Dice una frase popular que las comparaciones son odiosas y, cada vez más, creo que esta frase encierra mucho de verdad.
Son envidiosamente odiosas cuando comparamos la gestión actual del Betis, Real Betis Balompié, con respecto a equipos con un potencial infinitamente menor que el nuestro, como por ejemplo el Villarreal.
Son vergonzantemente odiosas cuando comparamos las acciones, gestos y declaraciones públicas del máximo dirigente actual del club con otros máximos dirigentes de clubes españoles, como podría ser Angel Torres del Getafe.
Son frustrante y especialmente odiosas cuando comparamos la situación actual de la Entidad con el otro equipo de la ciudad.
Y son insultantes, repugnantes y ofensivamente odiosas cuando algunas personas intentan comparar la figura, los desmanes, los engaños, las humillaciones y hasta los presuntos delitos que un individuo apellidado Lopera ha infringido y sigue haciendo, al Betis, Real Betis Balompié. Es odioso, repito, cuando se compara a este hombre con otros muchos Béticos, que desean que esa figura desaparezca del Betis, deje en paz al Betis, no lo humille más, ni lo arrastre más. Béticos que solo quieren un Betis de los Béticos y para los Béticos, o lo que sería lo mismo, un Betis del Betis y para el Betis, de sí y para sí.
Insisto en insultante, ofensivo, repugnante y odioso que algunos, en cuanto aparecen dos resultados deportivos buenos ataquen sin pudor y, todo hay que decirlo, sin argumentos ni razonamientos lógicos, a, no uno ni dos, sino a cientos, incluso miles de Béticos que están actualmente luchando para que su Betis sea lo que marca su sentimiento y su Historia, Centenaria Historia.
Los llaman destructores, los llaman oposición (a todos por igual) incluso tienen la desvergüenza o la poca lucidez de culparles al mismo nivel que al del máximo mandatario de la degradación institucional del Betis, Real Betis Balompié. Y todo por el simple hecho de no estar de acuerdo con la gestión actual del club, por no desear que el Betis siga siendo esquilmado por una persona que, se está demostrando día a día, no solo no salvó ni ayudó jamás a la entidad, sino que, al parecer hizo todo lo contrario, hundirla y sustraer dinero de la misma.
Bien, yo les digo a esas personas, ya sean asalariados de Lopera o ciegos en su raciocionio, que si querer expulsar al de Jabugo del Betis es ser destructor, yo lo soy. Si querer que nadie robe el dinero del Betis es ser opositor, yo lo soy. Si denunciar todas las situaciones horrendas que suceden dentro de la Entidad día a día y que ensucian el escudo de trece barras verdiblancas coronadas es ser ambas cosas, yo soy ambas cosas. Pero pido, por favor, que no me insulten, no me ofendan, que no mientan, y sobretodo que no me comparen con su Amo, o Salvador.
Para que quede claro:
- Soy Bético desde que tengo uso de razón, posiblemente desde mucho antes. Y me alegraré siempre de una victoria de mi equipo y no dejaré nunca de Amarlo por mucho que pierda, manque pierda.
- Era, hasta este verano, el socio mil y pico tras más de 25 años de antigüedad. Hasta que decidí no dar ni un solo euro a la persona que está destruyendo a Mi Betis, al Betis de los Béticos. Y con todo el dolor de mi corazón seguiré sin entrar en el campo hasta que el Betis vuelva a ser el Betis, por sí y para sí.
- Soy accionista del Real Betis Balompié en lo que pude con mi modesto y humilde presupuesto aquel fatídico verano del 92.
- Y, por supuesto, quiero y deseo la marcha de Manuel Ruiz de Lopera de Mi Betis, sin ningún tipo de excusa, porque pienso y aseguro a quien quiera escucharme que es el mayor cáncer que ha tenido Mi Sentimiento en su más que Centenario Historia.
Si esto es ser destructor, llámenme destructor. Si esto es ser oposición, llámenme oposición, pero, por favor, si tienen algo de dignidad, por mucho que él les pague semanalmente, no me digan que soy al Betis igual que Lopera, no me comparen con quien no quiere al Betis, no me comparen con quien solo busca su propio beneficio económico y financiero, sepan que como el dicho popular...
