1,7 millones del Betis a Lopera
La candidatura ganadora en la Junta del Betis, con Ollero (en el centro) como presidente, celebra su triunfo el pasado miércoles. KIKO HURTADO
ACTUALIZADO 25/09/201508:53
De fracaso en fracaso. Las aspiraciones de Manuel Ruiz de Lopera de recuperar el poder en el Betis y salir airoso de sus trances judiciales se siguen evaporando. Después del frenazo del acuerdo extrajudicial con sus acusaciones y de su ajustada pero crucial derrota en la Junta de Accionistas, el expresidente bético despertó con el escrito de acusación de la Fiscalía de Sevilla, que le pide tres años de prisión por un delito de apropiación indebida y, «de forma alternativa», otros dos años más por administración desleal, junto con una indemnización de 3,6 millones de euros. En los próximos días se conocerán los escritos de las acusaciones particulares, que se estiman mucho más duros, paso previo a la apertura del juicio oral estimado para finales de año.
El abogado de Lopera, el exfiscal José María Calero, se felicitó por la discreta petición de la Fiscalía, que durante la instrucción ha tenido continuos y graves encontronazos con la juez instructora Mercedes Alaya. «Desmonta radicalmentelas tesis sobre un supuesto saqueo al Betis», declaró. En cualquier caso, en paralelo a su defensa judicial, Lopera confía en un pacto que le evite sentarse en el banquillo. Durante los últimos meses, representantes del expresidente, de las partes acusadoras y del mismo Betis han mantenido incesantes reuniones, que dieron como fruto un principio de acuerdo sellado en un protocolo de intenciones al que ha tenido acceso EL MUNDO.es.
Las partes habían quedado convocadas el pasado miércoles por la mañana en el despacho del reputado abogado Francisco Baena Bocanegra, designado como mediador («Hombre bueno») en todo el proceso. Ahí se presentó el presidente del Betis, Juan Carlos Ollero, con el respaldo de las partes acusadoras. Pero ahí no se presentó Lopera, que dio esquinazo. «Se ha avanzado tanto que no vamos a frenar ahora, aunque sí es cierto que mucho trabajo se fue por tierra con la falta de Lopera, de la que probablemente se arrepintiera un rato después», declaró a este periódico uno de los negociadores.
El expresidente bético, efectivamente, cometió un error de cálculo fatal. Su ausencia se interpretó como una forma de presionar, toda vez que daba por segura su vuelta al poder del club en la Junta de Accionistas de la noche. Pero ahí su candidatura fue derrotada. La jornada le supuso una ruina. Contrariamente a su expectativa, Lopera tendrá que retomar ahora la negociación desde un punto de inferioridad. Alguna de las partes abogaba ya claramente por renegociar las condiciones pactadas. Alguna otra, como la del también expresidente Hugo Galera, era más radical y llamaba a romper cualquier acuerdo extrajudicial.
Pero una vez pase el alboroto y se calmen las aguas, parece evidente que las negociaciones continuarán. El punto de encuentro que habían alcanzado se plasmó en un documento de nueve páginas, con una redacción llena de pompa, beato y repompa. El encabezamiento del documento ya lo dice todo: «Protocolo de intenciones y determinación de las Bases para obtener un acuerdo total y definitivo que resuelva todas las diferencias existentes entre las partes litigantes en los procesos que seguidamente se dirán, con la finalidad superior de alcanzar la paz entre los miembros de la familia bética con la finalidad de garantizar la máxima estabilidad y prosperidad del REAL BETIS BALOMPIE en la consecución de sus fines deportivos y sociales».
El club, que se presenta como actor principal en la consecución de este pacto, lo reclama para acabar con «el estado de litigiosidad que desde hace años la entidad atraviesa y soporta». En su nombre, eligió como mediador, «actuando en lo posible como Hombre Bueno (...) para conseguir la concordia de todos», al abogado Francisco Baena Bocanegra, «socio con el número 150». El trabajo del letrado tuvo sus frutos. El martes por la noche todas las partes daban su visto bueno al protocolo, que desarrollaba el axioma con que partieron las negociaciones, allá por septiembre de 2013, y que entonces desveló EL MUNDO: Acciones (de Lopera) por acciones (judiciales). El miércoles por la mañana, quedaban emplazados a firmar una propuesta no poco polémica.
