Según Pepe Elías, más de lo mismo, no hay nada nuevo que no se sepa.
Es “muy difícil” que el Real Betis pueda traer un último refuerzo antes de que expire este viernes el mercado veraniego de fichajes, pues aunque desde el club se está haciendo “todo lo posible”, las cifras no acaban de cuadrar para dar cabida a un nuevo futbolista por el consabido límite salarial impuesto por LaLiga.
A falta de pocas horas para el cierre del mercado, lo más probable, salvo giro inesperado de los acontecimientos en forma de una oportunidad que se presente a última hora y un acuerdo con Zozulia y Digard, es que no venga nadie, aunque se sigue negociando la cesión de Darko Brasanac al Leganés, cuya plaza, si se concreta su salida, sería ocupada por el canterano César de la Hoz.
Durante las negociaciones con el Leganés para ceder al serbio Brasanac, el Betis preguntó por el extremo zurdo argentino Alexander Szymanowski, al que resta solo un año de contrato, pero el club pepinero lo considera una pieza clave y no accedió a negociar un canje, pese a que este mismo martes se ha hecho con otro extremo zurdo, el francés Claudido Beauvue, que llega cedido por el Celta tras el fichaje del turco Emre Mor, futbolista que estaba en la agenda de la dirección deportiva bética en caso de que el Dortmund accediera a una cesión, aunque finalmente lo ha traspasado al Celta por 13 millones de euros, cifra que el club verdiblanco en ningún caso iba a desembolsar por un futbolista de 20 años que apunta buenas maneras pero aún es un melón por calar.
Las salidas de Digard y Zozulia no avanzan como era deseable por la escasa colaboración de los futbolistas, de ahí que el Betis esté muy limitado a la hora de fichar un último refuerzo, salvo que lograra un acuerdo con ambos en estas últimas horas que le permitiera disponer de una cantidad suficiente para afrontar la ficha del jugador en cuestión.
Quique Setién ya comentó hace unos días que si llegaba un refuerzo que viniera a mejorar la plantilla sería bienvenido, pero que en caso contrario tenía piezas suficientes para afrontar la temporada.
En las últimas horas, como es costumbre por estas fechas, los nombres vinculados al Betis, como prácticamente ocurre en todos los clubes, se multiplican, y los ofrecimientos no paran de llegar, aunque el dinero que hay es poco y, salvo sorpresa, va a ser muy difícil que un último fichaje pueda llegar. Al menos es lo que trasladan en las últimas horas desde el club.
A partir del 1 de septiembre el Betis, al tener varias fichas disponibles, sí puede incorporar a futbolistas que estén sin equipo, de los que también hay muchos en el mercado, aunque los problemas con el límite salarial seguirán existiendo si no se consigue un acuerdo amistoso con Zozulia y Digard. En estos momentos, la llegada de un nuevo refuerzo, está “muy difícil”, pero conviene esperar a los numerosos movimientos que habrá en las últimas horas de mercado, que siempre suelen deparar algunas sorpresas.
Es “muy difícil” que el Real Betis pueda traer un último refuerzo antes de que expire este viernes el mercado veraniego de fichajes, pues aunque desde el club se está haciendo “todo lo posible”, las cifras no acaban de cuadrar para dar cabida a un nuevo futbolista por el consabido límite salarial impuesto por LaLiga.
A falta de pocas horas para el cierre del mercado, lo más probable, salvo giro inesperado de los acontecimientos en forma de una oportunidad que se presente a última hora y un acuerdo con Zozulia y Digard, es que no venga nadie, aunque se sigue negociando la cesión de Darko Brasanac al Leganés, cuya plaza, si se concreta su salida, sería ocupada por el canterano César de la Hoz.
Durante las negociaciones con el Leganés para ceder al serbio Brasanac, el Betis preguntó por el extremo zurdo argentino Alexander Szymanowski, al que resta solo un año de contrato, pero el club pepinero lo considera una pieza clave y no accedió a negociar un canje, pese a que este mismo martes se ha hecho con otro extremo zurdo, el francés Claudido Beauvue, que llega cedido por el Celta tras el fichaje del turco Emre Mor, futbolista que estaba en la agenda de la dirección deportiva bética en caso de que el Dortmund accediera a una cesión, aunque finalmente lo ha traspasado al Celta por 13 millones de euros, cifra que el club verdiblanco en ningún caso iba a desembolsar por un futbolista de 20 años que apunta buenas maneras pero aún es un melón por calar.
Las salidas de Digard y Zozulia no avanzan como era deseable por la escasa colaboración de los futbolistas, de ahí que el Betis esté muy limitado a la hora de fichar un último refuerzo, salvo que lograra un acuerdo con ambos en estas últimas horas que le permitiera disponer de una cantidad suficiente para afrontar la ficha del jugador en cuestión.
Quique Setién ya comentó hace unos días que si llegaba un refuerzo que viniera a mejorar la plantilla sería bienvenido, pero que en caso contrario tenía piezas suficientes para afrontar la temporada.
En las últimas horas, como es costumbre por estas fechas, los nombres vinculados al Betis, como prácticamente ocurre en todos los clubes, se multiplican, y los ofrecimientos no paran de llegar, aunque el dinero que hay es poco y, salvo sorpresa, va a ser muy difícil que un último fichaje pueda llegar. Al menos es lo que trasladan en las últimas horas desde el club.
A partir del 1 de septiembre el Betis, al tener varias fichas disponibles, sí puede incorporar a futbolistas que estén sin equipo, de los que también hay muchos en el mercado, aunque los problemas con el límite salarial seguirán existiendo si no se consigue un acuerdo amistoso con Zozulia y Digard. En estos momentos, la llegada de un nuevo refuerzo, está “muy difícil”, pero conviene esperar a los numerosos movimientos que habrá en las últimas horas de mercado, que siempre suelen deparar algunas sorpresas.
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