gran articulo si señor
los beticos de verdad a llenar el ruiz de lopera y el año que viene en primera otra vez 40.000 socios
sentir luchar ganar podemos
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...-numancia.html
Nuevo recital del beticismo, que colmará el Ruiz de Lopera
Escrito por Alfonso Sotelo
Viernes 04 de Junio de 2010 00:05
«Lo de esta afición es flipante». No hay seis palabras que resuman mejor, que hagan una descripción más sincera a la par que precisa de la parroquia verdiblanca. Juan Pablo Caffa, acostumbrado a hinchadas pasionales, de las que revientan estadios, de las que son capaces de revertir situaciones cuando más hace falta, no encontró más atinado calificativo para una afición, la bética, que sigue demostrando, día a día, jornada a jornada, partido a partido, que forma parte del selecto club de las mejores del balompié. No ya del nacional. Mundial. «Ni Boca ni River —continuó el argentino— meten a tanta gente en un estadio. Cuando cuento en Argentina que van cincuenta mil personas en un partido de Segunda división no se lo cree nadie», como se puede leer en ABC de Sevilla.
Y es que, verdaderamente, es increíble. Una vez más, la parroquia verdiblanca demostró estar muy por encima de sus dirigentes y, por qué no decirlo, de la propia plantilla, que para estar a su altura tendría que haber subido en octubre. El beticismo volvió a responder y abarrotó, como hace quince días ante la visita de la Real Sociedad, las inmediaciones del Ruiz de Lopera, que volverá a presentar una inmejorable imagen ante la visita del Numancia.
Las idas y venidas por las taquillas, el intercambio de carnés, de pases, de sitios en las colas no cesó durante todo el día. Será igual hoy. Y mañana hasta que Ontanaya López dé el pitido inicial. Ni Corpus, ni playa, ni puente ni gaitas. El beticismo está con su equipo y quiere, en volandas, llevarlo hacia la división que nunca debió abandonar y que quiere recuperar en estas tres semanas que restan hasta que el calendario frene irremediablemente en la 42, cuando otro de los implicados, el Levante, visite Heliópolis. Luego no podrá hacerse nada. Todo estará decidido.
Segundo «no va más»
La cita de mañana será la segunda consecutiva en la que las gradas heliopolitanas presenten el «no va más». Tras la visita de la Real, en la que el entonces líder se encontró con casi cincuenta mil almas apoyando y llevando a los once que portaban sus camisetas sobre el césped, el beticismo sabe cuál es la fórmula. Ya lo logró en la 2000-01, cuando con un equipo que había sufrido lo indecible para pelear hasta el final por el ascenso, llenó Heliópolis dos jornadas seguidas para vencer a Getafe y Recreativo. 1-0, sí. Y sufriendo, sí. Pero qué más daba. Lo importante era elevar a los jugadores hacia la victoria. Como pasó con la Real Sociedad. Como quieren que pase mañana.
En 2005, en tiempo de bonanza, con las trece barras paseándose por la elite del fútbol continental, el Ruiz de Lopera vivió otros dos llenos consecutivos. Visitaba, a finales de octubre, el Real Madrid el coliseo verdiblanco y 45.000 almas intentaron, en vano, vencer a los madridistas, que se impusieron finalmente por 0-2. Sólo cuatro días más tarde, el primero de noviembre, el todopoderoso Chelsea sí hincaba la rodilla ante los de Serra Ferrer. Más de 47.000 coreaban el himno del Betis en las gradas y festejaban el gol de Dani. Ha pasado tiempo y la situación es diferente. La ventaja para la plantilla es que la afición es la misma. Entregada y fiel hasta el último aliento.
«Lo de la afición del Betis no tiene nombre», añadía Juande ayer en rueda de prensa. Mientras Caffa la calificaba de flipante, el de Motril ni siquiera encontraba un adjetivo para esta hinchada. Todos los que vienen en el diccionario se quedan cortos. Obviamente, más elogios no caben en el plantel bético. Saben que no pueden fallarle a una afición que, tras sufrir lo indecible, sigue apoyándolos para revertir la situación, para lograr que Salamanca sea el nuevo Jaén, el nuevo Burgos, la nueva plaza para la enésima fiesta del beticismo. Eso sí, el camino para El Helmántico, para que valga todo lo que se puede lograr allí, comienza en La Palmera. Allí, al final. Donde resuena el himno verdiblanco y se entremezclan las banderas. Allí, donde no cabe ni un alma más para apoyar a su Betis.
