[CENTER]LA OFERTA, LA GRAN MENTIRA DESENMASCARADA.
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Es conocido por todos, que uno de los “grandes” argumentos de los afines y partidarios del Sr. Ruiz de Lopera y de su gestión, frente a cualquier crítica o postura opositora a su figura, tanto como gestor del Real Betis Balompié como máximo mandatario del mismo, es aquella cuyo discurso se basa, en que el citado personaje, hasta el momento y mientras los tribunales no digan lo contrario, es el legítimo titular y poseedor de más del 50% de las acciones de la sociedad, y que para ejercer una oposición con fundamento al mandato y poder que la propiedad de estas acciones le dan a este señor, no queda otra solución que ofertar una cantidad dineraria por dicho paquete accionarial, cantidad dineraria que vendría fijada por el vendedor ya que está en su legítimo derecho, según estos afines y partidarios. Ante tal argumento, y tras ver las manifestaciones públicas de determinados béticos que se alinean hoy en día frente a la gestión del máximo accionista, unas muy afortunadas y otras menos, estos afines, descalifican por entero a la oposición, al no tener dicha oposición intención de ofertar y no considerarla en el caso de que estuviese dispuesta a ello, con capacidad económica suficiente para asumir el precio de compra que fije el hasta ahora dudoso propietario de gran parte de las acciones.
Por parte del máximo accionista, así como del actual consejo de administración del Real Betis Balompié, en diferentes ocasiones y a través de los medios de comunicación, se ha venido insistiendo en parecido mensaje, aludiendo a su disposición a la venta del paquete de acciones que controla, fijando a tanto alzado determinados precios de compra, dando “cancha” a irrisorios y circenses negociaciones de compraventa, así como haciendo públicas determinadas condiciones mínimas para acceder a la venta como aviso a navegantes.
No se trata de enumerar en este blog el sinfín de argumentos de peso en contrario del discurso anterior, que realizan las distintas plataformas opositoras, sin soslayarse, que los tribunales, aunque no se hayan todavía pronunciado ni en firme ni cautelarmente sobre la legitimidad de la propiedad que el Sr. Ruiz ostenta sobre la mayoría de las acciones del Real Betis Balompié, si han puesto en duda, en una especie de adelanto sobre sus intenciones, que sea legítima la propiedad que ostenta señor sobre cerca de 42.000 acciones de la sociedad, en base a lo ya instruído y a la espera de la finalización de un solicitado peritaje por parte de funcionarios de la Agencia Tributaria, a fin de en fase de instrucción, pronunciarse definitivamente. (Auto de fecha 6/10/2009 del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla).
Hasta aquí, lo ya conocido por todos, sin embargo me gustaría hacer referencia a un episodio sucedido en última Junta General de Accionistas celebrada el pasado día 30 de Diciembre de 2009 y del cual no se ha hablado ni comentado hasta ahora, por lo que se deduce del mismo. Con ocasión del turno de “ruegos y preguntas”, en tercer o cuarto lugar, intervine un señor accionista, cuyo nombre no recuerdo, que inicia su alocución advirtiendo al consejo que no pertenece a ninguna de las plataformas opositoras, y prosigue preguntando, que en vista de las manifestaciones del máximo accionista por las que tiene conocimiento a través de los medios de comunicación, le gustaría saber ¿Cuánto quiere por sus acciones?, y que según sea la respuesta su intervención será en un sentido o en otro. A pesar de ser interrumpido por el Presidente Sr. León con la excusa de que se le contestará al finalizar el turno de “ruegos y preguntas”, este señor insiste en no abandonar el estrado hasta que no se le conteste, ante lo cual el máximo accionista airadamente toma el micrófono y responde literalmente lo siguiente: “yo acepto ofertas, pero en ningún caso se las voy a vender a nadie de la oposición!!”. Tras ello este señor expresa que eso le da igual y que lo que quiere conocer es que precio le pone a sus acciones. En este punto la aborregada masa de vociferantes e insultantes invitados del Consejo de Administración, prorrumpe en improperios y gritos, ante lo cual este señor desiste de seguir interviniendo y vuelve a su sitio.
