«Parece que no ha pasado nada y algunos no se enteran de que estamos en Segunda»
Diego García León, el tercero por la izquierda, en la última foto del consejo de administración, en 2008. RAÚL DOBLADO
Coherencia y beticismo
Cuesta entender que el descenso sólo motivara el arranque de honradez, coherencia y beticismo de una sola persona en el consejo. Fue Diego García León el único valiente para dar un paso tan lógico como difícil. Quizás era el que menos culpa tenía, pero sí fue el más consecuente. Ahora habla con claridad y no se arrepiente, claro. No había que ser un visionario para saber que nada iba a cambiar. Otros prefieren agarrarse al sillón y un par de ellos hasta vuelven. Increíble.
POR MATEO GONZÁLEZ. SEVILLA
Actualizado Viernes, 16-10-09 a las 09:07
Minutos después del descenso puso su cargo en el consejo de administración del Betis a disposición del presidente, su tío, pendiente de una reunión urgente para analizar la situación del club, las causas de la tragedia deportiva y las medidas a adoptar para afrontar el cambio de categoría. Esperó unos días pero vio que nada cambiaba. Todo iba a seguir igual a pesar del fracaso, ni siquiera iba a producirse una reunión del consejo y dimitió. Es Diego García León, el último consejero en marcharse del Betis y el único que lo hizo tras el descenso, cuando prefirió guardar silencio. Hoy lo rompe en ABC.
—¿Cómo ve la situación actual del Betis?
—Sinceramente, veo difícil el ascenso. No por la plantilla ni el entrenador, ni por hechos concretos o puntuales, sino por el entorno que rodea al club en general, que sigue siendo el mismo de los últimos años.
—¿Por qué opina así?
—El descenso no ha servido para cambiar las cosas, todo sigue igual. En este caso no se cumple el dicho de que no hay mal que por bien no venga, como muchos béticos esperaban, pensando que el descenso vendría bien para que el club tomara otro rumbo. Será muy complicado que el Betis ascienda en esta situación por los mismos motivos que nadie esperaba que se descendiera con el equipo que teníamos la pasada temporada. Entonces todo el mundo ajeno a la realidad del club daba por hecho que se salvaba.
—¿Esperaba otra situación?
—El hecho de estar en Segunda no ha servido para que se tomen medidas contundentes. Parece que no ha pasado nada y algunos no se enteran de que estamos en Segunda división.
—¿Dimitió por eso?
—Sí, éste fue el motivo principal por el que presenté mi renuncia. Estaba dispuesto a seguir si se dejaba al consejo intervenir, cogiendo el toro por los cuernos, afrontando la situación y analizando las causas que nos han llevado a Segunda tras varias temporadas evitando el descenso in extremis. Pero la realidad es que nada iba a cambiar. Las cosas continúan iguales y, en estas circunstancias, no tenía sentido seguir en el club, porque en mi opinión la situación se agravará y no tiene vuelta atrás.
—Usted estaba en el área económica del club, ¿qué dice de la gestión actual?
—Habría que dar un cambio de 180 grados en ese apartado, aunque para ello se necesitasen varias temporadas en Segunda: actualizar la gestión, rentabilizar el potencial que tiene y optimizar los recursos de los que dispone. Siempre con el objetivo de salir reforzados y con garantías de aspirar a todo. Lo prioritario, una vez que se logre el ascenso a Primera, es recuperar la imagen que está perdiendo el club, hacer un Betis grande y aspirar a lo máximo, como se merece por afición, historia y masa social. Lo que no puede ser es que cuando se ascienda a Primera, y los béticos esperamos que esto se produzca cuanto antes, todo continúe igual que ahora y seguir a la cola en gestión, modernización, explotación e instalaciones.
—¿Alguna consideración sobre el consejo y sus ex compañeros?
—Gracias al trabajo del presidente y miembros del consejo de administración, que diariamente y en cada jornada luchan por mantener la imagen del club, la situación aún no es insostenible. El accionista mayoritario no tiene por qué vender si no quiere o no hay ofertas de compra, pero la situación actual va en contra de sus propios intereses. El valor de las acciones se está depreciando cada día que pasa, por lo que la entidad cada día vale menos.
—¿Cuál cree que sería la solución para el club?
