Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

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Lic. Diana L. Braceras


A veces la vida se parece a una guerra. A veces la paz tan defendida, es la de los cementerios, el tedio de rutinas. Aun en el desasosiego de la lucha es posible cavar y arrinconarnos, atrincherarnos y resistir blandiendo una alegría.

La alegría de veras, no se confunde con la mueca caricaturesca del "está todo bien", ni la risa grotesca de la diversión mediática. Tampoco es el trofeo de los vencedores.

La alegría es pequeña y es íntima. No está en guerra con los sinsabores, es más bien parecida a una tregua donde abreva la fuerza y la templanza.

A la alegría se llega como a un encuentro azaroso y presentido. Cuando nos toma por sorpresa parece que fuera parte de nuestra naturaleza, que responde a la lógica de la existencia: que ella está y sólo se trata de reconocerla y hacerla nuestra. Y no es cierto.

La alegría se construye, se defiende y se reclama, se destruye, se desarma, se roba y se mata; se reconquista, se transmite y se comparte.

La gravedad de los diagnósticos es una amenaza y a veces un colapso para la alegría. Pero hay una extraña coincidencia que el ejercicio de la medicina reconoce, una "casualidad permanente": la enfermedad irrumpe en un campo abonado por la tristeza, un desierto de alegría es el paisaje más frecuente que antecede a la guerra de las entrañas.

La defensa de la alegría es una posición que releva al cuerpo de las batallas que hay que librar en la vida con las mejores armas: las palabras, el pensamiento y los actos.

Habilitar al paciente para que recupere su puesto y la defienda es ayudar a localizar su trinchera, desatando esa alegría convicta y maniatada, que no se rinda, que no renuncie ni se traicione.

Con la alegría y con las penas se aprende la aritmética dura de la vida: uno se entera con los que puede contar. Aun en las inevitables derrotas, puede existir la entrañable alegría de descubrir a quien elije la misma trinchera y nos dice:

... usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo. **

Tanto la intensidad, la oportunidad y el objeto mismo de la alegría, la manera de sentirla, expresarla o reconocerla, suelen tener cambios tan notables que el primer sorprendido es uno mismo.

Puede que por un tiempo, la alegría aparezca teñida del nublado sepia del desengaño, pero lo fundamental es un decisivo cambio del umbral que se atraviesa para acceder a su gracia.

La humildad de las pequeñas alegrías cotidianas constituye una inesperada recompensa, un botín impensado de las batallas más duras. Hay una redimensión de la vida que se gana no por el camino del éxito garantizado sino por no haber sucumbido en la desgracia. La apuesta es axiomática: en verdad nunca se sabe si "al alba cantarán los gallísimos sueños"***.

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Y si a la defensa de la alegría quieren ponerle música, os dejo con Joan Manuel Serrat

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

Con todo mi odio:


EL MAYOR BÉTICO DEL MUNDO.

La temporada pasada me topé con el mayor bético del mundo, era en Huelva, y estaba sentado cerca de mí. Animaba sin parar y pese a sus casi cuarenta años no faltaba a una cita si el tiempo y la economía se lo permitía. Qué grande, cómo animaba y cómo sentía al Betis...

Me lo volví a encontrar en los alrededores del estadio. Iba con su nieto, de barba blanca y cuidada, bajaba del autobús y acomodó con cariño la bufanda al niño. Yo iba detrás y callado escuchaba una historia sobre su juventud en los coquetos reservados de la tribuna. Yo me desvié a mi asiento mientras subían las escaleras de voladizo.

El llavero de una peña bética apoyado en la mesita del bar, al lado de un café con leche humeante me indicó que allí estaba, de nuevo, el mayor bético del mundo, de nuevo. Tenía una carpeta repleta de papeles y la repasaba sin cesar. Moreno, con las gafas en la punta de la nariz, se tocaba la oreja mientras repasaba antes de entrar a clase... Terminé de desayunar y no quise interrumpirle, otra vez lo molestaría...

Con las prisas, corriendo como siempre, entré en el supermercado repleto hasta arriba... La lista, la lista, dónde está la leche? y el pan? Y allí estaba mi buen amigo bético... Entrado en kilos, rodeado de críos, llenaba con los productos más económicos un carro ya lleno. Sus cuatro hijos corrían y jugaban vestidos con camisetas del Betis heredadas y remendadas. Me miró el polo del centenario que portaba y me sonrió. Al segundo estaba llamando al orden a esa tribu verdiblanca que había secuestrado un pan de molde a modo de balón. Me alejé con mi compra mientras risas y castigos se iban apagando por el pasillo de los lácteos.

De nuevo a ver al Betis contra el Almería, y de nuevo me topé con el mejor bético del mundo, enjuto, con una camiseta meyba cuidada, esperaba a su novia con una sonrisa antes de ponerse en la cola de la puerta 23, abono en mano, y entrar con ella a la fiesta. "Hoy ganamos", preconizaba. Al subir las escaleras, su novia lo apartó, pero no lo suficiente como para que pudiera escucharlos. "Vas a ser papá" le dijo mientras éste saltaba y daba abrazos y besos a todo el que llevaba una camiseta o una bufanda del Betis. Mi sobrino y yo reíamos mientras bajábamos las escaleras hasta nuestro asiento. Y ganó el Betis... mira tú.

