Yo no puedo ser feliz, alimento una esperanza, pero yo no puedo ser feliz completamente.

Me alegro por mis apreciados y admirados compañeros de PNB, por aquellos que no han escatimado ni un solo minuto de sus vidas para ponerlo a disposición del Real Betis Balompié, que gran trabajo el suyo y espero que algún día tengan el reconocimiento que se merecen con mayúsculas.

Pero Yo todavía no puedo ser feliz, por muchas razones, después de escuchar hoy muchas versiones de los hechos. Todo apunta una vez más que será Ruiz de Lopera quien otra vez, planifique y programe la temporada que viene. Otra vez quien se encargue de las renovaciones, de los fichajes, etc.etc.etc.

Y señores, es que las temporadas son tan largas, todavía quedan 6 jornadas para terminar esta y ya estamos decepcionados, desencantados, hastiados y hasta asqueados. Son tantos los bochornos que se acumulan durante una temporada, tantos los ridículos a los que uno asiste y eso sin contar los esperpentos diarios que genera la actualidad del Betis.

Yo no puedo estar todavía feliz, como dije antes, alimento una esperanza. Pero es que la penitencia esta siendo tan larga. Despojado de la rivalidad, en la más absoluta mediocridad deportiva, sin exigencias ni ambiciones. Comprobando como la magia del fútbol nos da la espalda una y otra vez, para sumirnos en un mundo de sábados y domingos desagradables, algunos incluso hasta crueles con el destino de un Real Betis Balompié que ya no sabe como encajar más golpes y al que cada día le cuesta más levantarse de los mismos.

Por eso lo de hoy, es solo un rayo de sol que asoma entre tanto nubarrón, entre tanta borrasca. Pero cuanto falta todavía para ver el cielo azul. Cuanto Dios mío.