Hoy no quiero hablar de la pésima imagen dada por el equipo una vez más, no quiero hablar de la falta de actitud, orgullo y dignidad, amén de profesionalidad de la mayoría de los jugadores que visten la verdiblanca, ni siquiera me sale hablar del desgobierno y los despropósitos de los que mal dirigen la entidad.
Hoy me gustaría hablar de tres colectivos que una vez más, no es la primera en ninguno de los casos, ensucian, mienten y se ríen, respectivamente del Beticismo y de los/as Béticos/as. A saber, LOS VIOLENTOSr, LOS PERIODISTAS (algunos, no todos) y LOS COMITÉS de ¿justicia? deportiva.
Los primeros, los violentos, ensucian, manchan, y arrastran el nombre del Betis, Real Betis Balompié allá por donde van. A fuerza de sembrar su asquerosa violencia por las calles de ciudades donde juega Nuestro Betis y, además, con la miserable y patética excusa de “defenderlo” de insultos y provocaciones que lanzan otros descerebrados vándalos, como ellos, nacidos en otros lugares o seguidores de otros equipos.
Al escudo de las trece barras verdiblancas coronadas no se le defiende desde la violencia ni desde la intolerancia fascista de vuestros actos ¿No os dais cuenta de esto? Os preguntaría si para muchos de vosotros no fuera una pregunta retórica. Al Betis, Real Betis Balompié se le defiende desde la fidelidad, el civismo, la alegría y el señorío que siempre acompañó su ya más que Centenaria Historia, modesta pero grandiosa a la vez. Cuando animáis, como también vosotros sabéis hacer, defendéis su escudo y Historia, cuando insultáis y provocáis a otras aficiones y ciudades, cuando manifestáis vuestra miseria humana a base de absurda agresividad, a base de innecesaria violencia, no solo no lo defendéis sino que lo ensuciáis, lo arrastráis.
Ojalá tuvierais la capacidad de reflexionar y no volver a escupir al Betis, Real Betis Balompié.
Los segundos, los periodistas deportivos de esta ciudad. Para ser justos, no todos, es más, me refiero concretamente a tres, aunque hay más: Lucas Haurie, Jesús Liaño y Daniel Pinilla. El primero de ellos sevillista confeso, el segundo y el tercero no lo sé, ni me importa.
Ambos han escrito sendos artículos, despectivos y hasta insultantes, sobre los Béticos que se han manifestado durante un año, todos los miércoles delante de las oficinas, a todos los efectos, del Real Betis Balompié SAD.
La libertad de expresión y de opinión es un derecho fundamental y maravilloso de un Estado de Derecho democrático y siendo ambos periodistas con más sentido aún. Sin embargo, poco favor le hacen a este derecho fundamental cuando se usa con cinismo, demagogia y sin saber de que se está hablando, en el mejor de los casos, o sabiendo que se miente, en el peor de ellos.
No solo mienten al insistir en la existencia de insultos y amenazas, obviando la sentencia de una jueza, sino que descalifican a los Béticos allí presentes, cuando ni siquiera fueron testigos de los hechos, o cuando, en muchos de los casos, no les conocen personalmente para poder tacharlos de “frikys” y “chabacanos” entre otros adjetivos.
Además, en un profundo ejercicio de cinismo defienden las oficinas de la calle Jabugo como casa personal de Lopera, renegando de uso como reales y a la sazón oficinas donde se cuece y se realizan todas las operaciones del Real Betis Balompié SAD. Cuando ellos, o sus compañeros, han hecho guardia en esas mismas puertas muchos días e incluso muchas noches para recoger noticias y novedades sobre la actualidad de la Entidad. Para estos periodistas, cuando ellos están allí, si son las oficinas reales del club, pero cuando unos Béticos van a manifestar su estupor y su indignación contra el máximo mandatario, se convierte en casa particular de Lopera. Eso, se llama cinismo, eso se llama hipocresía y los motivos no los sé, pero el resultado es, claramente, mentir y confundir al Beticismo, cuando no reírse de Él.
Luego, desde la soberbia y la prepotencia, no solo no rectifican, sino que no vacilan en mofarse y reírse de los Béticos que manifiestan su opinión contraria a las mentiras vertidas desde sus respectivas plumas.
Los terceros, los comités de ¿justicia? deportiva. No seré yo el que descubra ahora la inquina y la parcialidad con la que los diferentes comités llevan años impartiendo injustica hacia el Betis, Real Betis Balompié. Desgraciadamente no son nuevas las flagelaciones que hemos sufrido por parte de unas... personas, que no hacen sino decretar sanciones y denegar recursos, siempre con resultado negativo para los intereses verdiblancos.
Puede ser cierto que cuentan para ello con la inestimable ayuda de la ineptitud de los juristas del club. Sin embargo la razón estaba, en muchas ocasiones, tan obviamente a favor del Betis, Real Betis Balompié, que hasta los abogados de la Entidad estaban capacitados para ser atendidos en sus reclamaciones.
Obviando el tema Ogbeche, (única vez en años que le dan a los servicios jurídicos del Cadiz CF la razón) lo más sangrante lo sabremos mañana martes cuando ignoren la pedrada que alcanzó en pleno rostro al entrenador de todo un Real Madrid en el glorioso estadio Vicente Calderón. Será un agravio comparativo más, un insulto más hacia todo el Beticismo.
Lo más triste es que, los ¿dirigentes? de nuestro club no tienen la hombría, el coraje, ni la personalidad suficiente para poner el grito en el cielo ante tan desmesurada injusticia. Después, cuando ocurra algo en nuestro estadio, se desgarrarán las vestiduras hablando de desagravio y persecución.
