Mal partido de los de Setién que vuelven a perder fuera de casa donde solo suman cuatro puntos de los quince posibles. El Espanyol, sin ser superior, se adelantó con un gol en fuera de juego, a partir de ahí replegó y el Betis no pudo ni supo hacerle daño. Los verdiblancos dejan una nueva mala imagen con un juego demasiado lento.

El Betis tiene un problema. Lejos del Villamarín se atasca, le cuesta más llegar arriba y expone mucho más las carencias del sistema Setién. Y más, ante equipos que trabajan más el sistema defensivo que el ofensivo como son el Villarreal (con Escribá) y el Espanyol. Hoy no fue peor que el Espanyol pero sí estuvo muy lejos de su mejor versión: aquella segunda parte ante el Levante.

Hoy Setién perdió claramente la batalla de las pizarras de los entrenadores. Quique Sánchez Flores trabajó muy bien el partido y atacó muy bien el sistema de salida de balón del Betis no dejándole salir limpio en la mayoría de ocasiones, y cuando lo hacía, los jugadores pericos replegaban todos en sincronía. Un sistema muy bien trabajado que además el Betis lo mejoraba con sus posesiones, en su mayoría, excesivamente lentas lo que permitía siempre recuperar la posición tras la presión.

Los jugadores del Espanyol presionaban la salida y atacaban siempre al interior, casi siempre Fabián, y a los extremos cuando recibían de espaldas para provocarles el error. Esos ataques hicieron mella en Fabián que, hasta ese momento, estaba siendo el jugador más destacado del equipo pero que, tras su primer error, perdió la confianza en salida e hizo que el Betis no pudiera salir en ventaja ya hasta bien avanzada la segunda mitad.

Además la ausencia de Durmisi, un arma bastante importante del Betis en salida, hizo que Quique Flores colocara en esa posición a Jurado viendo el poco peligro ofensivo del Betis con Tosca de lateral y le salió bien la jugada. La ausencia del lateral danés es un problema para el Betis ya que sin él, Joaquín pierde bastante protagonismo debido a que sus diagonales sin el apoyo de Durmisi en carrera están bastante más cubiertas.

Los cambios tampoco mejoraron al equipo. León dio más movilidad a la espalda de los centrales bastante lentos pero Boudebouz y Campbell se pisaron en el campo, volviendo a ocupar los mismos espacios en el juego y generando un embudo en banda derecha al que se unía Barragán.

El Betis no supo encontrar ni por fuera, comenzó a centrar cuando se fue del campo su mejor rematador, ni por dentro con Joel y Riad en el campo. El Espanyol de manera inteligente, y del que lleva un mes sin ganar un partido, comenzó a parar el partido y en los últimos veinte minutos el equipo no pudo tener continuidad en sus ataques. Mal partido del Betis, que aun así no mereció perder, pero que vuelve a dejar un mal sabor de boca como ya lo dejó, pese a las victorias, ante alavés y Cádiz.

Uno x uno