Hoy he revisado mis mails y he rescatado hilos ilusionantes. He estado leyendo sobre ir a Salamanca a amigos béticos, de posibles viajes, de reservas, de ilusión por acompañar al Betis. Estos mismos amigos, ya es que lo son, han organizado otros viajes este año. Han ido a Cataluña, a Huesca, a Huelva, donde hubiese que ir allí han estado. Son familiares en las fotos de la particular diáspora verdiblanca. Son béticos comprometidos, unos ya veteranos en viajes, otros se han ido metiendo el Betis en sangre a cada kilómetro que los alejaba de Sevilla pero los acercaba a ver a once futbolistas vestidos de Betis y todo lo que eso conlleva.
Han volcado todo su beticismo en hoteles, autobuses, aviones, bares, plazas y calles de la España de Segunda, ya lo han hecho en su gran mayoría en la España de Primera. No se le caen los anillos, sufren por ver a su Betis donde está pero no abandonan.
Y de nuevo Salamanca, última y transcedental cita de la temporada. Cuando menos se jugaban allí estaban, cuando más se juegan allí también están. Sus nombres??? Los del santoral. Béticos y béticas luciendo los colores a flor de piel. Nadie los ha convocado, ya saben hacerlo ellos solos.
Pero lo emocionante de esos hilos rescatados es que algún correo que otro tenía fecha del año pasado. Sí, del año pasado, ya en 2009 amigos míos pensaban en este viaje, en Salamanca, con la idea de acompañar al Betis y soñar en celebrar el ascenso allí, en la universitaria plaza. Ni esperaban saber cómo estaríamos a final de temporada, ya el viaje acompañando al Betis lo tenían en sus agendas. Grande Betis, grande.
Así los vereis en las gradas, pancartas, percusión, ánimos y verde, mucho verde.
Siempre los admiraré por su compromiso, por su amor a los colores, por coger los caminos complicados pero justos, por su humildad, por su generosidad, por sus ganas, por haberme hecho mucho más bético de lo que soy, porque el Betis tiene tantos matices que circunscribirlo a un balón o a una persona es imposible. Gracias y cuidado con la carretera. Mucho cuidado con la carretera.
Han volcado todo su beticismo en hoteles, autobuses, aviones, bares, plazas y calles de la España de Segunda, ya lo han hecho en su gran mayoría en la España de Primera. No se le caen los anillos, sufren por ver a su Betis donde está pero no abandonan.
Y de nuevo Salamanca, última y transcedental cita de la temporada. Cuando menos se jugaban allí estaban, cuando más se juegan allí también están. Sus nombres??? Los del santoral. Béticos y béticas luciendo los colores a flor de piel. Nadie los ha convocado, ya saben hacerlo ellos solos.
Pero lo emocionante de esos hilos rescatados es que algún correo que otro tenía fecha del año pasado. Sí, del año pasado, ya en 2009 amigos míos pensaban en este viaje, en Salamanca, con la idea de acompañar al Betis y soñar en celebrar el ascenso allí, en la universitaria plaza. Ni esperaban saber cómo estaríamos a final de temporada, ya el viaje acompañando al Betis lo tenían en sus agendas. Grande Betis, grande.
Así los vereis en las gradas, pancartas, percusión, ánimos y verde, mucho verde.
Siempre los admiraré por su compromiso, por su amor a los colores, por coger los caminos complicados pero justos, por su humildad, por su generosidad, por sus ganas, por haberme hecho mucho más bético de lo que soy, porque el Betis tiene tantos matices que circunscribirlo a un balón o a una persona es imposible. Gracias y cuidado con la carretera. Mucho cuidado con la carretera.
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