Cuando Jabugo vino por los notables
me quedé callado;
yo no era notable, ni sufiente.
Cuando Jabugo humilló a los jugadores
permanecí en silencio;
yo no era jugador.
Cuando le tocó el turno a los jugadores históricos,
no dije nada;
yo era muy pequeño entonces.
Cuando mataron el Centenario,
no pronuncié palabra;
yo iba al campo y ya está.
Cuando me tocó a mi
no quedaba nadie para decir algo.
Con esta versión personal de un poema de mediados del siglo XX me hago una reflexión: ¿UNA PARTE Y OTRA?
Aquí parece que vamos por modas, y es cierto que yo también las adopto. Y veo que ahora la moda es Lopera y los otros, y por los otros aparecen nombres como plataforma, como los que quieren hundir al Betis, como los pobretones que no tienen dinero, como los ideólogos de pacotilla, etc.
Yo nada más puedo hablar por mi y lo que pienso de dónde estoy metido. Y es en POR NUESTRO BETIS. Cuando entré creí sinceramente que íbamos a ser tres trasnochados que iban a luchar contra carros y carretas. Me equivoqué sólo en lo de trasnochados. Aquella asociación, es una ASOCIACIÓN, de béticos de todos los ámbitos se reunieron con cierto sigilo, porque pruebas recientes han demostrado que había que tenerlo. Y se pusieron a trabajar. A trabajar con cariño al Betis, a su Betis, al de todos, ni de una parte ni de otra. El hecho de no encontrarme a mucha gente del centenario me llenó de esperanzas, no éramos los considerados rebotados los que levantásemos esta asociación, era uno más de los que ya son 500 y sigue creciendo, me llaman amigos de cómo hacerse socios, de cómo colaborar.
El legado que tenemos a nuestra espalda era pesado, pues inmediatamente somos notables o somos de los del Villamarín. Asociarnos a ellos es lo más rápido que se puede hacer. Pero no, ni tenemos el dinero que ellos tienen ni carecemos de las ganas de las que ellos han hecho méritos. Ganas qué últimamente han recobrado y es de agradecer, a ver si hacen lo que dicen que quieren hacer. Si para eso también ha servido la Asociación, olé.
Esta Asociación quiere permanecer no a un consejo de administración, sino a muchos, no está teledirigida como parece ser que se nos quiere mostrar, no somos la otra parte ni siquiera la oposición. Somos parte del Betis, cada vez mayor y cada vez con más gente detrás. Por el conocimiento de nuestro Betis sabemos qué puede mejorar y de ahí las denuncias, de ahí los ruegos, de ahí las ganas de colaborar para que mejoren.
Así me apunté a pornuestrobetis y así pienso seguir en él. Ojalá no hiciera falta la Asociación, maldita la hora que las circunstancias tuvieron a mal su constitución, pero gracias a los dioses que se ha hecho, porque nada más empezar a andar sus pasos retumban en su camino, el camino de un Betis más grande.
me quedé callado;
yo no era notable, ni sufiente.
Cuando Jabugo humilló a los jugadores
permanecí en silencio;
yo no era jugador.
Cuando le tocó el turno a los jugadores históricos,
no dije nada;
yo era muy pequeño entonces.
Cuando mataron el Centenario,
no pronuncié palabra;
yo iba al campo y ya está.
Cuando me tocó a mi
no quedaba nadie para decir algo.
Con esta versión personal de un poema de mediados del siglo XX me hago una reflexión: ¿UNA PARTE Y OTRA?
Aquí parece que vamos por modas, y es cierto que yo también las adopto. Y veo que ahora la moda es Lopera y los otros, y por los otros aparecen nombres como plataforma, como los que quieren hundir al Betis, como los pobretones que no tienen dinero, como los ideólogos de pacotilla, etc.
Yo nada más puedo hablar por mi y lo que pienso de dónde estoy metido. Y es en POR NUESTRO BETIS. Cuando entré creí sinceramente que íbamos a ser tres trasnochados que iban a luchar contra carros y carretas. Me equivoqué sólo en lo de trasnochados. Aquella asociación, es una ASOCIACIÓN, de béticos de todos los ámbitos se reunieron con cierto sigilo, porque pruebas recientes han demostrado que había que tenerlo. Y se pusieron a trabajar. A trabajar con cariño al Betis, a su Betis, al de todos, ni de una parte ni de otra. El hecho de no encontrarme a mucha gente del centenario me llenó de esperanzas, no éramos los considerados rebotados los que levantásemos esta asociación, era uno más de los que ya son 500 y sigue creciendo, me llaman amigos de cómo hacerse socios, de cómo colaborar.
El legado que tenemos a nuestra espalda era pesado, pues inmediatamente somos notables o somos de los del Villamarín. Asociarnos a ellos es lo más rápido que se puede hacer. Pero no, ni tenemos el dinero que ellos tienen ni carecemos de las ganas de las que ellos han hecho méritos. Ganas qué últimamente han recobrado y es de agradecer, a ver si hacen lo que dicen que quieren hacer. Si para eso también ha servido la Asociación, olé.
Esta Asociación quiere permanecer no a un consejo de administración, sino a muchos, no está teledirigida como parece ser que se nos quiere mostrar, no somos la otra parte ni siquiera la oposición. Somos parte del Betis, cada vez mayor y cada vez con más gente detrás. Por el conocimiento de nuestro Betis sabemos qué puede mejorar y de ahí las denuncias, de ahí los ruegos, de ahí las ganas de colaborar para que mejoren.
Así me apunté a pornuestrobetis y así pienso seguir en él. Ojalá no hiciera falta la Asociación, maldita la hora que las circunstancias tuvieron a mal su constitución, pero gracias a los dioses que se ha hecho, porque nada más empezar a andar sus pasos retumban en su camino, el camino de un Betis más grande.
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