Son muchos años ya de ver partidos del Betis con aire redotista. Hoy no era para menos. El Madrid necesitaba la victoria, el Barsa se escapa, pasados partidos nos confirmaban que había que luchar contra once. Esperando todo el partido para ver el gol en contra y por lo menos pensar que el Betis luchó.

Pero... qué partidazo. El Betis sacándola jugada, haciendo rondos a las estrellas, Adán parando a nivel selección, con intervenciones increíbles y juego, mucho juego, el Madrid detrás del balón y el Betis jugando, jugando pero sabiendo que un empate requería un trabajo enorme, pero arriesgando con Joaquín para conseguir un premio que debe dar a ese Sanabria las ganas de competencia que necesitaba el Betis.

Da gusto oír hablar hoy del Madrid. Como siempre parece que sólo han jugado ellos, contra ellos, han perdido ellos y, delante, pues podría estar un equipo de benjamines.

Y estaba el Betis, ese que otros años parecía un triste pelele y en este partido parecía de otra galaxia. He visto más pases y paredes en este partido que las últimas tres temporadas. No sé si acertaremos porque llevamos sólo cinco jornadas, pero el equipo se ve equipo, ojalá no se le caiga a un Setién que defiende su juego y parece que está llevando razón.

Como el título es el título, las estadísticas y la historia dice que sólo hemos ganado cinco veces de cincuenta y una en el Bernabeu antes de hoy. Ponemos el contador a cero y con una sonrisa, de ganar con un juego del que sentirse orgulloso. Ojalá sigamos así, de momento, 9 puntos, estos tres últimos de oro.