Con posterioridad, en su intervención el Presidente de la Liga de Juristas Béticos, D. Adolfo Cuéllar Portero, inicia la misma advirtiendo al máximo accionista que es preso de sus palabras, indicándole que en su día manifestó públicamente que se comprometía a que sus acciones pasarían a manos de los béticos cuando estos no estuvieran de acuerdo con su gestión, y que a la vista de la situación y de lo que acaba de manifestar, el se compromete en nombre de todos aquellos que pertenecen a las distintas plataformas opositoras a renunciar a adquirir cualquiera de sus acciones, si es necesario por escrito, pero que cumpla su palabra y que en consecuencia se las done voluntariamente al resto de béticos. Es en este momento, cuando el máximo accionista alude saliéndose por la tangente, penosa y lamentablemente al fallecido padre del Sr. Cuellar, montándose el consiguiente “guirigay”, con el que unilateralmente el Sr. León da por finalizada la Junta General de Accionistas.
Con independencia, de los obstáculos judiciales existentes, y a mi modo de ver, insalvables a día de hoy respecto de una compraventa del paquete accionarial que controla el Sr. Ruiz, a mi parecer, este episodio, vuelve a demostrar el falso y demagógico argumento de Lopera y el loperismo, el argumento de la oferta. A saber:
De todo, sólo se puede extraer la siguiente conclusión, ante aseveraciones loperistas del tipo “lo que tenéis que hacer es soltar el dinero y comprar el Betis, para demostrar todo lo que decís”, “sólo hay una manera de solucionar esto, comprarle el Betis, esto es una sociedad anónima”, “la oposición, mucho hablar, pero de dinero, nada”, que además de no ser posible en el momento actual por la cuestión judicial y el riesgo que adquirir tales acciones supondría por tal motivo, de ser inmoral entre otras cosas por provocar que este señor se enriquezca injustamente a costa del Betis, dichas afirmaciones son mentira, mentira y más mentira. No quiere vender sus acciones, ni aunque se las quieran comprar, no quiere que el Betis sea de los béticos ni siquiera de otros béticos, sólo de él. Para él el Betis es su juguete y de nadie más. Yo no estoy dispuesto a consentirlo en la medida de mis humildes posibilidades, ¿y tu?.
“Antes se coge a un mentiroso, que a un cojo”. Viejo refrán español.
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Es conocido por todos, que uno de los “grandes” argumentos de los afines y partidarios del Sr. Ruiz de Lopera y de su gestión, frente a cualquier crítica o postura opositora a su figura, tanto como gestor del Real Betis Balompié como máximo mandatario del mismo, es aquella cuyo discurso se basa, en que el citado personaje, hasta el momento y mientras los tribunales no digan lo contrario, es el legítimo titular y poseedor de más del 50% de las acciones de la sociedad, y que para ejercer una oposición con fundamento al mandato y poder que la propiedad de estas acciones le dan a este señor, no queda otra solución que ofertar una cantidad dineraria por dicho paquete accionarial, cantidad dineraria que vendría fijada por el vendedor ya que está en su legítimo derecho, según estos afines y partidarios. Ante tal argumento, y tras ver las manifestaciones públicas de determinados béticos que se alinean hoy en día frente a la gestión del máximo accionista, unas muy afortunadas y otras menos, estos afines, descalifican por entero a la oposición, al no tener dicha oposición intención de ofertar y no considerarla en el caso de que estuviese dispuesta a ello, con capacidad económica suficiente para asumir el precio de compra que fije el hasta ahora dudoso propietario de gran parte de las acciones.
Por parte del máximo accionista, así como del actual consejo de administración del Real Betis Balompié, en diferentes ocasiones y a través de los medios de comunicación, se ha venido insistiendo en parecido mensaje, aludiendo a su disposición a la venta del paquete de acciones que controla, fijando a tanto alzado determinados precios de compra, dando “cancha” a irrisorios y circenses negociaciones de compraventa, así como haciendo públicas determinadas condiciones mínimas para acceder a la venta como aviso a navegantes.
No se trata de enumerar en este blog el sinfín de argumentos de peso en contrario del discurso anterior, que realizan las distintas plataformas opositoras, sin soslayarse, que los tribunales, aunque no se hayan todavía pronunciado ni en firme ni cautelarmente sobre la legitimidad de la propiedad que el Sr. Ruiz ostenta sobre la mayoría de las acciones del Real Betis Balompié, si han puesto en duda, en una especie de adelanto sobre sus intenciones, que sea legítima la propiedad que ostenta señor sobre cerca de 42.000 acciones de la sociedad, en base a lo ya instruído y a la espera de la finalización de un solicitado peritaje por parte de funcionarios de la Agencia Tributaria, a fin de en fase de instrucción, pronunciarse definitivamente. (Auto de fecha 6/10/2009 del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla).
