Uno de los últimos documentos entregados a la titular del Juzgado de instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, ha sido el contrato del supuesto traspaso de acciones entre Lopera y Bsport. El diario El Mundo ha tenido acceso al mismo, y ciertas cláusulas del mismo superan el esperpento. El 29 de julio de 2008, el máximo accionista firmó la venta de sus acciones (60.327, el 51,34 % del club) a estos cuatro peculiares señores por la cifra de 70 millones de euros (Mariano Fernández, Juan de Dios Donayre, Pedro Muñoz y el futurible presidente Francisco Sánchez Quintana) a expensas de la escritura pública que nunca llegó a producirse. Pues bien, el citado grupo tuvo que anticipar diez millones de euros en concepto de señal, ya que el resto debía abonarlo en dos plazos en octubre de 2009 y 2010, quedando obligados, por ejemplo, a "asumir íntegramente en el Betis a la plantilla de Encadesa". Pero a partir de ahora viene lo dantesco:
1. La sociedad adquiriente y el Real Betis se comprometen y obligan a no permitir el acceso a ningún cargo en el Real Betis Balompié ni en su consejo de administración ni en su equipo técnico a Hugo Galera Davidsón (sic), Lorenzo Serra Ferrer ni a ninguno de los querellantes o denunciantes de los procedimientos planteados al Real Betis. En caso contrario, Bsport quedaba comprometido a indemnizar a Farusa (la sociedad de Lopera) con un millón de euros por cada uno de los incumplimientos de las prohibiciones establecidas en el presente apartado
2. Igual indemnización tendrá derecho a percibir Farusa para el supuesto de que el busto o relieve del sr. Galera Davidson fuera colocado en el exterior del estadio.
3. El Real Betis y la sociedad adquiriente se comprometen y obligan a no modificar el nombre del estadio Manuel Ruiz de Lopera que viene establecido tanto para el estadio principal como para las instalaciones deportivas complementarias (...) La vulneración de este compromiso conllevará una penalización solidaria para el club y el accionista mayoritario de cino millones de euros a favor de Farusa.
4. Es voluntad de la sociedad adquiriente mantener a D. Manuel Ruiz de Lopera en el consejo directivo, atribuyéndole el cargo de Consejero-General Adjunto a la Presidencia (...) para que en lo sucesivo intervenga y asesore en las actividades societarias y deportivas del club.
5. Además, quedaban blindados los empleados de Lopera más fieles, como el gerente José Antonio González Flores, el director de comunicación Iván Larriba, hasta al bufete Montero Aramburu (que representa a Lopera en el caso del delito societario) o a Miguel Ángel Garrido Riosalido (de la nueva auditoría).
SINCERAMENTE, ESTE TIO ESTA LOCO DE VERDAD, DA HASTA MIEDO...
1. La sociedad adquiriente y el Real Betis se comprometen y obligan a no permitir el acceso a ningún cargo en el Real Betis Balompié ni en su consejo de administración ni en su equipo técnico a Hugo Galera Davidsón (sic), Lorenzo Serra Ferrer ni a ninguno de los querellantes o denunciantes de los procedimientos planteados al Real Betis. En caso contrario, Bsport quedaba comprometido a indemnizar a Farusa (la sociedad de Lopera) con un millón de euros por cada uno de los incumplimientos de las prohibiciones establecidas en el presente apartado
2. Igual indemnización tendrá derecho a percibir Farusa para el supuesto de que el busto o relieve del sr. Galera Davidson fuera colocado en el exterior del estadio.
3. El Real Betis y la sociedad adquiriente se comprometen y obligan a no modificar el nombre del estadio Manuel Ruiz de Lopera que viene establecido tanto para el estadio principal como para las instalaciones deportivas complementarias (...) La vulneración de este compromiso conllevará una penalización solidaria para el club y el accionista mayoritario de cino millones de euros a favor de Farusa.
4. Es voluntad de la sociedad adquiriente mantener a D. Manuel Ruiz de Lopera en el consejo directivo, atribuyéndole el cargo de Consejero-General Adjunto a la Presidencia (...) para que en lo sucesivo intervenga y asesore en las actividades societarias y deportivas del club.
5. Además, quedaban blindados los empleados de Lopera más fieles, como el gerente José Antonio González Flores, el director de comunicación Iván Larriba, hasta al bufete Montero Aramburu (que representa a Lopera en el caso del delito societario) o a Miguel Ángel Garrido Riosalido (de la nueva auditoría).
SINCERAMENTE, ESTE TIO ESTA LOCO DE VERDAD, DA HASTA MIEDO...
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