los beticos de verdad a llenar el ruiz de lopera y el año que viene en primera otra vez 40.000 socios
sentir luchar ganar podemos
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...-numancia.html
Nuevo recital del beticismo, que colmará el Ruiz de Lopera
Escrito por Alfonso Sotelo
Viernes 04 de Junio de 2010 00:05
«Lo de esta afición es flipante». No hay seis palabras que resuman mejor, que hagan una descripción más sincera a la par que precisa de la parroquia verdiblanca. Juan Pablo Caffa, acostumbrado a hinchadas pasionales, de las que revientan estadios, de las que son capaces de revertir situaciones cuando más hace falta, no encontró más atinado calificativo para una afición, la bética, que sigue demostrando, día a día, jornada a jornada, partido a partido, que forma parte del selecto club de las mejores del balompié. No ya del nacional. Mundial. «Ni Boca ni River —continuó el argentino— meten a tanta gente en un estadio. Cuando cuento en Argentina que van cincuenta mil personas en un partido de Segunda división no se lo cree nadie», como se puede leer en ABC de Sevilla.
Y es que, verdaderamente, es increíble. Una vez más, la parroquia verdiblanca demostró estar muy por encima de sus dirigentes y, por qué no decirlo, de la propia plantilla, que para estar a su altura tendría que haber subido en octubre. El beticismo volvió a responder y abarrotó, como hace quince días ante la visita de la Real Sociedad, las inmediaciones del Ruiz de Lopera, que volverá a presentar una inmejorable imagen ante la visita del Numancia.
Las idas y venidas por las taquillas, el intercambio de carnés, de pases, de sitios en las colas no cesó durante todo el día. Será igual hoy. Y mañana hasta que Ontanaya López dé el pitido inicial. Ni Corpus, ni playa, ni puente ni gaitas. El beticismo está con su equipo y quiere, en volandas, llevarlo hacia la división que nunca debió abandonar y que quiere recuperar en estas tres semanas que restan hasta que el calendario frene irremediablemente en la 42, cuando otro de los implicados, el Levante, visite Heliópolis. Luego no podrá hacerse nada. Todo estará decidido.
Segundo «no va más»
La cita de mañana será la segunda consecutiva en la que las gradas heliopolitanas presenten el «no va más». Tras la visita de la Real, en la que el entonces líder se encontró con casi cincuenta mil almas apoyando y llevando a los once que portaban sus camisetas sobre el césped, el beticismo sabe cuál es la fórmula. Ya lo logró en la 2000-01, cuando con un equipo que había sufrido lo indecible para pelear hasta el final por el ascenso, llenó Heliópolis dos jornadas seguidas para vencer a Getafe y Recreativo. 1-0, sí. Y sufriendo, sí. Pero qué más daba. Lo importante era elevar a los jugadores hacia la victoria. Como pasó con la Real Sociedad. Como quieren que pase mañana.
En 2005, en tiempo de bonanza, con las trece barras paseándose por la elite del fútbol continental, el Ruiz de Lopera vivió otros dos llenos consecutivos. Visitaba, a finales de octubre, el Real Madrid el coliseo verdiblanco y 45.000 almas intentaron, en vano, vencer a los madridistas, que se impusieron finalmente por 0-2. Sólo cuatro días más tarde, el primero de noviembre, el todopoderoso Chelsea sí hincaba la rodilla ante los de Serra Ferrer. Más de 47.000 coreaban el himno del Betis en las gradas y festejaban el gol de Dani. Ha pasado tiempo y la situación es diferente. La ventaja para la plantilla es que la afición es la misma. Entregada y fiel hasta el último aliento.
«Lo de la afición del Betis no tiene nombre», añadía Juande ayer en rueda de prensa. Mientras Caffa la calificaba de flipante, el de Motril ni siquiera encontraba un adjetivo para esta hinchada. Todos los que vienen en el diccionario se quedan cortos. Obviamente, más elogios no caben en el plantel bético. Saben que no pueden fallarle a una afición que, tras sufrir lo indecible, sigue apoyándolos para revertir la situación, para lograr que Salamanca sea el nuevo Jaén, el nuevo Burgos, la nueva plaza para la enésima fiesta del beticismo. Eso sí, el camino para El Helmántico, para que valga todo lo que se puede lograr allí, comienza en La Palmera. Allí, al final. Donde resuena el himno verdiblanco y se entremezclan las banderas. Allí, donde no cabe ni un alma más para apoyar a su Betis.
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