—Una gestión eficiente, dirigida en última instancia por el consejero delegado y controlada por la junta de accionistas, profesionalizando cada área y modernizando sus estructuras, vendría en beneficio de la entidad, revalorizando sus activos y, por tanto, el de las acciones. El principal beneficiario de todo ello serían los accionistas. El Betis tiene un potencial ilimitado por explotar y sería el propio Betis y los béticos los principales beneficiarios. Hay que aprovechar que el beticismo está siempre que el club lo necesita.
http://www.abcdesevilla.es/20091016/...910152338.html
Diego García León, el tercero por la izquierda, en la última foto del consejo de administración, en 2008. RAÚL DOBLADO
Coherencia y beticismo
Cuesta entender que el descenso sólo motivara el arranque de honradez, coherencia y beticismo de una sola persona en el consejo. Fue Diego García León el único valiente para dar un paso tan lógico como difícil. Quizás era el que menos culpa tenía, pero sí fue el más consecuente. Ahora habla con claridad y no se arrepiente, claro. No había que ser un visionario para saber que nada iba a cambiar. Otros prefieren agarrarse al sillón y un par de ellos hasta vuelven. Increíble.
POR MATEO GONZÁLEZ. SEVILLA
Actualizado Viernes, 16-10-09 a las 09:07
Minutos después del descenso puso su cargo en el consejo de administración del Betis a disposición del presidente, su tío, pendiente de una reunión urgente para analizar la situación del club, las causas de la tragedia deportiva y las medidas a adoptar para afrontar el cambio de categoría. Esperó unos días pero vio que nada cambiaba. Todo iba a seguir igual a pesar del fracaso, ni siquiera iba a producirse una reunión del consejo y dimitió. Es Diego García León, el último consejero en marcharse del Betis y el único que lo hizo tras el descenso, cuando prefirió guardar silencio. Hoy lo rompe en ABC.
—¿Cómo ve la situación actual del Betis?
—Sinceramente, veo difícil el ascenso. No por la plantilla ni el entrenador, ni por hechos concretos o puntuales, sino por el entorno que rodea al club en general, que sigue siendo el mismo de los últimos años.
—¿Por qué opina así?
—El descenso no ha servido para cambiar las cosas, todo sigue igual. En este caso no se cumple el dicho de que no hay mal que por bien no venga, como muchos béticos esperaban, pensando que el descenso vendría bien para que el club tomara otro rumbo. Será muy complicado que el Betis ascienda en esta situación por los mismos motivos que nadie esperaba que se descendiera con el equipo que teníamos la pasada temporada. Entonces todo el mundo ajeno a la realidad del club daba por hecho que se salvaba.
—¿Esperaba otra situación?
—El hecho de estar en Segunda no ha servido para que se tomen medidas contundentes. Parece que no ha pasado nada y algunos no se enteran de que estamos en Segunda división.
—¿Dimitió por eso?
—Sí, éste fue el motivo principal por el que presenté mi renuncia. Estaba dispuesto a seguir si se dejaba al consejo intervenir, cogiendo el toro por los cuernos, afrontando la situación y analizando las causas que nos han llevado a Segunda tras varias temporadas evitando el descenso in extremis. Pero la realidad es que nada iba a cambiar. Las cosas continúan iguales y, en estas circunstancias, no tenía sentido seguir en el club, porque en mi opinión la situación se agravará y no tiene vuelta atrás.
—Usted estaba en el área económica del club, ¿qué dice de la gestión actual?
—Habría que dar un cambio de 180 grados en ese apartado, aunque para ello se necesitasen varias temporadas en Segunda: actualizar la gestión, rentabilizar el potencial que tiene y optimizar los recursos de los que dispone. Siempre con el objetivo de salir reforzados y con garantías de aspirar a todo. Lo prioritario, una vez que se logre el ascenso a Primera, es recuperar la imagen que está perdiendo el club, hacer un Betis grande y aspirar a lo máximo, como se merece por afición, historia y masa social. Lo que no puede ser es que cuando se ascienda a Primera, y los béticos esperamos que esto se produzca cuanto antes, todo continúe igual que ahora y seguir a la cola en gestión, modernización, explotación e instalaciones.
—¿Alguna consideración sobre el consejo y sus ex compañeros?
—Gracias al trabajo del presidente y miembros del consejo de administración, que diariamente y en cada jornada luchan por mantener la imagen del club, la situación aún no es insostenible. El accionista mayoritario no tiene por qué vender si no quiere o no hay ofertas de compra, pero la situación actual va en contra de sus propios intereses. El valor de las acciones se está depreciando cada día que pasa, por lo que la entidad cada día vale menos.
—¿Cuál cree que sería la solución para el club?
—Una gestión eficiente, dirigida en última instancia por el consejero delegado y controlada por la junta de accionistas, profesionalizando cada área y modernizando sus estructuras, vendría en beneficio de la entidad, revalorizando sus activos y, por tanto, el de las acciones. El principal beneficiario de todo ello serían los accionistas. El Betis tiene un potencial ilimitado por explotar y sería el propio Betis y los béticos los principales beneficiarios. Hay que aprovechar que el beticismo está siempre que el club lo necesita.
http://www.abcdesevilla.es/20091016/...910152338.html
Comentario