Esa es mi opinión, esto es lo que, hoy, quería escribir.
Hoy me gustaría hablar de tres colectivos que una vez más, no es la primera en ninguno de los casos, ensucian, mienten y se ríen, respectivamente del Beticismo y de los/as Béticos/as. A saber, LOS VIOLENTOSr, LOS PERIODISTAS (algunos, no todos) y LOS COMITÉS de ¿justicia? deportiva.
Los primeros, los violentos, ensucian, manchan, y arrastran el nombre del Betis, Real Betis Balompié allá por donde van. A fuerza de sembrar su asquerosa violencia por las calles de ciudades donde juega Nuestro Betis y, además, con la miserable y patética excusa de “defenderlo” de insultos y provocaciones que lanzan otros descerebrados vándalos, como ellos, nacidos en otros lugares o seguidores de otros equipos.
Al escudo de las trece barras verdiblancas coronadas no se le defiende desde la violencia ni desde la intolerancia fascista de vuestros actos ¿No os dais cuenta de esto? Os preguntaría si para muchos de vosotros no fuera una pregunta retórica. Al Betis, Real Betis Balompié se le defiende desde la fidelidad, el civismo, la alegría y el señorío que siempre acompañó su ya más que Centenaria Historia, modesta pero grandiosa a la vez. Cuando animáis, como también vosotros sabéis hacer, defendéis su escudo y Historia, cuando insultáis y provocáis a otras aficiones y ciudades, cuando manifestáis vuestra miseria humana a base de absurda agresividad, a base de innecesaria violencia, no solo no lo defendéis sino que lo ensuciáis, lo arrastráis.
Ojalá tuvierais la capacidad de reflexionar y no volver a escupir al Betis, Real Betis Balompié.
Los segundos, los periodistas deportivos de esta ciudad. Para ser justos, no todos, es más, me refiero concretamente a tres, aunque hay más: Lucas Haurie, Jesús Liaño y Daniel Pinilla. El primero de ellos sevillista confeso, el segundo y el tercero no lo sé, ni me importa.
Ambos han escrito sendos artículos, despectivos y hasta insultantes, sobre los Béticos que se han manifestado durante un año, todos los miércoles delante de las oficinas, a todos los efectos, del Real Betis Balompié SAD.
La libertad de expresión y de opinión es un derecho fundamental y maravilloso de un Estado de Derecho democrático y siendo ambos periodistas con más sentido aún. Sin embargo, poco favor le hacen a este derecho fundamental cuando se usa con cinismo, demagogia y sin saber de que se está hablando, en el mejor de los casos, o sabiendo que se miente, en el peor de ellos.
No solo mienten al insistir en la existencia de insultos y amenazas, obviando la sentencia de una jueza, sino que descalifican a los Béticos allí presentes, cuando ni siquiera fueron testigos de los hechos, o cuando, en muchos de los casos, no les conocen personalmente para poder tacharlos de “frikys” y “chabacanos” entre otros adjetivos.
Además, en un profundo ejercicio de cinismo defienden las oficinas de la calle Jabugo como casa personal de Lopera, renegando de uso como reales y a la sazón oficinas donde se cuece y se realizan todas las operaciones del Real Betis Balompié SAD. Cuando ellos, o sus compañeros, han hecho guardia en esas mismas puertas muchos días e incluso muchas noches para recoger noticias y novedades sobre la actualidad de la Entidad. Para estos periodistas, cuando ellos están allí, si son las oficinas reales del club, pero cuando unos Béticos van a manifestar su estupor y su indignación contra el máximo mandatario, se convierte en casa particular de Lopera. Eso, se llama cinismo, eso se llama hipocresía y los motivos no los sé, pero el resultado es, claramente, mentir y confundir al Beticismo, cuando no reírse de Él.
Luego, desde la soberbia y la prepotencia, no solo no rectifican, sino que no vacilan en mofarse y reírse de los Béticos que manifiestan su opinión contraria a las mentiras vertidas desde sus respectivas plumas.
Los terceros, los comités de ¿justicia? deportiva. No seré yo el que descubra ahora la inquina y la parcialidad con la que los diferentes comités llevan años impartiendo injustica hacia el Betis, Real Betis Balompié. Desgraciadamente no son nuevas las flagelaciones que hemos sufrido por parte de unas... personas, que no hacen sino decretar sanciones y denegar recursos, siempre con resultado negativo para los intereses verdiblancos.
Puede ser cierto que cuentan para ello con la inestimable ayuda de la ineptitud de los juristas del club. Sin embargo la razón estaba, en muchas ocasiones, tan obviamente a favor del Betis, Real Betis Balompié, que hasta los abogados de la Entidad estaban capacitados para ser atendidos en sus reclamaciones.
Obviando el tema Ogbeche, (única vez en años que le dan a los servicios jurídicos del Cadiz CF la razón) lo más sangrante lo sabremos mañana martes cuando ignoren la pedrada que alcanzó en pleno rostro al entrenador de todo un Real Madrid en el glorioso estadio Vicente Calderón. Será un agravio comparativo más, un insulto más hacia todo el Beticismo.
Lo más triste es que, los ¿dirigentes? de nuestro club no tienen la hombría, el coraje, ni la personalidad suficiente para poner el grito en el cielo ante tan desmesurada injusticia. Después, cuando ocurra algo en nuestro estadio, se desgarrarán las vestiduras hablando de desagravio y persecución.
Esa es mi opinión, esto es lo que, hoy, quería escribir.
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