Sevilla y Salamanca están separadas por 561 kilómetros, los cuales no fueron problema para que más de 8.000 béticos estuvieran en la ciudad salmantina para animar a su equipo. Y hubieran sido más si la capacidad del Helmántico no fuera de poco más de 15.000 espectadores, ya que, en teoría, sólo 4.000 entradas llegaron a Sevilla. Los otros 4.000 se tuvieron que buscar la vida en Salamanca y durante la semana realizaron viajes, llamaron a contactos y acudieron a la reventa. Resultado: más béticos que charros para ver el partido. Ahora os dejamos con la crónica de un viaje espectacular.


Gran parte de la afición comenzó su andadura el sábado desde bien tempranito. No era difícil encontrarse por la carretera coches y coches con las bufandas al aire e, incluso, en el kilómetro 381 de la Autovía de Plata cuatro valientes béticos se apostaron sobre una pasarela para colgar una pancarta de ánimo al autobús bético bajo un enorme chaparrón. La Plaza Mayor de Salamanca comenzó pronto a ser el lugar de reunión de la fiel infantería verdiblanca, que no paró de cantar hasta bien entrada la madrugada, por no decir mañana, del domingo. Los restaurantes, bares de copas y discotecas hicieron su agosto con unos aficionados que inundaron de verdiblanco toda la ciudad.

Pero el plato fuerte fue el domingo. De nuevo la Plaza Mayor fue el punto de partido. Con el paso de las horas se multiplicaron los béticos, ya que a los del sábado se les unieron todos lo que salieron el domingo en autobús. Al mediodía la mítica plaza salmantina era totalmente bética. La afición, a pesar del cansancio de los que ya llevaban uno o dos días por la ciudad continuó animando sin parar y el buen ambiente siguió siendo la nota predominante. Como ejemplo, cuando un ciudadano de raza negra se asomó a uno de los balcones de la Plaza Mayor y todo el Beticismo cantó la mítica canción en honor a Finidi George.


La Plaza Mayor se tiñó de verdiblanco


Tras la comida, tocaba ir al estadio, el cual está a las afueras. La gente entró con tiempo, aunque algunos decidieron esperar al autobús del Betis para que pareciera que jugaba en casa. Más de un millar de béticos recibió a la expedición verdiblanca, la cual grababa desde dentro cómo estaba la afición.


Llegada del autobús del Betis al Helmántico


¿El Helmántico o Heliópolis?

Una vez dentro el equipo, tocaba coger sitio en el campo. Fue en ese momento cuando todo el mundo fue consciente del número de béticos que se habían desplazado. Medio estadio teñido de verdiblanco y un cántico tras otro a favor del Betis. El ambiente era espectacular y eso que el Betis todavía no había salido a calentar.


La afición no paró de cantar en el calentamiento

El Salamanca intentó acallar a las voces béticas poniendo la megafonía a todo volumen, pero la fiel hinchada la aprovechó para ir todos a una con los cánticos. Más de uno pensó que Lady Gaga estaba sobre el césped dando un concierto, porque lo que se vivió en la grada bética cuando sonó Bad Romance fue, sencillamente, increíble. Luego, los clásicos ‘Betis, Betis, Betis’ o el ‘No me falles Real Betis, yo nunca te he fallado’.

'Bad Romance' verdiblanco

Y para terminar, la afición estalló cuando el Betis saltó al campo para comenzar el partido. El himno bético sonó más fuerte que cuando toca jugar en casa, momento en el que a más de uno se le pusieron los pelos de punta.

Salida del Betis al Helmántico


http://www.alfinaldelapalmera.com/no...e-fallado.html