Las comparaciones son odiosas y, para mí, está más que ninguna.
Son envidiosamente odiosas cuando comparamos la gestión actual del Betis, Real Betis Balompié, con respecto a equipos con un potencial infinitamente menor que el nuestro, como por ejemplo el Villarreal.
Son vergonzantemente odiosas cuando comparamos las acciones, gestos y declaraciones públicas del máximo dirigente actual del club con otros máximos dirigentes de clubes españoles, como podría ser Angel Torres del Getafe.
Son frustrante y especialmente odiosas cuando comparamos la situación actual de la Entidad con el otro equipo de la ciudad.
Y son insultantes, repugnantes y ofensivamente odiosas cuando algunas personas intentan comparar la figura, los desmanes, los engaños, las humillaciones y hasta los presuntos delitos que un individuo apellidado Lopera ha infringido y sigue haciendo, al Betis, Real Betis Balompié. Es odioso, repito, cuando se compara a este hombre con otros muchos Béticos, que desean que esa figura desaparezca del Betis, deje en paz al Betis, no lo humille más, ni lo arrastre más. Béticos que solo quieren un Betis de los Béticos y para los Béticos, o lo que sería lo mismo, un Betis del Betis y para el Betis, de sí y para sí.
Insisto en insultante, ofensivo, repugnante y odioso que algunos, en cuanto aparecen dos resultados deportivos buenos ataquen sin pudor y, todo hay que decirlo, sin argumentos ni razonamientos lógicos, a, no uno ni dos, sino a cientos, incluso miles de Béticos que están actualmente luchando para que su Betis sea lo que marca su sentimiento y su Historia, Centenaria Historia.
Los llaman destructores, los llaman oposición (a todos por igual) incluso tienen la desvergüenza o la poca lucidez de culparles al mismo nivel que al del máximo mandatario de la degradación institucional del Betis, Real Betis Balompié. Y todo por el simple hecho de no estar de acuerdo con la gestión actual del club, por no desear que el Betis siga siendo esquilmado por una persona que, se está demostrando día a día, no solo no salvó ni ayudó jamás a la entidad, sino que, al parecer hizo todo lo contrario, hundirla y sustraer dinero de la misma.
Bien, yo les digo a esas personas, ya sean asalariados de Lopera o ciegos en su raciocionio, que si querer expulsar al de Jabugo del Betis es ser destructor, yo lo soy. Si querer que nadie robe el dinero del Betis es ser opositor, yo lo soy. Si denunciar todas las situaciones horrendas que suceden dentro de la Entidad día a día y que ensucian el escudo de trece barras verdiblancas coronadas es ser ambas cosas, yo soy ambas cosas. Pero pido, por favor, que no me insulten, no me ofendan, que no mientan, y sobretodo que no me comparen con su Amo, o Salvador.
Para que quede claro:
- Soy Bético desde que tengo uso de razón, posiblemente desde mucho antes. Y me alegraré siempre de una victoria de mi equipo y no dejaré nunca de Amarlo por mucho que pierda, manque pierda.
- Era, hasta este verano, el socio mil y pico tras más de 25 años de antigüedad. Hasta que decidí no dar ni un solo euro a la persona que está destruyendo a Mi Betis, al Betis de los Béticos. Y con todo el dolor de mi corazón seguiré sin entrar en el campo hasta que el Betis vuelva a ser el Betis, por sí y para sí.
- Soy accionista del Real Betis Balompié en lo que pude con mi modesto y humilde presupuesto aquel fatídico verano del 92.
- Y, por supuesto, quiero y deseo la marcha de Manuel Ruiz de Lopera de Mi Betis, sin ningún tipo de excusa, porque pienso y aseguro a quien quiera escucharme que es el mayor cáncer que ha tenido Mi Sentimiento en su más que Centenario Historia.
Si esto es ser destructor, llámenme destructor. Si esto es ser oposición, llámenme oposición, pero, por favor, si tienen algo de dignidad, por mucho que él les pague semanalmente, no me digan que soy al Betis igual que Lopera, no me comparen con quien no quiere al Betis, no me comparen con quien solo busca su propio beneficio económico y financiero, sepan que como el dicho popular...
Las comparaciones son odiosas y, para mí, está más que ninguna.
Comentario