Caían las primeras gotas de la tarde primaveral en ese campo de fútbol donde unos chiquillos echaban las toneladas de ganas en el entrenamiento. El míster me sonaba, claro, era el mayor bético del mundo... era atlético, con una melenita recogida en forma de coleta para no molestar y había jugado en los escalafones inferiores del Betis hasta que una lesión le apartó de la competición. No se perdía un partido de su Betis y soñaba y se esforzaba con ser entrenador verdiblanco algún día. Compaginando trabajo y estudios se sacaba el carné de entrenador... y ejercía en ese club de barrio donde sus pupilos le tenían adoración por su firmeza, su trabajo y su tesón. Me quedé un rato en aquella grada vacía hasta que recogieron los balones, los pivotes de colores y las porterías... Le saludé al despedirme y me respondió con una sonrisa. De nuevo nos veíamos.

Y así, voy encontrándome con el mejor bético del mundo a menudo y en todos lados. De hecho, esta misma tarde, al pasar por un parque me lo he vuelto a encontrar, era rubio, no llegaba al metro de altura y salió disparado detrás de un seto tras un balón mediodesinflado. El balón llegó a mis piés y se lo devolví. Con la camiseta del Betis llena de churretes al igual que su cara, su mirada se iluminó cuando le dije... Viva el Betis... y se fué corriendo y cantando con el balón en los brazos... Me parecía que era algo así como... Ole Ole Ole Beti Ole...

Nota: estoy haciendo cierta recopilación recogida durante los años que llevo en Betisweb. Extender el beticismo ha sido uno de mis mejores pasatiempos. El medio??? bueno, el medio es el que cada uno dentro de nosotros tenemos, en el campo que creamos que nos encontremos más cómodos. Con la mejor de las ganas de compartir con el resto de béticos.

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

Pues ese precisamente es el espiritu con el comenzamos, hace ya un año y medio, la edicion de los viernes de Estilo Betis, nos costo algunas semanas que la gente "nos entendiera" pero al final "entro"


Algunas perlitas del programa las encontrais en la Galeria Betisweb: http://www.betisweb.com/gallery/browseimages.php?c=987

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Es muy loable tu petición....peroooooooo

LA ALEGRÍA BÉTICA ESTÁ CON NUESTRO BETIS COMO CUENTA LA LEYENDA QUE ESTÁ WALT DISNEY... CRIONIZADO.

Cuando acabemos con la madrastra de Blancanieves, la alegría Bética al igual que nuestro Betis volverá con más fuerza que nunca...mientras a aguantar el temporal luchando contra él con todas nuestras fuerzas.

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

vamos a hablar del campo y de las flores mientras el betis va al caos..........

eso quieren desde radio lopera , que estemos calladitos e impasibles como si el betis nos importara un pimiento

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

... perdone que le diga, o no se ha molestado en leer el Post o no entiende usted nada, de nada...

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

Aquí está to el mundo con "las escopetas cargadas", valga la expresión, empezando por la radio oficial.
Aquí nos apuntamos todos a cualquier batallita porque está patente el ODIO.

Nadie pone cordura ni mesura, ésto es un CAOS y el poder contribuye a ello por ser demasiado personalista, muy por encima de lo que debe ser el corporativismo como entidad Centenaria que representa el "REAL BETIS BALOMPIE"

La alegría del bético se está perdiendo, y ésta estaba siempre por encima de lo futbolistico, por encima del resultado, por encima de fracasos, por encima de directivos.

Ante todo, el bético era alegre y yá estamos perdiendo hasta eso.
ya lo decía Mario Benedetti.


venia a colacion de esto.....
estaba yo con la escopeta cargada , valga la rebundancia , ante tanto mensaje de falsa paz desde medios cardenalicios...

debi seguir leyendo....

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Tu eres un crack y has extendido el beticismo de forma magistral de eso se trata, al igual que otros muchos.

Ciertamente la forma de aludir a las cosas es caprichosa y hasta injusta, evidentemente al referirme con ésta frase Aquí está to el mundo con "las escopetas cargadas", valga la expresión, empezando por la radio oficial.
Aquí nos apuntamos todos a cualquier batallita porque está patente el ODIO.

“To el mundo” y “nos apuntamos todos”, en realidad creo que hay mas excepciones que inclusiones.
Son formas erróneas de expresión, aunque por honestidad creo que debemos de partir todos de esa inclusión para llegar al máximo de las excepciones.

Tu estás exento, pero no porque yo lo crea, sino por tu legado y por tus propios actos.

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Sublime recontra...

