El milagro de Huesca ha dejado muchas sensaciones positivas en el Betis. La manera con la que los jugadores celebraban aporreando el autobús bético desde dentro y cantando con los 200 aficionados que les hicieron un pasillo de honor a la salida de El Alcoraz significa algo. El grito desgarrador por el gol de Juanma, que tiene sabor a ascenso, puede ser un punto de inflexión. Sólo faltó que la jornada acompañase, ya que ganaron los cinco de arriba y sólo se descuelga el Elche. Continúa cuarto el Betis entonces, empatado con el Hércules y el Cartagena, que se enfrentan este domingo en un encuentro fundamental del que el Betis espera un empate como mejor resultado o un triunfo cartagenero. De ese encuentro depende en buena medida el ascenso bético. El regreso desde Zaragoza, donde hizo noche el Betis, estuvo plagado de felicidad. Víctor Fernández y José Luis Arjol se quedaron en tierras mañas para disfrutar de la familia hasta mañana, cuando el bloque vuelve al trabajo. Y lo hará con la sensación diferente de que algo ha cambiado en el Betis, de que todo se pone de cara por vez primera en mucho tiempo. No está acostumbrado el bético a tener el viento a su favor, tal y como puede leerse en ABC de Sevilla.
Suerte. O lo que sea. Marcar en el último minuto, y que supusiera puntos, era una asignatura pendiente de esta temporada. De hecho, tenía demasiados precedentes... pero en contra: Hércules, Real Unión, Cádiz, Huesca, Las Palmas... Que Juanma marcara para ganar en el alargue puede ser un punto de inflexión. Además, los dos partidos anteriores se ganaron de penalti y no hubo que lamentar el fallo de Mehmet Aurelio en Tarragona. Tampoco hay ya inexplicables errores defensivos.
Árbitros. Tres penaltis a favor en los últimos partidos y dos expulsados en los rivales lo dicen todo. No es que haya favoritismo arbitral, sino que se está normalizando una situación aún desnivelada porque los béticos han sufrido récord de expulsados esta campaña (catorce) y penaltis en contra (ocho). Los colegiados miran de otra manera a los verdiblancos, al menos más justa para un equipo que pisa tanto el área rival y que no es precisamente agresivo atrás.
Seguridad defensiva. Tres partidos y media hora más lleva Goitia sin encajar un gol. Es su mejor marca de la temporada y llega en un momento muy oportuno. Los ajustes de Víctor han surtido efecto. La firmeza atrás se ha conseguido con el retorno de Arzu a esa posición. Ha tenido el nazareno como compañeros a Rivas y Carlos García, e incluso éstos jugaron sin él los últimos minutos en El Alcoraz. Siempre que dejó su portería a cero fuera de casa (Gerona, Córdoba, Tarragona y Huesca) ganó el bloque bético. Precisamente jugar lejos de Heliópolis se le ha dado excelentemente bien a los béticos, ya que con Víctor no han perdido nunca fuera.
Unión. La «crisis de la quimera» tuvo unas consecuencias realmente positivas. Las torpezas que se produjeron para generarla no presagiaban este efecto, pero es que el vestuario se ha unido como nunca y mira al futuro con fundamentado optimismo. Compacto y solidario, el grupo bético ha capeado el temporal de verse señalado por la responsabilidad que tenía ante sí y frente a la que no estaba respondiendo para ahora dar lo mejor que tiene y tomarse como una revancha personal darle la vuelta a la situación.
Apoyo de la grada. Después de vivir cómo en algunos partidos de la primera vuelta ni siquiera se llegaba a los 18.000 espectadores y ante el Las Palmas se registraba la peor entrada de las últimas décadas en Heliópolis, la constatación de que el beticismo también empuja para el ascenso fue el casi lleno que se vivió ante la Real Sociedad y el que, a buen seguro, habrá frente al Numancia. Las iniciativas que ha impulsado el Betis para abaratar las entradas de los acompañantes de los socios al fin llegaron y han servido para facilitar este ambiente de Primera que beneficia al equipo verdiblanco. Además de eso, la nutrida y permanente presencia de seguidores heliopolitanos en los campos que han visitado recientemente (Tarragona, Huesca).