Hasta aquí, lo ya conocido por todos, sin embargo me gustaría hacer referencia a un episodio sucedido en última Junta General de Accionistas celebrada el pasado día 30 de Diciembre de 2009 y del cual no se ha hablado ni comentado hasta ahora, por lo que se deduce del mismo. Con ocasión del turno de “ruegos y preguntas”, en tercer o cuarto lugar, intervine un señor accionista, cuyo nombre no recuerdo, que inicia su alocución advirtiendo al consejo que no pertenece a ninguna de las plataformas opositoras, y prosigue preguntando, que en vista de las manifestaciones del máximo accionista por las que tiene conocimiento a través de los medios de comunicación, le gustaría saber ¿Cuánto quiere por sus acciones?, y que según sea la respuesta su intervención será en un sentido o en otro. A pesar de ser interrumpido por el Presidente Sr. León con la excusa de que se le contestará al finalizar el turno de “ruegos y preguntas”, este señor insiste en no abandonar el estrado hasta que no se le conteste, ante lo cual el máximo accionista airadamente toma el micrófono y responde literalmente lo siguiente: “yo acepto ofertas, pero en ningún caso se las voy a vender a nadie de la oposición!!”. Tras ello este señor expresa que eso le da igual y que lo que quiere conocer es que precio le pone a sus acciones. En este punto la aborregada masa de vociferantes e insultantes invitados del Consejo de Administración, prorrumpe en improperios y gritos, ante lo cual este señor desiste de seguir interviniendo y vuelve a su sitio.
Con posterioridad, en su intervención el Presidente de la Liga de Juristas Béticos, D. Adolfo Cuéllar Portero, inicia la misma advirtiendo al máximo accionista que es preso de sus palabras, indicándole que en su día manifestó públicamente que se comprometía a que sus acciones pasarían a manos de los béticos cuando estos no estuvieran de acuerdo con su gestión, y que a la vista de la situación y de lo que acaba de manifestar, el se compromete en nombre de todos aquellos que pertenecen a las distintas plataformas opositoras a renunciar a adquirir cualquiera de sus acciones, si es necesario por escrito, pero que cumpla su palabra y que en consecuencia se las done voluntariamente al resto de béticos. Es en este momento, cuando el máximo accionista alude saliéndose por la tangente, penosa y lamentablemente al fallecido padre del Sr. Cuellar, montándose el consiguiente “guirigay”, con el que unilateralmente el Sr. León da por finalizada la Junta General de Accionistas.
Con independencia, de los obstáculos judiciales existentes, y a mi modo de ver, insalvables a día de hoy respecto de una compraventa del paquete accionarial que controla el Sr. Ruiz, a mi parecer, este episodio, vuelve a demostrar el falso y demagógico argumento de Lopera y el loperismo, el argumento de la oferta. A saber:
- No existe precio de venta, ni fijado arbitrariamente por el vendedor, ni tasado a través de auditoría externa (cuando ha habido intentos siempre ha sido obstaculizada – Caso Ernst&Young/Azabache -, terminando por ser vedada).
- Por tanto no existe voluntad de vender, aún en el caso de que existiese una firme voluntad de comprar, incluso a cualquier precio e incluso si esto fuera plausible.
- Y mucho menos existe voluntad de que el club sea controlado por béticos, aunque no fueran de la conocida oposición.
- Lo único que existe es intención de “marear la pérdiz”, con la finalidad de dar pábulo a este manido argumento y usarlo como arma arrojadiza frente a los distintos grupos de oposición a su gestión.
De todo, sólo se puede extraer la siguiente conclusión, ante aseveraciones loperistas del tipo “lo que tenéis que hacer es soltar el dinero y comprar el Betis, para demostrar todo lo que decís”, “sólo hay una manera de solucionar esto, comprarle el Betis, esto es una sociedad anónima”, “la oposición, mucho hablar, pero de dinero, nada”, que además de no ser posible en el momento actual por la cuestión judicial y el riesgo que adquirir tales acciones supondría por tal motivo, de ser inmoral entre otras cosas por provocar que este señor se enriquezca injustamente a costa del Betis, dichas afirmaciones son mentira, mentira y más mentira. No quiere vender sus acciones, ni aunque se las quieran comprar, no quiere que el Betis sea de los béticos ni siquiera de otros béticos, sólo de él. Para él el Betis es su juguete y de nadie más. Yo no estoy dispuesto a consentirlo en la medida de mis humildes posibilidades, ¿y tu?.
“Antes se coge a un mentiroso, que a un cojo”. Viejo refrán español.
Originalmente publicado por Decimal
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