Llega al Benito Villamarín un equipo áspero, de esos que hace mucho que no vencemos y cuyos atragantamientos son odiables. El Deportivo de la Coruña además llega con Pepe Mel en el banquillo, un entrenador que en sus varias etapas en verdiblanco ha dejado amigos y enemigos como suele pasar en todo lo relacionado con el fútbol guste o no. Evidentemente hablo del aficionado, ese que siendo soberano mañana ha generado un debate absurdo pues aquí lo que importa es ganar los tres puntos en juego aunque al rival lo entrenara el mismo Rafael Gordillo.
El recibimiento a Pepe Mel ha sido comentado toda la semana en Sevilla. Unos abogan por los pitos, otros por los aplausos y otros por la indiferencia que da el hecho de que hay que estar con el equipo y punto para ganar como se hiciera ante el Celta de Vigo. Dicho esto, en la zona visitante se sentarán Mel, Roberto Ríos y David Gómez, viejos conocidos del Real Betis Balompié. Pepe Mel sumó dos ascensos en Heliópolis y una clasificación para Europa.
Siendo una gran tarjeta de presentación, sus últimos días en el Betis fueron amargos por las formas de unos y de otros. Quizás sea esto último lo único que perdure en la mente de muchos aficionados verdiblancos. En lo que a mí respecta, los números de Pepe Mel están ahí. Poco más que añadir.
Sea lo que sea, el Deportivo de la Coruña llega en mal momento al Villamarín. Esperando como agua de mayo a la figura de Lucas Pérez, los deportivistas deben empezar a sumar ya y eso ha de hacer que los jugadores de Setién estén más alerta si cabe. La plantilla gallega está tardando en entender la filosofía de un técnico de carácter que ha manifestado muchas veces su deseo de estar años en La Coruña con su Deportivo haciendo las cosas bien. La pelota manda, eso está claro, y de momento hay muchas dudas en Riazor.
El recibimiento a Pepe Mel ha sido comentado toda la semana en Sevilla. Unos abogan por los pitos, otros por los aplausos y otros por la indiferencia que da el hecho de que hay que estar con el equipo y punto para ganar como se hiciera ante el Celta de Vigo. Dicho esto, en la zona visitante se sentarán Mel, Roberto Ríos y David Gómez, viejos conocidos del Real Betis Balompié. Pepe Mel sumó dos ascensos en Heliópolis y una clasificación para Europa.
Siendo una gran tarjeta de presentación, sus últimos días en el Betis fueron amargos por las formas de unos y de otros. Quizás sea esto último lo único que perdure en la mente de muchos aficionados verdiblancos. En lo que a mí respecta, los números de Pepe Mel están ahí. Poco más que añadir.
Sea lo que sea, el Deportivo de la Coruña llega en mal momento al Villamarín. Esperando como agua de mayo a la figura de Lucas Pérez, los deportivistas deben empezar a sumar ya y eso ha de hacer que los jugadores de Setién estén más alerta si cabe. La plantilla gallega está tardando en entender la filosofía de un técnico de carácter que ha manifestado muchas veces su deseo de estar años en La Coruña con su Deportivo haciendo las cosas bien. La pelota manda, eso está claro, y de momento hay muchas dudas en Riazor.
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