Un bético nunca se rinde, un millón de béticos menos aún. Si este equipo ha llegado con vida al día 19 de Junio es solo por su afición, la del Villamarín y la que le sigue a cada campo, a años luz de sus gestores, a años luz de muchos de sus profesionales.
Toca Palmera abajo, juntar los más de cincuenta mil corazones del estadio, y los cientos de miles que lo vivirán desde la angustia y la verde esperanza, en la televisión, en la radio, o Dios sabe cómo, en el rincón más increíble del mundo.
Si echamos cuenta a las matemáticas, solo tenemos un 33,33 % de posibilidades, pero el Betis y las matemáticas, el Betis y la lógica, son, conceptualmente, incompatibles; además, teniendo el Betis un 33 % de posibilidades, ello significa que el contrario SOLO tiene un 66 %, seamos pues razonablemente optimistas: Lo tenemos a huevo.
No sé si el forero Belicista ha publicado algo sobre las veces que el Betis se ha visto en esta circunstancia, el depender de otro, u otros, en la última jornada para conseguir un objetivo. Las tres últimas veces que dependíamos de nosotros, y solo de nosotros, cumplimos en dos, Jaén y Santander, y fallamos el año pasado, en casa, ante el Valladolid. Cuando la Champions, en Mallorca, no recuerdo bien si dependíamos solo de nosotros, o también de que el Málaga nos hiciera el favor, doble, que nos hizo.
Pero sí la historia y el Hércules nos deben una; fue en el año 1.978, la temporada siguiente a la de ganar la primera Copa. Era una liga de 18 equipos y de dos puntos, y bajamos con 30 puntos, fue como si hoy se descendiera, en la actual liga de 20 equipos y de tres puntos, con…51 puntos. La última jornada debíamos ganar en el Villamarín a la Real Sociedad, y que o bien, el Racing no ganase en su campo al Sporting, o que el Hércules y el Burgos, que jugaban entre ellos, no empatasen. El Betis ganó, el Racing ganó, y en un vergonzoso partido en Alicante, entre gritos de tongo, tongo, Hércules y Burgos empataron a cero. Aquel impresionante equipo del Betis subió la temporada siguiente y llegó a ser el Betis que mejor ha jugado al fútbol que uno recuerde.
El Hércules nos debe aquel descenso del año 1.978, y la Liga, la FEF, y los medios nos deben respeto, respeto al trato de las noticias del Betis. Siempre intentan relacionar al Betis con lo peor del fútbol, a veces hasta se contribuye torpemente desde la radio oficial del club, pero, pongamos solo un ejemplo de lo más reciente: Vale que el año pasado descendimos porque llevábamos años buscándonoslo, pero el Osasuna gana los dos últimos partidos en el Camp Nou, y en Pamplona al Madrid, a dos equipos que se dejaron ir. Y eso ¿no prostituyó el resultado final de la liga?, que hubiese hecho algún equipo esta temporada algo parecido a lo que hicieron el Madrid y el Barcelona cuando estos dos se jugaban la última liga, y los medios echan no solo a ese equipo del campeonato, sino que los jugadores y entrenador implicados estarían buscando trabajo en Nueva Caledonia.
Tengo el pálpito de que mañana sí nos va a sonreír la fortuna, de que mañana sábado, 19 de Junio, vamos a conseguir el ascenso. Si así fuese, esa alegría, esa felicidad, tiene un solo dueño: La afición del Betis, ellos si se lo merecen, a ellos si se les debe. Se lo merecen por su fidelidad hasta la locura, por su fe hasta en lo inconcebible, por su resistencia ante el maltrato, se les debe por el aguante ante la incapacidad y deslealtad de quienes dirigen al Betis, se les debe por los que no respetan el que por esa camiseta de las trece rayas haya habido gente que haya dado la vida, por los tantos y tantos que se fueron al cuarto anillo y lloran desde el cielo por tanto daño y sufrimiento a su Betis, se les debe a esos niños que, aún en los tiempos que corren, se ponen su camiseta del Betis para decir orgulloso que “yo soy del Betis” para la envidia y enorme desdicha de aquel que no tenga la suerte de sentir en verdiblanco, nos lo deben porque aunque mil cosas a veces nos pueden separar, mañana todos soñaremos, pelearemos y, tengo fe, lloraremos de alegría cuando retornemos a Primera, porque nos jugamos mucho, no una circunstancia deportiva, sino el futuro de la entidad.
Y el domingo seguiremos, cada uno ya sabemos en que lado estamos y lo que queremos; pedir cordura y sentido común a los que hace tiempo los perdieron parece no tener lógica. Dos caminos hay abiertos, independiente uno del otro: La justicia debe continuar hasta el total esclarecimiento de los investigado, para bien o para mal; por otro lado, es absolutamente necesario que los béticos hablen, discutan y decidan la ejecución de profundos cambios en el Real Betis Balompié, solo un loco y unos consejeros sin personalidad se pueden negar a que los necesarios cambios que se precisan se lleven a cabo.
