A. Félix | S. Salas de Vega | Sevilla
Las denuncias periodísticas y la investigación de la juez Mercedes Alaya, en el marco del presunto delito societario cometido por Lopera, están obligando al jerarca del Betis a desmantelar la trama con la que ha venido gestionando el club en los últimos años, de manera fraudulenta a juicio de los querellantes opositores y de la Fiscalía del Estado.
Lopera sostiene que no, que nada de lo que hizo fue ilegal y que siempre ha sido un mecenas para el Betis. Sin embargo, la catarata de irregularidades que, de un tiempo a esta parte, están saliendo a la luz le han colocado en una situación comprometida. Al punto de liquidar o corregir todo eso que, a su juicio, estaba tan bien hecho y era fenomenal para un Betis que, por cierto, está a las puertas de la quiebra.
El último caso es significativo. También forzado por la presión judicial, Lopera se vio obligado a romper el contrato de gestión del Betis con Encadesa, una sociedad fantasma suya. Sin embargo, el club había seguido ingresando el dinero de los abonados (en torno a 11 millones anuales) en una cuenta con titularidad de Encadesa.
Lopera, con la complicidad de una empleada de banca, defendió este sistema con los argumentos más variopintos. Ahora, pese a su insistencia en que todo estaba bien hecho, ha corregido el entuerto. Los socios del Betis por fin ingresan su dinero en una cuenta del propio club.
Cronología
El desarrollo de la cuestión es el siguiente: En junio de 2008, Lopera se vio obligado a liquidar la relación del Betis con Encadesa (Encaje del Deporte, SA), una empresa de su propiedad que, supuestamente, se encargaba de gestionar el club. Para ello, recibía todos los ingresos del Betis y, tras gestionarlos, se los devolvía al club, previo cobro de una millonaria remuneración.
Las denuncias periodísticas, diversas sentencias judiciales y la instrucción del delito societario vinieron a subrayar el fraude del modelo. Por supuesto, el fraude para el Betis, que pagó a otro por trabajos que en realidad realizó él mismo.
Todo esto obligó a Lopera a finiquitar la relación entre el club y Encadesa, formalizada en junio de 2008. «Se va la gallina de los ****** de oro», clamaron en tono apocalíptico desde la radio oficial bético. Desde luego que era de oro.
Supuestamente, se trató de un ruptura amistosa «sin beneficio» para ninguna parte. En realidad, fue una ruptura con unas condiciones extraordinariamente ventajosas para la empresa de Lopera, que se ganó unas indemnizaciones finales millonarias e hilarantes.
Y consecuencias
¿Finales? Bueno, en realidad no. ELMUNDO.es denunció que el club siguió ingresando el dinero de los socios del Betis en una cuenta con titularidad de Encadesa (cif: 41991167. La Asociación Española de Banca constataba: era la empresa fantasma de Lopera la que emitía y cobraba los recibos de abono del Betis, a través de una entidad de La Caixa.
La información provocó una nerviosera evidente en la cúpula del club, y fue contestada con una serie de razones entre absurdas y confusas. Primero dijeron que había «un cero» delante de la cifra del cif y que eso la convertía en otro número (¡). Luego le tocó salir a la palestra a la directora de la oficina en cuestión de La Caixa, Araceli Gómez, que sostuvo como una maniobra «legal» que el Betis estuviera «dado de alta para recibos al cobro» con el cif emisor de Encadesa.
Poco después, Gómez admitió que eso generaba «confusión» y que trataría de corregirlo. Quién sabe si la solicitud de la juez Alaya de la información al respecto tuviera algo que ver. El caso es que, por fin, los abonos que pagan los socios del Betis se ingresan directamente en una cuenta del Real Betis, sin más intermediarios de por medio.
Fuente: El MUNDO
Las denuncias periodísticas y la investigación de la juez Mercedes Alaya, en el marco del presunto delito societario cometido por Lopera, están obligando al jerarca del Betis a desmantelar la trama con la que ha venido gestionando el club en los últimos años, de manera fraudulenta a juicio de los querellantes opositores y de la Fiscalía del Estado.
Lopera sostiene que no, que nada de lo que hizo fue ilegal y que siempre ha sido un mecenas para el Betis. Sin embargo, la catarata de irregularidades que, de un tiempo a esta parte, están saliendo a la luz le han colocado en una situación comprometida. Al punto de liquidar o corregir todo eso que, a su juicio, estaba tan bien hecho y era fenomenal para un Betis que, por cierto, está a las puertas de la quiebra.
El último caso es significativo. También forzado por la presión judicial, Lopera se vio obligado a romper el contrato de gestión del Betis con Encadesa, una sociedad fantasma suya. Sin embargo, el club había seguido ingresando el dinero de los abonados (en torno a 11 millones anuales) en una cuenta con titularidad de Encadesa.
Lopera, con la complicidad de una empleada de banca, defendió este sistema con los argumentos más variopintos. Ahora, pese a su insistencia en que todo estaba bien hecho, ha corregido el entuerto. Los socios del Betis por fin ingresan su dinero en una cuenta del propio club.
Cronología
El desarrollo de la cuestión es el siguiente: En junio de 2008, Lopera se vio obligado a liquidar la relación del Betis con Encadesa (Encaje del Deporte, SA), una empresa de su propiedad que, supuestamente, se encargaba de gestionar el club. Para ello, recibía todos los ingresos del Betis y, tras gestionarlos, se los devolvía al club, previo cobro de una millonaria remuneración.
Las denuncias periodísticas, diversas sentencias judiciales y la instrucción del delito societario vinieron a subrayar el fraude del modelo. Por supuesto, el fraude para el Betis, que pagó a otro por trabajos que en realidad realizó él mismo.
Todo esto obligó a Lopera a finiquitar la relación entre el club y Encadesa, formalizada en junio de 2008. «Se va la gallina de los ****** de oro», clamaron en tono apocalíptico desde la radio oficial bético. Desde luego que era de oro.
Supuestamente, se trató de un ruptura amistosa «sin beneficio» para ninguna parte. En realidad, fue una ruptura con unas condiciones extraordinariamente ventajosas para la empresa de Lopera, que se ganó unas indemnizaciones finales millonarias e hilarantes.
Y consecuencias
¿Finales? Bueno, en realidad no. ELMUNDO.es denunció que el club siguió ingresando el dinero de los socios del Betis en una cuenta con titularidad de Encadesa (cif: 41991167. La Asociación Española de Banca constataba: era la empresa fantasma de Lopera la que emitía y cobraba los recibos de abono del Betis, a través de una entidad de La Caixa.
La información provocó una nerviosera evidente en la cúpula del club, y fue contestada con una serie de razones entre absurdas y confusas. Primero dijeron que había «un cero» delante de la cifra del cif y que eso la convertía en otro número (¡). Luego le tocó salir a la palestra a la directora de la oficina en cuestión de La Caixa, Araceli Gómez, que sostuvo como una maniobra «legal» que el Betis estuviera «dado de alta para recibos al cobro» con el cif emisor de Encadesa.
Poco después, Gómez admitió que eso generaba «confusión» y que trataría de corregirlo. Quién sabe si la solicitud de la juez Alaya de la información al respecto tuviera algo que ver. El caso es que, por fin, los abonos que pagan los socios del Betis se ingresan directamente en una cuenta del Real Betis, sin más intermediarios de por medio.
Fuente: El MUNDO
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