Respuesta: Tirado: "La solvencia del que venga es la mentira más repetida en historia
Hubo, en tiempos de esclavitud, esclavos que pensaban que sin un amo no podrían subsistir. En nuestra tierra, pasaba algo parecido pero con los señoritos, que no importaba ni el trato ni la dignidad mientras se estuviera "bajo el cobijo de". Hoy día, y en nuestra propia casa, vemos como hay gente que, por mucho que hayan cambiado los tiempos y pasado los años, necesitan de ese "señorito", de alguien con poder y dinero que les controle pese a estar bajo un yugo, aunque así no se sientan, porque lo importante es tener un plato de lentejas en la mesa, y estar orgulloso de ser un "lentejero".
Lo siento, pero Lopera no es el Betis, el Betis no es Lopera, y un Betis sin Loperas todopoderosos que actúen a sus anchas es posible, es necesario. El Betis no morirá cuando Lopera y sus famosos avales no estén, porque cuenta con una masa social importante y unida, aunque mal le pese a más de uno.
Es necesario y vital un Betis sin amos ni señoritos, pero aún lo es más sin esclavos sumisos ni lentejeros, porque tanto mal hace una cosa como la otra
Hubo, en tiempos de esclavitud, esclavos que pensaban que sin un amo no podrían subsistir. En nuestra tierra, pasaba algo parecido pero con los señoritos, que no importaba ni el trato ni la dignidad mientras se estuviera "bajo el cobijo de". Hoy día, y en nuestra propia casa, vemos como hay gente que, por mucho que hayan cambiado los tiempos y pasado los años, necesitan de ese "señorito", de alguien con poder y dinero que les controle pese a estar bajo un yugo, aunque así no se sientan, porque lo importante es tener un plato de lentejas en la mesa, y estar orgulloso de ser un "lentejero".
Lo siento, pero Lopera no es el Betis, el Betis no es Lopera, y un Betis sin Loperas todopoderosos que actúen a sus anchas es posible, es necesario. El Betis no morirá cuando Lopera y sus famosos avales no estén, porque cuenta con una masa social importante y unida, aunque mal le pese a más de uno.
Es necesario y vital un Betis sin amos ni señoritos, pero aún lo es más sin esclavos sumisos ni lentejeros, porque tanto mal hace una cosa como la otra
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