Para despojar de acciones a Lopera, se establecía una doble vía. Por un lado, el Betis se comprometía a abonarle 1.721.850 euros (75 euros por título) por el 19,54% de las acciones que tiene en su poder. Seguidamente, el club las repartiría entre los béticos al mismo precio que él las pagó, y bajo ciertas normas como la prohibición de cederlas o enajenarlas a terceros durante siete años, «a fin de evitar su especulación».
De otro lado, el Betis recibiría también el 31,38% de acciones embargadas cautelarmente por el Jugado Mercantil a Lopera, e, igualmente, las pondría a disposición «de todos los béticos». A cambio, Lopera vería «saldadas todas las responsabilidades pecuniarias que se le exigen en el juicio». Además, y sobre todo, todas las partes se comprometían a retirarse de las diversas causas que se siguen contra el expresidente. De alcanzarse el acuerdo, se daría la circunstancia de que la única acusación que quedaría en pie en el gravísimo proceso penal sería la del Ministerio Fiscal... con la que tanto se alegró el propio Lopera.
El documento se cerró el 22 de septiembre, y recogía «un plazo de 30 días» en el que «todas las partes se comprometen a cuantas reuniones sean necesarias para desarrollar y llevar a buen fin las bases establecidas». La primera cita para suscribirlo, un día después, resultó un fiasco. Habrá más.
Supongo que de ofrecer 1.7M€ en 2015 a la burrada de 15.3M€ con hijo de oliver incluido, portero fichado y amistodos convocados... esta subida tambien la excusan con el IPC de las acciones??
Este post viene a cuento de la cantidad de gente feliz por el pacto que hay..
La candidatura ganadora en la Junta del Betis, con Ollero (en el centro) como presidente, celebra su triunfo el pasado miércoles. KIKO HURTADO
ACTUALIZADO 25/09/201508:53
De fracaso en fracaso. Las aspiraciones de Manuel Ruiz de Lopera de recuperar el poder en el Betis y salir airoso de sus trances judiciales se siguen evaporando. Después del frenazo del acuerdo extrajudicial con sus acusaciones y de su ajustada pero crucial derrota en la Junta de Accionistas, el expresidente bético despertó con el escrito de acusación de la Fiscalía de Sevilla, que le pide tres años de prisión por un delito de apropiación indebida y, «de forma alternativa», otros dos años más por administración desleal, junto con una indemnización de 3,6 millones de euros. En los próximos días se conocerán los escritos de las acusaciones particulares, que se estiman mucho más duros, paso previo a la apertura del juicio oral estimado para finales de año.
El abogado de Lopera, el exfiscal José María Calero, se felicitó por la discreta petición de la Fiscalía, que durante la instrucción ha tenido continuos y graves encontronazos con la juez instructora Mercedes Alaya. «Desmonta radicalmentelas tesis sobre un supuesto saqueo al Betis», declaró. En cualquier caso, en paralelo a su defensa judicial, Lopera confía en un pacto que le evite sentarse en el banquillo. Durante los últimos meses, representantes del expresidente, de las partes acusadoras y del mismo Betis han mantenido incesantes reuniones, que dieron como fruto un principio de acuerdo sellado en un protocolo de intenciones al que ha tenido acceso EL MUNDO.es.
Las partes habían quedado convocadas el pasado miércoles por la mañana en el despacho del reputado abogado Francisco Baena Bocanegra, designado como mediador («Hombre bueno») en todo el proceso. Ahí se presentó el presidente del Betis, Juan Carlos Ollero, con el respaldo de las partes acusadoras. Pero ahí no se presentó Lopera, que dio esquinazo. «Se ha avanzado tanto que no vamos a frenar ahora, aunque sí es cierto que mucho trabajo se fue por tierra con la falta de Lopera, de la que probablemente se arrepintiera un rato después», declaró a este periódico uno de los negociadores.