Mañana sábado, todos a por el primer objetivo, el ascenso, porque nos lo merecemos, nos lo debemos. ¡ Viva el Betis ¡
Toca Palmera abajo, juntar los más de cincuenta mil corazones del estadio, y los cientos de miles que lo vivirán desde la angustia y la verde esperanza, en la televisión, en la radio, o Dios sabe cómo, en el rincón más increíble del mundo.
Si echamos cuenta a las matemáticas, solo tenemos un 33,33 % de posibilidades, pero el Betis y las matemáticas, el Betis y la lógica, son, conceptualmente, incompatibles; además, teniendo el Betis un 33 % de posibilidades, ello significa que el contrario SOLO tiene un 66 %, seamos pues razonablemente optimistas: Lo tenemos a huevo.
No sé si el forero Belicista ha publicado algo sobre las veces que el Betis se ha visto en esta circunstancia, el depender de otro, u otros, en la última jornada para conseguir un objetivo. Las tres últimas veces que dependíamos de nosotros, y solo de nosotros, cumplimos en dos, Jaén y Santander, y fallamos el año pasado, en casa, ante el Valladolid. Cuando la Champions, en Mallorca, no recuerdo bien si dependíamos solo de nosotros, o también de que el Málaga nos hiciera el favor, doble, que nos hizo.
Pero sí la historia y el Hércules nos deben una; fue en el año 1.978, la temporada siguiente a la de ganar la primera Copa. Era una liga de 18 equipos y de dos puntos, y bajamos con 30 puntos, fue como si hoy se descendiera, en la actual liga de 20 equipos y de tres puntos, con…51 puntos. La última jornada debíamos ganar en el Villamarín a la Real Sociedad, y que o bien, el Racing no ganase en su campo al Sporting, o que el Hércules y el Burgos, que jugaban entre ellos, no empatasen. El Betis ganó, el Racing ganó, y en un vergonzoso partido en Alicante, entre gritos de tongo, tongo, Hércules y Burgos empataron a cero. Aquel impresionante equipo del Betis subió la temporada siguiente y llegó a ser el Betis que mejor ha jugado al fútbol que uno recuerde.
El Hércules nos debe aquel descenso del año 1.978, y la Liga, la FEF, y los medios nos deben respeto, respeto al trato de las noticias del Betis. Siempre intentan relacionar al Betis con lo peor del fútbol, a veces hasta se contribuye torpemente desde la radio oficial del club, pero, pongamos solo un ejemplo de lo más reciente: Vale que el año pasado descendimos porque llevábamos años buscándonoslo, pero el Osasuna gana los dos últimos partidos en el Camp Nou, y en Pamplona al Madrid, a dos equipos que se dejaron ir. Y eso ¿no prostituyó el resultado final de la liga?, que hubiese hecho algún equipo esta temporada algo parecido a lo que hicieron el Madrid y el Barcelona cuando estos dos se jugaban la última liga, y los medios echan no solo a ese equipo del campeonato, sino que los jugadores y entrenador implicados estarían buscando trabajo en Nueva Caledonia.
Tengo el pálpito de que mañana sí nos va a sonreír la fortuna, de que mañana sábado, 19 de Junio, vamos a conseguir el ascenso. Si así fuese, esa alegría, esa felicidad, tiene un solo dueño: La afición del Betis, ellos si se lo merecen, a ellos si se les debe. Se lo merecen por su fidelidad hasta la locura, por su fe hasta en lo inconcebible, por su resistencia ante el maltrato, se les debe por el aguante ante la incapacidad y deslealtad de quienes dirigen al Betis, se les debe por los que no respetan el que por esa camiseta de las trece rayas haya habido gente que haya dado la vida, por los tantos y tantos que se fueron al cuarto anillo y lloran desde el cielo por tanto daño y sufrimiento a su Betis, se les debe a esos niños que, aún en los tiempos que corren, se ponen su camiseta del Betis para decir orgulloso que “yo soy del Betis” para la envidia y enorme desdicha de aquel que no tenga la suerte de sentir en verdiblanco, nos lo deben porque aunque mil cosas a veces nos pueden separar, mañana todos soñaremos, pelearemos y, tengo fe, lloraremos de alegría cuando retornemos a Primera, porque nos jugamos mucho, no una circunstancia deportiva, sino el futuro de la entidad.
Y el domingo seguiremos, cada uno ya sabemos en que lado estamos y lo que queremos; pedir cordura y sentido común a los que hace tiempo los perdieron parece no tener lógica. Dos caminos hay abiertos, independiente uno del otro: La justicia debe continuar hasta el total esclarecimiento de los investigado, para bien o para mal; por otro lado, es absolutamente necesario que los béticos hablen, discutan y decidan la ejecución de profundos cambios en el Real Betis Balompié, solo un loco y unos consejeros sin personalidad se pueden negar a que los necesarios cambios que se precisan se lleven a cabo.
Mañana sábado, todos a por el primer objetivo, el ascenso, porque nos lo merecemos, nos lo debemos. ¡ Viva el Betis ¡
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