Navegando por la vasta red de redes uno puede dar con sus huesos en los más insospechados lugares. Por cuestión de azar topé con un sitio web llamado La Página del Oviedín, donde descubrí una de esas historias que a todos nos suenan, pero que no por ello dejan de ponernos los pelos de punta. Esta entrada se la quiero dedicar a toda la afición del Real Oviedo, y de paso darle la enhorabuena, un poco tardía, por el paso que han dado hacia el sitio del que nunca debieron salir.

Nos trasladamos al año 2003. Concretamente al día 1 de agosto, fecha que quedará en la memoria de la afición ovetense como el más negro de su historia. La directiva del Real Oviedo fue incapaz de solventar la deuda que tenía con la plantilla y el equipo, que había sorprendido al mundo un año antes ganando a domicilio en el Camp Nou, descendía a Tercera división.

A partir de este momento, las instituciones oficiales de la capital del Principado le retiran el apoyo al cuadro carbayón. Desde el Ayuntamiento se lanzaban mensajes que insistían en que el Real Oviedo estaba muerto y era necesario fundar otro club. Para ello se servirían el Astur, club más antiguo de la ciudad, y cuyo presidente no le hacía ascos a la idea de dirigir el primer equipo de la ciudad.

El 15 de agosto tuvo lugar una asamblea de socios del Astur, a la que no tuvieron acceso los medios de comunicación, en la que habría de decidirse el futuro de la entidad. Los socios más antiguos no estaban por la labor. Sin embargo, los promotores del proyecto tenían un as guardado en la manga: acudieron a la reunión con multitud de poderes otorgados por socios de nuevo cuño. Ante la indignación de los socios más veteranos, que incluso abandonaron la sala antes de que finalizase la asamblea, el Astur moría para dar paso al Oviedo ACF. Su tradicional uniforme rojo fue sustituído por otro azul, y su escudo se cambió por otro que recordaba sospechosamente al del Real Oviedo

Pero no sólo las instituciones le dieron la espalda al Real Ovideo. Algunas entidades ligadas a los carbayones, como la Federación de Peñas o Patrimonio Azul cayeron por su propio peso. Además, algunos ex jugadores del club azul, como Argila, Carrete o Antón, se cambiaron de acera sin dudarlo dos veces. Incluso algunos futbolistas en activo abrazaron la aparición del Oviedo ACF, como Berto o Iván Iglesias. En cuanto a los medios de comunicación, casi todos dieron también la espalda al Real Ovideo, haciéndose eco únicamente de las informaciones que servían para minar su imagen. Tan sólo la voz de Asturias y Radio Sele – que perdió grandes cantidades de dinero viajando con los oviedistas para retransmitir sus partidos - permanecían fieles. También hay que destacar al diario Marca, que en ningún momento hizo alusión al Ovideo ACF.

El siguiente objetivo del ACF era encontrar un estadio donde disputa sus partidos, ya que el estadio donde tradicionalmente lo había hecho el Astur, el Hermanos Llana, no tenía capacidad suficiente para albergal a la gran cantidad de abonados que se esperaban para el nuevo equipo, la mayoría reclutados de el entorno más cercano de los dirigentes. En un primer momento pensaron en desalojar al Real Oviedo del Carlos Tartiere, pero la idea fue desechada, teniéndose que conformar con el campo de San Lazaro.

Sin embargo, el Real Oviedo no se encontraba solo. Su afición le permanecía fiel. Centenares de personas de echaron a la calle para evitar la desaparición del equipo azul. La nueva directiva logró inscribir al equipo en Tercera división, pese a los problemas económicos, y consiguió hacer un equipo competitivo (entre los fichajes se encontraba el actual guardamenta del Girona, de Segunda división, Rafa Ponzo) que iba solventando sus partidos con victorias. La Fereración de Peñas fue sustituída por una nueva llamada Federación de Peñas Azules del Real Oviedo. En cuanto a los abonados, la directiva tuvo que adelantar la fecha que tenía prevista para inciar la campaña, debido a la gran cantidad de peticiones que tenía, pese a que el precio del abono era exorbitado para un equipo de Tercera.

El calendario quiso que ambos equipos se enfrentasen el 11 de enero de 2004, con el Real Oviedo como líder indiscutible de la categoría, a pesar de haber arrancado la competición con 6 puntos de desventaja respecto al resto de competidores. Antes del partido, 7.000 seguidores oviedistas se manifestaron por las calles de la capital asturiana reclamando justicia. El Tartiere registró ese día la mayor entrada hasta la fecha para presenciar un partido de Tercera, con más de 16.000 espectadores, superando las entradas de esa jornada de tres campos de Primera y de todos los de Segunda. Tal demostración de poderío hizo que varios medios volviesen a hablar del Real Oviedo, y que muchos de los que se habían propuesto hundirlo rectificasen. Tal es el caso del Ayuntamiento, que al final de la temporada volvió a cambiarse la chaqueta.

En cuanto al ACF, el presidente se marchó al terminar la temporada, sustituyéndolo el que fuera líder de Patrimonio Azul, que prometió que el club volvería a denominarse Astur y recuperaría sus símbolos. Sin embargo, hasta 2007 mantuvo la denominación y los emblemas que tan malos recuerdos traen a la afición oviedista. Una afición de la que se podrían decir mil cosas a modo de conclusión, pero ninguna mejor que la que recoje la Página del Oviedín. Va por ustedes:

En agosto de 2003, ese tren llamado “Real Oviedo” había descarrilado, y la afición lo cogió en volandas, lo volvió a situar encima de las vías de la salvación, y le empezó a echar combustible en forma de apoyo pocas veces visto; no podemos negar que ha habido muchos más factores que han servido positivamente en esta salvación, como el éxito en la suspensión de pagos, o la acertada dirección deportiva del club, pero estoy por apostar que si en agosto de 2003 la gente no se hubiera movilizado como se movilizó, ahora mismo no existiría Real Oviedo; y no importó el fracaso deportivo de no ascender a 2ªB en esa temporada 2003-2004, porque la gente se volcó más si cabe y el número de socios ascendió considerablemente en la siguiente.