A través de sus medios y sus directivos ahora le ha dado al cara pálida por difundir que si la Fundación Heliópolis o alguien de la oposición le quiere hacer una oferta, que a lo mejor resulta que hay otra gente que también puede optar por esas acciones. Que las acciones no tienen por qué ser para ellos, aunque luego las quieran atomizar, porque puede haber algún grupo interesado que no sea de la oposición. Todo dicho con una ironía muy fina finísima. Tan fina como para cogerlos en el momento y darles con lo que haya a mano.
Es decir, que si por alguna casualidad remota llegara la oposición a sentarse a negociar con Lopera para tasar el club y atomizar sus presuntas acciones, al día siguiente, ipso facto, aparecería un grupo interesadísimo que ofrecería muchísimos millones al que habría que igualar.
Es decir, que si las acciones son realmente suyas quiere robar hasta en el momento de su salida.
Es decir, que no vende en la vida.
Es decir, que esta gente como los Gil, si no los saca la justicia solo los saca la muerte natural o la fuerza.
Es decir, que si por alguna casualidad remota llegara la oposición a sentarse a negociar con Lopera para tasar el club y atomizar sus presuntas acciones, al día siguiente, ipso facto, aparecería un grupo interesadísimo que ofrecería muchísimos millones al que habría que igualar.
Es decir, que si las acciones son realmente suyas quiere robar hasta en el momento de su salida.
Es decir, que no vende en la vida.
Es decir, que esta gente como los Gil, si no los saca la justicia solo los saca la muerte natural o la fuerza.
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