El expresidente bético, efectivamente, cometió un error de cálculo fatal. Su ausencia se interpretó como una forma de presionar, toda vez que daba por segura su vuelta al poder del club en la Junta de Accionistas de la noche. Pero ahí su candidatura fue derrotada. La jornada le supuso una ruina. Contrariamente a su expectativa, Lopera tendrá que retomar ahora la negociación desde un punto de inferioridad. Alguna de las partes abogaba ya claramente por renegociar las condiciones pactadas. Alguna otra, como la del también expresidente Hugo Galera, era más radical y llamaba a romper cualquier acuerdo extrajudicial.
Pero una vez pase el alboroto y se calmen las aguas, parece evidente que las negociaciones continuarán. El punto de encuentro que habían alcanzado se plasmó en un documento de nueve páginas, con una redacción llena de pompa, beato y repompa. El encabezamiento del documento ya lo dice todo: «Protocolo de intenciones y determinación de las Bases para obtener un acuerdo total y definitivo que resuelva todas las diferencias existentes entre las partes litigantes en los procesos que seguidamente se dirán, con la finalidad superior de alcanzar la paz entre los miembros de la familia bética con la finalidad de garantizar la máxima estabilidad y prosperidad del REAL BETIS BALOMPIE en la consecución de sus fines deportivos y sociales».
El club, que se presenta como actor principal en la consecución de este pacto, lo reclama para acabar con «el estado de litigiosidad que desde hace años la entidad atraviesa y soporta». En su nombre, eligió como mediador, «actuando en lo posible como Hombre Bueno (...) para conseguir la concordia de todos», al abogado Francisco Baena Bocanegra, «socio con el número 150». El trabajo del letrado tuvo sus frutos. El martes por la noche todas las partes daban su visto bueno al protocolo, que desarrollaba el axioma con que partieron las negociaciones, allá por septiembre de 2013, y que entonces desveló EL MUNDO: Acciones (de Lopera) por acciones (judiciales). El miércoles por la mañana, quedaban emplazados a firmar una propuesta no poco polémica.
Para despojar de acciones a Lopera, se establecía una doble vía. Por un lado, el Betis se comprometía a abonarle 1.721.850 euros (75 euros por título) por el 19,54% de las acciones que tiene en su poder. Seguidamente, el club las repartiría entre los béticos al mismo precio que él las pagó, y bajo ciertas normas como la prohibición de cederlas o enajenarlas a terceros durante siete años, «a fin de evitar su especulación».
De otro lado, el Betis recibiría también el 31,38% de acciones embargadas cautelarmente por el Jugado Mercantil a Lopera, e, igualmente, las pondría a disposición «de todos los béticos». A cambio, Lopera vería «saldadas todas las responsabilidades pecuniarias que se le exigen en el juicio». Además, y sobre todo, todas las partes se comprometían a retirarse de las diversas causas que se siguen contra el expresidente. De alcanzarse el acuerdo, se daría la circunstancia de que la única acusación que quedaría en pie en el gravísimo proceso penal sería la del Ministerio Fiscal... con la que tanto se alegró el propio Lopera.
El documento se cerró el 22 de septiembre, y recogía «un plazo de 30 días» en el que «todas las partes se comprometen a cuantas reuniones sean necesarias para desarrollar y llevar a buen fin las bases establecidas». La primera cita para suscribirlo, un día después, resultó un fiasco. Habrá más.
Supongo que de ofrecer 1.7M€ en 2015 a la burrada de 15.3M€ con hijo de oliver incluido, portero fichado y amistodos convocados... esta subida tambien la excusan con el IPC de las acciones??
Este post viene a cuento de la cantidad de gente feliz por el pacto que hay..
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