Pues si, yo hoy me he llevado una pequeña (gran) alegría bética, en el centro comercial donde he estado esta tarde con la familia, a unos 700 kilometros del campo del Betis, me he encontrado con 2 personas, ya mayorcitos y por separado, ataviados con el chandal completo de nuestro querido equipo del alma... A mi niño de 3 años, que llevaba una sudadera de Betis Moda le dije: quitate la chaqueta y le dices a aquel hombre vestido del Betis que mire que tu también eres del Betis, y se lo dijo con toa la gracia el nota...

Su saludo, entrañable; hemos compartido unos minutos deseando lo mejor para ese escudo, ahora triste, con sus trece barras, y ni siquiera nos hemos tenido que acordar de quien está encerrado en Jabugo ni de "otros"...

Y es que ver Betis lejos de Heliópolis llena... y TELA.

Ya puestos, me fui fijando en gente que llevara ropa de otros equipos a ver que tal... y sólo UNO vestido del Valencia, que casualmente es el equipo de aquí...

TE QUIERO, BETIS

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Nadie habla de indiferencia, de callarse ó de nó exigir. (Hablo de evitar escándalos, dirigiendo mi alegato principalmente a la radio oficial)

y lo digo precisamente porque el Betis me importa mucho, y creo que estamos llegando a situaciones.... muy desagradables que alimentan cada día más, a la prensa ávida de noticias carroñeras.

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

Comandante, hace cosa de medio año, cuando ya estábamos como estábamos de mal pero sin llegar ni por asomo a las cotas que ha alcanzado esto desde el descenso, tus palabras en este foro sonaban bien; aportaban eso, mesura, alegría, tranquilidad en medio de la tormenta.

Pero he de decirte, con todos los respetos, que tal y como está el Betis tu discurso y todos los discursos parecidos al tuyo son discursos CADUCOS e INSUSTANCIALES. ¿Mesura? ¿Qué mesura? ¿Alegría? ¿Pero qué alegría, por favor? ¿Qué alegría? Evidentemente puedes abstraerte y que saltemos todos con frases como viva el Manquepierda y qué bonito es ser bético y vamos a ganar este domingo en Valencia y ole y requeteole, pero eso ya lo sabemos y sería (entiéndase el ejemplo) como tocar la guitarra en mitad de una guerra mientras caen bombas y muere gente.

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Poco te puedo decir, tu cruzada raya lo obsesivo.

El Betis está muchos peldaños por encima, intenta subir aunque sea uno, no te quedes en la misma planta donde rebotan la ondas herzianas, no son voces autorizadas, la tertulia bética está en la planta superior.
ahí el aire está menos cargado y un porcentaje alto son béticos libres pensadores.
Si tu no entrases al trapo y la radio tampoco, los mensajes se podrán diluir rápidamente, menor repercusión y menos escándalos para la prensa.

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

¿Has visto la peli "la delgada línea roja" y el papel del soldado Witt?
http://www.temakel.com/cinedlroja.htm

Yo no te digo que saltemos de alegría, pero... bueno es igual, es dificil que me explique. (La cosa no está fácil para la alegría y la guasa) ni siquiera para la prosa ni la retórica.

No sé, quizás todo lo que nos está pasando, me lleve a la melancolía y por eso eche en falta esa alegría que tanto añoramos, por encima de todo.

Respuesta: Ante el caos, apuesto por la defensa de la alegría bética

Hombre, hablando de pelis también están esas del señor de los anillos, donde el mal campa a sus anchas sin querer, el puñetero, ni sentarse a tomar una cervecita con los buenos hobbits. Mientras, el Aragon, que no es del zaragoza, si tiene algo de alatriste y con un enano mosqueao con bigotes largos (además barba, para no ser como serra) ponía firmes o los tumbaba a todo aquel troll que se ponía en su camino. Un legolas mu mariquita debía de ser el delantero soñado, porque allá donde miraba clavaba una flecha. Pero el caso es que si hay algo que gondor de las narices llegó a conseguir, es que los hombres de la tierra media se uniesen... y no precisamente en el Medio Estadio hecho torre (bueno eran dos, la otra estaría allá por Benacazón).

El caso es que los casi 18 años que se lleva el hobbit de las narices con cara de emporrao intentando cargarse un anillo parece que son los que aquí se llevaría intentando cargarse la puerta de cristales. Pero al final el tío, chiquitito y emporrao lo salva. También es verdad que un mago vestío de blanco lo ayuda. Habrase visto el tío, vestío de blanco... pero blanco isabelino, no nervionino...

No sé si me has entendido con este sími tricinematográfico. Pues eso, que a veces soñar con volver de nuevo a la comarca sin haber llevado el anillo a la joyería esa en el volcán podía hacer que los trolls siguiesen buscando su peto por aquí y por allá.

eso sí, la peña bética de la Comarca abrió sus puertas, pero como era pequeñita el palmerín que la inauguró era de peluche y León mandó un gatito.

Y en un rincón oscuro, una sombra agarraba algo con fuerza y se oía... MI TESOOOOOROOOOO