos ya maduros, adultos y asqueados los que tenemos que militar para acabar con la dictadura. Por favor, dejad que los niños y chavales encuentren la ilusión en lo que sea porque sin ilusión estamos perdidos. Son el futuro, y con el Betis arrastrándose ante el Palamós en segunda hace ya muchos años me emocionaba al acercarme a Merino II... Punto aparte merecen aquellos hombres y mujeres hechos y derechos afectados por la enfermedad de la mitomanía, pero eso si es más difícil de arreglar. Yo tengo ilusión en el 14 de julio y en ver mi Betis digno y libre. Un chiquillo tiene ilusión en ver correr a Odonkor y le da las gracias por su esfuerzo, bueno, el caso es no perder la ilusión. No soy padre pero algún día me gustaría tener niños, y sólo espero no tener que ver como pierden interés por el Betis, si ellos en su sentimiento noble e ingenuo se sintieran emocionados aunque sólo sea por hacerse una foto con Fernando Vega pues tragaría saliva y 'palante', que con lo demás ya tenemos bastante. El problema no es la afición ni la actuación de una marea de sentimientos béticos confundidos, el problema es EL MALDITO BONAPARTE QUE NOS DIRIJE. ¡VIVA EL BETIS LIBRE!
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