De sobras sabeis mi postura respecto al estado de las cosas en todo lo que se refiere al Betis. Yo me he confesado ex-loperista acérrimo y aunque no tardé demasiado en abrir los ojos y no me importó arremangarme para luchar contra la dictadura desde todas las trincheras imaginables, no me considero abolutamente en nada mejor que ninguno de los que hemos ido viendo llegar a nuestro bando, el bando del Betis, en esta guerra fraticida pero siempre he tenido la espinita clavada de pensar que gran parte de nuestra afición era demasiado indolente; que, perdón por el símil, era como esas pobres mujeres maltratadas que de tantos palos que han recibido y reciben a diario, ya parece que ni les duele y ni se quejan demasiado.
No me gusta mirar hacia el otro equipo de la ciudad pero tradicionalmente allí han sido (y son) infinitamente más "infieles" con su equipo. Como comprenderéis, siendo todos de la misma ciudad y en muchos casos de las mismas familias, no tiene demasiado sentido; así que tuvo que ser el hecho puntual del descenso administrativo a 2ªB lo que hico que ellos inventaran el "Hasta la muerte"; una copia barata de nuestro genuino "Manquepierda" que hizo que esa grada, acostumbrada a estar poblada de "rompecarnets" se volviera mucho más fiel a su equipo pero, eso sí, sin perder la tradicional exigencia y defensa del concepto de institución. (que se lo pregunten a Caldas)
En el Betis hemos sido, somos y seremos siempre fieles hasta el extremo con el equipo pero quizás esa fidelidad con los 11 que se visten de corto ha hecho que a la hora de exigir y defender a nuestra institución, nos colocara ante una especie de conflicto de intereses que hacía que mirásemos hacia otro lado cuando veíamos algo mal hecho en una prostitución bastarda del sentido del manquepierda.
El 15J fue un bombazo y una demostración de amor a los colores inmensa... pero era fácil porque no estábamos en la tesitura de decidir si defendíamos al equipo o si defendíamos a la institución. En esa batalla siempre había salido vencedora la opción de la indolencia y de la inacción en pos de una falsa creencia: la de que estar con el Betis es estar con los jugadores.
Pues bien; puede que el 29N sea al beticismo lo que el descenso administrativo fue para nuestros odiados vecinos: el día en el que la afición consiguió el plus que le faltaba. Y esta afición con ese plus que le falta, será imparable, eso lo tengo clarísimo. Está en nuestras manos invertir esa tendencia y demostrar que nos importa mucho más el escudo y la camiseta que los 11 tipos que circunstancialmente la porten.
ES NUESTRO MOMENTO.... NO LE FALLEMOS AL BETIS
29N, YO NO VOY
No me gusta mirar hacia el otro equipo de la ciudad pero tradicionalmente allí han sido (y son) infinitamente más "infieles" con su equipo. Como comprenderéis, siendo todos de la misma ciudad y en muchos casos de las mismas familias, no tiene demasiado sentido; así que tuvo que ser el hecho puntual del descenso administrativo a 2ªB lo que hico que ellos inventaran el "Hasta la muerte"; una copia barata de nuestro genuino "Manquepierda" que hizo que esa grada, acostumbrada a estar poblada de "rompecarnets" se volviera mucho más fiel a su equipo pero, eso sí, sin perder la tradicional exigencia y defensa del concepto de institución. (que se lo pregunten a Caldas)
En el Betis hemos sido, somos y seremos siempre fieles hasta el extremo con el equipo pero quizás esa fidelidad con los 11 que se visten de corto ha hecho que a la hora de exigir y defender a nuestra institución, nos colocara ante una especie de conflicto de intereses que hacía que mirásemos hacia otro lado cuando veíamos algo mal hecho en una prostitución bastarda del sentido del manquepierda.
El 15J fue un bombazo y una demostración de amor a los colores inmensa... pero era fácil porque no estábamos en la tesitura de decidir si defendíamos al equipo o si defendíamos a la institución. En esa batalla siempre había salido vencedora la opción de la indolencia y de la inacción en pos de una falsa creencia: la de que estar con el Betis es estar con los jugadores.
Pues bien; puede que el 29N sea al beticismo lo que el descenso administrativo fue para nuestros odiados vecinos: el día en el que la afición consiguió el plus que le faltaba. Y esta afición con ese plus que le falta, será imparable, eso lo tengo clarísimo. Está en nuestras manos invertir esa tendencia y demostrar que nos importa mucho más el escudo y la camiseta que los 11 tipos que circunstancialmente la porten.
ES NUESTRO MOMENTO.... NO LE FALLEMOS AL BETIS
29N, YO NO VOY
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