No me tachen de oportunista, porque creo que hoy habríamos ganado si no fuera por el arbitro. Pero lo que me ocurrió hoy en el campo me hizó explotar.
Después de pensarmelo mucho decidí renovar el carnet el pasado verano. En principio no quería pero unos amigos (tambien van al campo pero no se sientan en el mismo sitio que yo) me acabaron convenciendo. He estado aguantando durante todo lo que llevamos de temporada a un loperista que se sienta delante mía. Pero hoy ya venía enfadado por lo que ocurrio en la vergonzosa junta de acionistas de 2009 (y en la anterior, y en la otra etc.). Este loperista es un hombre mayor que, hable de lo que hable, siempre termina quejandose de los injustos que estamos siendo con su amado donmanué al gritar Lopera vete ya y todo eso.
Hoy ha estado durante todo el partido (incluido el descanso) pegando voces: primero decía "en el huesca son doce con el arbitro" seguido de "venga, que la culpa de esto la tiene Lopera, vamos a cantar el canto de los tontos" y se ponía a cantar Lopera vete ya remeando y entre risas. Al final del partido siguió con su monólogo: "esto es lo que quiere Villar" "la culpa es de los arbitros, no de Lopera". En ese momento dijo un bético que iba con su hijo: "Lopera si tiene la culpa" ""el es el que hace el equipo, luego por su culpa estamos en segunda" pero el loperista seguía diciendo lo de siempre y a gritos. este betico tuvo que irse y a hacerse el sordo porque el niño estaba ya un poco asustado del loperista y sus gritos.
Entonces sentí una profunda desesperación, me daban ganas hasta de llorar. Empecé a gritar con todas mis fuerzas "Lopera me **** en tus *******", y el loperista respondió "y yo en los tuyos, ******". "estás ciego, Lopera esta matando al betis" le gritaba yo, al mismo tiempo que el gritaba lo de siempre (para qué lo voy a repetir). Mi padre me cogió del brazo y me llevo para las escaleras, y luego me riñó por caer en su juego y dar el numerito. Me averguenzo de mí mismo por ponerme ayudar al loperista a dar el espectáculo (aunque a él seguro que no le remuerde la conciencia).
No sé qué voy a hacer: no sé si ponerme lejos del tío, ponerme en el mismo sitio y aguantar sus tonterias, o directamente coger el carnet y cortarlo por la mitad con unas tijeras (aunque ya esta pagado). Siento haber escrito tanto, pero necesitaba desaogarme.
Después de pensarmelo mucho decidí renovar el carnet el pasado verano. En principio no quería pero unos amigos (tambien van al campo pero no se sientan en el mismo sitio que yo) me acabaron convenciendo. He estado aguantando durante todo lo que llevamos de temporada a un loperista que se sienta delante mía. Pero hoy ya venía enfadado por lo que ocurrio en la vergonzosa junta de acionistas de 2009 (y en la anterior, y en la otra etc.). Este loperista es un hombre mayor que, hable de lo que hable, siempre termina quejandose de los injustos que estamos siendo con su amado donmanué al gritar Lopera vete ya y todo eso.
Hoy ha estado durante todo el partido (incluido el descanso) pegando voces: primero decía "en el huesca son doce con el arbitro" seguido de "venga, que la culpa de esto la tiene Lopera, vamos a cantar el canto de los tontos" y se ponía a cantar Lopera vete ya remeando y entre risas. Al final del partido siguió con su monólogo: "esto es lo que quiere Villar" "la culpa es de los arbitros, no de Lopera". En ese momento dijo un bético que iba con su hijo: "Lopera si tiene la culpa" ""el es el que hace el equipo, luego por su culpa estamos en segunda" pero el loperista seguía diciendo lo de siempre y a gritos. este betico tuvo que irse y a hacerse el sordo porque el niño estaba ya un poco asustado del loperista y sus gritos.
Entonces sentí una profunda desesperación, me daban ganas hasta de llorar. Empecé a gritar con todas mis fuerzas "Lopera me **** en tus *******", y el loperista respondió "y yo en los tuyos, ******". "estás ciego, Lopera esta matando al betis" le gritaba yo, al mismo tiempo que el gritaba lo de siempre (para qué lo voy a repetir). Mi padre me cogió del brazo y me llevo para las escaleras, y luego me riñó por caer en su juego y dar el numerito. Me averguenzo de mí mismo por ponerme ayudar al loperista a dar el espectáculo (aunque a él seguro que no le remuerde la conciencia).
No sé qué voy a hacer: no sé si ponerme lejos del tío, ponerme en el mismo sitio y aguantar sus tonterias, o directamente coger el carnet y cortarlo por la mitad con unas tijeras (aunque ya esta pagado). Siento haber escrito tanto, pero necesitaba desaogarme.
Comentario