Los cambios funcionan. Hubo un tiempo en el que el banquillo del Betis aportaba más bien poco. En Huesca y ante la Real, como ejemplos cercanos, se vio todo lo contrario. Jugadores como Juanma, Odonkor o Capi han salido más tarde y han servido para cambiar la dinámica de los partidos en positivo.
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...ado-betis.html
Suerte. O lo que sea. Marcar en el último minuto, y que supusiera puntos, era una asignatura pendiente de esta temporada. De hecho, tenía demasiados precedentes... pero en contra: Hércules, Real Unión, Cádiz, Huesca, Las Palmas... Que Juanma marcara para ganar en el alargue puede ser un punto de inflexión. Además, los dos partidos anteriores se ganaron de penalti y no hubo que lamentar el fallo de Mehmet Aurelio en Tarragona. Tampoco hay ya inexplicables errores defensivos.
Árbitros. Tres penaltis a favor en los últimos partidos y dos expulsados en los rivales lo dicen todo. No es que haya favoritismo arbitral, sino que se está normalizando una situación aún desnivelada porque los béticos han sufrido récord de expulsados esta campaña (catorce) y penaltis en contra (ocho). Los colegiados miran de otra manera a los verdiblancos, al menos más justa para un equipo que pisa tanto el área rival y que no es precisamente agresivo atrás.
Seguridad defensiva. Tres partidos y media hora más lleva Goitia sin encajar un gol. Es su mejor marca de la temporada y llega en un momento muy oportuno. Los ajustes de Víctor han surtido efecto. La firmeza atrás se ha conseguido con el retorno de Arzu a esa posición. Ha tenido el nazareno como compañeros a Rivas y Carlos García, e incluso éstos jugaron sin él los últimos minutos en El Alcoraz. Siempre que dejó su portería a cero fuera de casa (Gerona, Córdoba, Tarragona y Huesca) ganó el bloque bético. Precisamente jugar lejos de Heliópolis se le ha dado excelentemente bien a los béticos, ya que con Víctor no han perdido nunca fuera.
Unión. La «crisis de la quimera» tuvo unas consecuencias realmente positivas. Las torpezas que se produjeron para generarla no presagiaban este efecto, pero es que el vestuario se ha unido como nunca y mira al futuro con fundamentado optimismo. Compacto y solidario, el grupo bético ha capeado el temporal de verse señalado por la responsabilidad que tenía ante sí y frente a la que no estaba respondiendo para ahora dar lo mejor que tiene y tomarse como una revancha personal darle la vuelta a la situación.
Apoyo de la grada. Después de vivir cómo en algunos partidos de la primera vuelta ni siquiera se llegaba a los 18.000 espectadores y ante el Las Palmas se registraba la peor entrada de las últimas décadas en Heliópolis, la constatación de que el beticismo también empuja para el ascenso fue el casi lleno que se vivió ante la Real Sociedad y el que, a buen seguro, habrá frente al Numancia. Las iniciativas que ha impulsado el Betis para abaratar las entradas de los acompañantes de los socios al fin llegaron y han servido para facilitar este ambiente de Primera que beneficia al equipo verdiblanco. Además de eso, la nutrida y permanente presencia de seguidores heliopolitanos en los campos que han visitado recientemente (Tarragona, Huesca).
Los cambios funcionan. Hubo un tiempo en el que el banquillo del Betis aportaba más bien poco. En Huesca y ante la Real, como ejemplos cercanos, se vio todo lo contrario. Jugadores como Juanma, Odonkor o Capi han salido más tarde y han servido para cambiar la dinámica de los partidos en positivo.
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...ado-betis.html
Me ha llamado poderosamente la atención esta noticia, sobre todo la parte siguiente:
"La manera con la que los jugadores celebraban aporreando el autobús bético desde dentro y cantando con los 200 aficionados que les hicieron un pasillo de honor a la salida de El Alcoraz significa algo."
¿Que los jugadores cantaron con la afición y aporreaban el autobus desde dentro? ¿Esto es cierto? Si lo es supongo que habrá algún video, foto o lo que sea, me gustaria poder comprobar con mis propios ojos que eso es verdad.
PD: Hoy hace un año Lopera, ni olvido ni perdon
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