Esta era la intervención que iba a efectuar Cayetano García de la Borbolla, otro de los censurados el pasado día 30:
Señores del consejo, este señor y yo (señalando a Camilo Puerto), y permítanme que me ahorre las presentaciones, pues ambos somos de sobra conocidos por ustedes, ya que para su vergüenza y nuestro orgullo nos arrastraron a un disparatado y ridículo proceso judicial del que no podíamos salir de otra forma que absueltos; pues bien, decía, este señor y yo, nos encontramos aquí representando a 849 accionistas del Real Betis, la mayor plataforma de sindicación de fútbol español con más de un 5% del accionariado, y por voz de estos 869 accionistas les digo que rechazamos las cuentas que nos presentan al considerarlas un nuevo paso en la escalada hacia el abismo al que llevan conduciendo a nuestra querida sociedad año tras año.
En cuanto al análisis de la gestión de la temporada, independientemente de las cuestiones de índole financiero, que han desarrollado brillantemente otros accionistas, lo cierto es que se mire por donde se mire no hay más que desastre y despropósito en todos los ámbitos, desde la lamentable cantera al bochorno que suponen los continuos disparates del equipo jurídico en sus recursos antes los diferentes comités deportivos, todo ello coronado con el descenso a segunda división. Señor Blanco, usted que es un hombre de iglesia, recordará cuando Dios le pidió a Abraham que encontrara a diez justos en Sodoma, cosa que fue imposible, pues bien, ¡yo le exijo que me diga diez cosas positivas de la gestión de SU consejo! .... No se canse, Señor Blanco, es imposible.
Y ante todo esto eso señores consejeros, no puedo sino asombrarme ante el ejercicio de cinismo que supone que se sienten aquí sin asumir ninguna responsabilidad, sin que haya dimisiones, y que semana tras semana acudan al palco del estadio, no dándose por aludidos ante el clamor de la afición que les pide que se vayan de una vez, ¿es que acaso esperan ustedes también una oferta? ¿Es que pretenden pedir rescate al beticismo por librarnos de su incompetencia? ¿Quieren mercadear con nuestro sentimiento?
Es por ello que en nombre de los accionistas a los que represento tengo que pedirles, señores del consejo, que no prolonguen más esta agonía que venimos sufriendo desde hace tanto tiempo, y que dimitan, que se vayan, que no apoyen ni por un momento más este sistema disparatado de gestión.
Se bien que a esta petición darán la callada por respuesta, puesto que ¿qué consideración le van a tener a 849 accionistas cuando semana tras semana 30.000 gargantas les piden en el estadio que se vayan de una vez?
En última instancia quiero llamar su atención sobre un hecho a mi juicio trascendental: En los años 40 una falta de adaptación a un nuevo modelo de gestión por entonces imperante, nos abocó a veinte años de ostracismo de la élite del fútbol español, hoy en día, ante un fútbol cambiante hacia un nuevo modelo de gestión, los béticos tenemos esa misma sensación de pérdida de tren. Esperemos que su negligencia no nos traiga otros 20 años de ruina.
Para finalizar quiero hacerles un ruego y una pregunta, les ruego que se vayan, y mi pregunta es ¿Cuándo se van?
Señores del consejo, este señor y yo (señalando a Camilo Puerto), y permítanme que me ahorre las presentaciones, pues ambos somos de sobra conocidos por ustedes, ya que para su vergüenza y nuestro orgullo nos arrastraron a un disparatado y ridículo proceso judicial del que no podíamos salir de otra forma que absueltos; pues bien, decía, este señor y yo, nos encontramos aquí representando a 849 accionistas del Real Betis, la mayor plataforma de sindicación de fútbol español con más de un 5% del accionariado, y por voz de estos 869 accionistas les digo que rechazamos las cuentas que nos presentan al considerarlas un nuevo paso en la escalada hacia el abismo al que llevan conduciendo a nuestra querida sociedad año tras año.
En cuanto al análisis de la gestión de la temporada, independientemente de las cuestiones de índole financiero, que han desarrollado brillantemente otros accionistas, lo cierto es que se mire por donde se mire no hay más que desastre y despropósito en todos los ámbitos, desde la lamentable cantera al bochorno que suponen los continuos disparates del equipo jurídico en sus recursos antes los diferentes comités deportivos, todo ello coronado con el descenso a segunda división. Señor Blanco, usted que es un hombre de iglesia, recordará cuando Dios le pidió a Abraham que encontrara a diez justos en Sodoma, cosa que fue imposible, pues bien, ¡yo le exijo que me diga diez cosas positivas de la gestión de SU consejo! .... No se canse, Señor Blanco, es imposible.
Y ante todo esto eso señores consejeros, no puedo sino asombrarme ante el ejercicio de cinismo que supone que se sienten aquí sin asumir ninguna responsabilidad, sin que haya dimisiones, y que semana tras semana acudan al palco del estadio, no dándose por aludidos ante el clamor de la afición que les pide que se vayan de una vez, ¿es que acaso esperan ustedes también una oferta? ¿Es que pretenden pedir rescate al beticismo por librarnos de su incompetencia? ¿Quieren mercadear con nuestro sentimiento?
Es por ello que en nombre de los accionistas a los que represento tengo que pedirles, señores del consejo, que no prolonguen más esta agonía que venimos sufriendo desde hace tanto tiempo, y que dimitan, que se vayan, que no apoyen ni por un momento más este sistema disparatado de gestión.
Se bien que a esta petición darán la callada por respuesta, puesto que ¿qué consideración le van a tener a 849 accionistas cuando semana tras semana 30.000 gargantas les piden en el estadio que se vayan de una vez?
En última instancia quiero llamar su atención sobre un hecho a mi juicio trascendental: En los años 40 una falta de adaptación a un nuevo modelo de gestión por entonces imperante, nos abocó a veinte años de ostracismo de la élite del fútbol español, hoy en día, ante un fútbol cambiante hacia un nuevo modelo de gestión, los béticos tenemos esa misma sensación de pérdida de tren. Esperemos que su negligencia no nos traiga otros 20 años de ruina.
Para finalizar quiero hacerles un ruego y una pregunta, les ruego que se vayan, y mi pregunta es ¿Cuándo se van?
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