Respuesta: ¿Bético, Quieres saber?
Saber lo que pasó es un deber para los béticos que, de verdad, estén en disposición de formarse un criterio sólido sobre las cosas.
Dar a conocer lo que pasó, una obligación.
Ocurre que, por extrañas razones, la otrora vetada prensa no quiere asumir dicha obligación que le corresponde. Haciendo una inexplicable y dehonesta dejación de sus funciones, pues en la información de lo que pasa encuentra la prensa su razón de existir, se ha decidido de manera unánime por todos los medios de comunicación obviar los acontecimientos que jalonan la escandalosa gestión de Lopera.
Lamentablemente, si no es a través del bisbiseo, de estos foros, de las conversaciones de barra de bar o de la información que proporciona, con soporte documental, alguna destacada plataforma de béticos de base, no es posible conocer los trapos sucios que se esconden tras diecisiete años de ignominia.
Por tanto, y hasta que los que tienen la obligación de dar a conocer hagan su trabajo, no nos queda otra que apretar el acelerador en el proceso judicial y seguir descubriendo las muchas miserias que esconden estos diceisiete años.
Saber lo que pasó es un deber para los béticos que, de verdad, estén en disposición de formarse un criterio sólido sobre las cosas.
Dar a conocer lo que pasó, una obligación.
Ocurre que, por extrañas razones, la otrora vetada prensa no quiere asumir dicha obligación que le corresponde. Haciendo una inexplicable y dehonesta dejación de sus funciones, pues en la información de lo que pasa encuentra la prensa su razón de existir, se ha decidido de manera unánime por todos los medios de comunicación obviar los acontecimientos que jalonan la escandalosa gestión de Lopera.
Lamentablemente, si no es a través del bisbiseo, de estos foros, de las conversaciones de barra de bar o de la información que proporciona, con soporte documental, alguna destacada plataforma de béticos de base, no es posible conocer los trapos sucios que se esconden tras diecisiete años de ignominia.
Por tanto, y hasta que los que tienen la obligación de dar a conocer hagan su trabajo, no nos queda otra que apretar el acelerador en el proceso judicial y seguir descubriendo las muchas miserias que esconden estos diceisiete años.
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