Luis Enrique ya es historia y en Can Barça se decidió que fuese el extremeño Ernesto Valverde el que tomara las riendas del equipo. El extécnico del Athletic Club, entre otros conjuntos, es una persona que conoce muy bien al club barcelonista y que encaja perfectamente en la filosofía que la directiva catalana quiere para los suyos. Con todo esto, además, hablamos de un entrenador excelente que domina la inmensa mayoría de los campos que debe controlar. Pero, no hay duda, el fútbol es de los futbolistas antes que nada y, el que para mí más se acerca al mejor jugador del mundo (Leo Messi), ya no está en la plantilla que él dirige. El PSG ha roto todo lo rompible en materia de traspasos y pagando 222 millones de euros se ha llevado a Neymar Jr a París.
La salida del brasileño de Barcelona significa mucho más que buscarle sustituto. Porque no lo tiene, básicamente. Ernesto Valverde tenía por delante el mayor reto de su vida deportiva por la categoría del club al que aterizaba. Desde hace unos días, sin el segundo mejor futbolista de su plantilla, el reto pasa a ser más gigantesco que nunca. Podrá con él, no tengo dudas, pero con refuerzos y sobre todo con algo que también precisa el Real Betis Balompié, paciencia. Lo que ocurre, ya, es que el Real Madrid lo ha desnudado fácilmente en dos ocasiones en cuatro días. Y el FC Barcelona es el FC Barcelona.
Dicho esto, el técnico cacereño deberá cambiar muy pronto las opiniones y dudas que colapsan a día de hoy el Camp Nou. Y tengo claro que primeramente lo deberá hacer con resultados, que a fin de cuentas es lo que ayudará a que lo demás llegue. Ganar ayuda a ganar digan lo que digan. Sí hay una cosa que perfuma al preparador blaugrana y que nadie puede negar pese a los resultados y la imagen en general de su bloque, sus jugadores están corriendo. Al menos hasta que lo psíquico aparece. Esperemos que el domingo el Real Betis Balompié sea capaz de hacer permanecer en estado depresivo a la plantilla azulgrana.
La salida del brasileño de Barcelona significa mucho más que buscarle sustituto. Porque no lo tiene, básicamente. Ernesto Valverde tenía por delante el mayor reto de su vida deportiva por la categoría del club al que aterizaba. Desde hace unos días, sin el segundo mejor futbolista de su plantilla, el reto pasa a ser más gigantesco que nunca. Podrá con él, no tengo dudas, pero con refuerzos y sobre todo con algo que también precisa el Real Betis Balompié, paciencia. Lo que ocurre, ya, es que el Real Madrid lo ha desnudado fácilmente en dos ocasiones en cuatro días. Y el FC Barcelona es el FC Barcelona.
Dicho esto, el técnico cacereño deberá cambiar muy pronto las opiniones y dudas que colapsan a día de hoy el Camp Nou. Y tengo claro que primeramente lo deberá hacer con resultados, que a fin de cuentas es lo que ayudará a que lo demás llegue. Ganar ayuda a ganar digan lo que digan. Sí hay una cosa que perfuma al preparador blaugrana y que nadie puede negar pese a los resultados y la imagen en general de su bloque, sus jugadores están corriendo. Al menos hasta que lo psíquico aparece. Esperemos que el domingo el Real Betis Balompié sea capaz de hacer permanecer en estado depresivo a la plantilla azulgrana.
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